miércoles, 24 de septiembre de 2014

La madrugada que soñó ser libre

La madrugada que soñó ser libre
De dónde sacó las fuerzas que lo impulsó aquella noche a dar el paso más
peligroso de su vida
miércoles, septiembre 24, 2014 | Tania Díaz Castro

LA HABANA, Cuba -Transcurrían los primeros días del mes de marzo de 1989
cuando el ingeniero Roberto Bahamonde despertó muy temprano en la mañana
y mientras desayunaba junto a su esposa y sus tres hijos, pasó por su
mente la idea de hacer algo por su pueblo.

Esa madrugada había soñado con la libertad. ¨Es un enigma lo que frena
el avance de la economía cubana¨, pensó.

Ese mismo día consultó con varios vecinos del barrio la idea de
presentarse como candidato en las elecciones convocadas por el gobierno,
con un Programa de diez puntos que interpretara el sentir de millones de
cubanos, un Programa sencillo, donde se hiciera énfasis para recuperar
la democracia y el respeto a la Carta Universal de los Derechos Humanos.

Listo para su pelea pacífica, lo consultó con algunos vecinos y obtuvo
apoyo y solidaridad entre ellos. ¨Era interesante la idea –le dijeron-.
Y le prometieron su voto en la reunión, anunciada por el Gobierno
castrista-.

El día 20 de ese mes, no supo Bahamonde de dónde sacaba las fuerzas que
lo impulsó aquella noche a dar el paso más peligroso de su vida.

Los candidatos que se aceptaban como futuros delegados para el Poder
Popular tenían que ser comunistas y él no lo era. Aún así, para sorpresa
de muchos, obtuvo los votos requeridos para lograr su propósito.

-Esperemos a ver cómo reacciona el dictador –le dijo una amiga, al verlo
tan eufórico. Pero el ingeniero Bahamonde sonreía complacido. Sobre
todo, porque un buen número de vecinos suyos no lo habían decepcionado.

-Tienes que estar muy atento –volvió a decirle la amiga.

En efecto, a los pocos días, casi sin esperarlo, el ingeniero Bahamonde
fue detenido en plena calle por agentes del Ministerio del Interior,
cuando acababa de hacer fotos en un cumpleaños infantil.

Fue llevado a juicio bajo el supuesto delito de trabajo ilícito.
Precisamente por ser disidente, no conseguía trabajo de acuerdo a su
carrera de ingeniero civil y se ganaba la vida con una vieja cámara de
fotografía en fiestas de cumpleaños y bodas.

En la prisión Combinado del Sur, en Matanzas, pasó unas largas
vacaciones. Más de un año en celdas tapiadas donde apenas pudo recibir
visitas de su familia, completamente desamparada en La Habana.

Luego pasó el tiempo y Roberto Bahamonde desapareció en un exilio de
cientos de miles de opositores, como si se lo hubiera tragado la tierra.

Hoy, después de 25 años, tal vez esté muerto o quizás haya cumplido ya
los ochenta años, recordando todo esto en un país libre. Sin embargo, su
carné del Partido Pro Derechos Humanos de Cuba, al que perteneció como
fundador en 1988, debe estar guardado todavía en los archivos de la
Seguridad del Estado, donde está escrita, con todos sus pormenores, la
trayectoria de la vida de este valiente y ejemplar cubano.

Todo porque una madrugada soñó con la libertad y realizó un hecho sin
precedente en la historia del Movimiento de los Derechos Humanos.

Source: La madrugada que soñó ser libre | Cubanet -
http://www.cubanet.org/actualidad/actualidad-destacados/la-madrugada-que-sono-ser-libre/

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