sábado, 24 de mayo de 2014

Martin Guevara - ¿Es una persona de izquierda, de derecha, centro?

Martin Guevara: ¿Es una persona de izquierda, de derecha, centro?
mayo 23, 2014
Yusimí Rodríguez

HAVANA TIMES — Disfruto la lectura de un texto donde encuentro ideas con
las que puedo identificarme, reflexiones que siento como salidas de mi
mente. Más aún disfruto uno cuyo contenido me obliga a detenerme en
argumentos que no había considerado antes, que me «pincha» y me deja
pensando.

En este grupo incluyo los de Martín Guevara, quien prefiere «mostrar que
juzgar», al escribir. La ironía de sus textos está en los hechos que
plasma, más que en las palabras, sin que su escritura deje de resultar
inteligente y elegante.

Como a muchos lectores, su parentesco con Ernesto Guevara despertó mi
curiosidad, principalmente por lo incisivo de sus textos. ¿Quién es este
hombre? ¿Qué peso ha tenido ser el sobrino del Ché en su vida y visión
de la realidad? ¿Es una persona de izquierda, de derecha, centro?

Durante meses, me hice estas, entre muchas otras preguntas. La
oportunidad de responderlas llegó cuando Martín Guevara accedió a ser
entrevistado para Havana Times. El intercambio por correo electrónico
comenzó hace alrededor de un mes, y sus respuestas han atizado más mi
curiosidad, pero la entrevista debía terminar en algún momento. Espero
que su libro "A la sombra de un mito", que será publicado en español e
inglés, termine de satisfacer mi curiosidad.

Martin nació en 1963 en Argentina y vivió en Cuba doce años, pero se fue
definitivamente en 1988. Ha regresado varias veces para visitar a su
hijo, madre y otros familiares, aunque no tenía permiso para vivir en la
isla. Hace 17 años radica en España, con su esposa y un hijo menor. Este
hombre que se define como autodidacta en todo escribe para sus blogs y
algunos medios.

En Cuba, tuvo privilegios "como todo familiar de lo llamado
coloquialmente pinchos. El dinero es sólo un medio hacia el poder.
Cuando él proporciona todo aquello que se persigue con el dinero, el
poder se convierte en el elemento diferenciador de las clases sociales y
castas. En los países del Segundo Mundo, el poder de compra del dinero
se cambió por un poder absoluto. Por eso es comparable tener dos coches
Lada y una casa en la playa, patas de jamón en la casa y un par de
sirvientes disfrazados de militares en un modo de sociedad igualitaria,
con tener millones en una sociedad de clases".

HT: ¿En qué momento y por qué dejó de ser partidario del régimen cubano?
(Asumiendo que lo fue en algún momento).

MG: Nunca llegué a serlo del cubano ni de régimen alguno. Pertenezco al
sector crítico, no por disidencia política sino por exigencia de
libertades individuales, a ese régimen y a todo el que las reprima. Pero
de niño, era pionero, y las ideas revolucionarias entraron en mi
espíritu aventurero y soñador con fuerza increíble. Mi falta de
temeridad y lo que vi desde pequeño alrededor de nuestro exilio, de mi
padre y de sus amistades, me hicieron no considerar buena la violencia
jamás.

El desencanto fue gradual; además, el mecanismo de autocensura
implementado en los países socialistas, es mucho más profundo que lo
imaginable desde otras sociedades. Tengo amigos que han precisado varios
años para hablar de los dirigentes cubanos sin cuidarse de alzar la voz,
sin usar seudónimos o gesticulaciones representando la barba con la
mano. Años hasta entender qué significa el derecho a pensar como les de
la gana, mientras esto no invada la libertad y el derecho ajeno.

Por ende veo difícil responder a esa pregunta. En todo caso, desde
adolescente presenté problemas en las escuelas, era del tipo
indisciplinado creciendo hacia lo denominado lumpen allá. Ese es el
terreno contestatario que yo defendía, y en el cual de algún modo sigo
creyendo considerándome un hijo de la generación rock.

HT: En una entrevista dijo que necesitó escapar de la sombra de Ernesto
Guevara, entre otras cosas para rescatar el cariño que le tenía por su
aspecto quijotesco. ¿Cómo lidia con los fusilamientos que llevó a cabo?

MG: Tiene que ver con el espíritu de cada uno, otros primos míos no
sintieron ese peso en sus hombros; lo que sí es objetivo es que cuando
se tiene un Mito de ese tamaño, que encima murió por los pobres del
mundo antes de los cuarenta, tan parecido a otros mitos universales,
seguramente sólo se será un "sobrino de", un "hijo de" o un "nieto de",
etc. Y se perecerá ante toda comparación posible.

En mi caso, con mi padre ya emulando a su hermano, preso político en
Argentina, me era doblemente complicado crecer y aportar algo nuevo como
ser socialmente útil, acorde con lo que se esperaba de mí. Me resultaba
un camino más espinoso, pero más fácil para obtener cierto éxito, ser el
anti héroe, sucio, desaliñado y poco disciplinado, diferenciarme en lo
políticamente incorrecto, que no significa lo "negativo" ya que en
muchas cosas lo considero aún positivo.

Esa fue la primera forma, que utilicé para distanciarme en mi cerebro de
su sombra. Con el tiempo me alejé de todo lo relacionado con la
izquierda, la derecha, con que nadie supiese que era familia de ese
icono, positivo para muchos y negativo para otros. Cuando supe a los
diez años que había tenido un tío así y que había muerto hacía años, fue
una mezcla de orgullo y pena. Al ir creciendo esa fascinación se
convirtió en pugna.

Sobre los fusilamientos y toda la violencia, como medio para eliminar la
violencia, la represión como medio para mejorar el Mundo, el daño y el
dolor para hacer florecer una sociedad de felicidad, he meditado mucho.
Mis conclusiones me alejan de lo que creían aquellos revolucionarios del
1959, entre quienes había muchos muy bien intencionados.

La creo contraproducente a la corta y a la larga. No entro en el terreno
de la culpabilidad de los condenados, sé que muchos eran torturadores.
Pero no por ello creo conveniente hacer lo mismo que decimos hay que
cambiar. En mi tío veo una cantidad de virtudes raras y complejas, que
no erradican sus errores o desaciertos, pero dejo que sean criticados y
expuestos por quienes los padecieron.

Creo que tuvo la extraña cualidad de poner siempre el pellejo en lo que
pensaba, de no mentir ni siquiera en eso, cuando dijo en Naciones Unidas
"Nosotros hemos fusilado, fusilamos y fusilaremos" , es una declaración
durísima, pero ya querríamos que en este mundo de cientos de millones
muertos por avaricia y violencia, escuchásemos al menos esas palabras de
sus responsables: "Hemos hambreado, hambreamos y hambrearemos a África
para obtener el diamante" o "Hemos bombardeado y bombardearemos para
quedarnos con los beneficios" , etc.

Terminé por tener mi propio pensamiento no condicionado por la
generación de mi padre, ni por el influjo de mi tío. Estoy convencido de
que únicamente desde el amor a la Humanidad, el respeto a nuestros
semejantes y diferentes, la búsqueda de una sociedad mejor en todo
sentido, la libertad total y el crecimiento cultural y económico,
llegaremos a la paz y a la felicidad en el mundo, podremos quebrar ese
artificial círculo vicioso de Guerra-Paz-Guerra, que nos han hecho ver,
de manera muy interesada, como natural.

HT: ¿Qué le hace afirmar que Ernesto Guevara era un desastre como ministro?

MG: Fundamentalmente mi afecto hacia él. Esa búsqueda de que en
definitiva lo que él era es lo que terminó siendo, un Quijote algo
Sandokán, que se quedó sólo en una selva como se quedan los grandes, con
una Utopía, llamándole Rocinante a su caballo. Por último, los
resultados de las políticas económicas, aunque creo que su idea de la
autogestión de empresas era mejor que la política de económica
centralista de lineamiento total con la URSS, que terminó imponiéndose.
Pero para mí ser un mal político no es un defecto sino una virtud.

HT: ¿Rescataría algo de Fidel Castro?

MG: En lo personal, cosas como asombrosas en una personalidad. Pero, por
el bien común de un país, no rescataría mucho. Si me pregunta de la
Revolución, tengo muchas otras cosas que contestar. Fidel será
seguramente objeto de estudio, porque tanto para sus seguidores en el
mundo, como para sus detractores, no ha pasado inadvertido. Nunca vi a
nadie que se acerque al nivel de control sobre todo, que era capaz Fidel.

Obviamente la confianza en sí mismo, la demostración de que
contraviniendo el academicismo se puede llegar a donde uno quiera, el
ejemplo de hasta dónde puede llegar el ego, son aspectos en los que, si
algún día me interesase indagar, estudiaría a Fidel.

En el mundo necesitamos cambiar esa tendencia que nos gobiernen
caudillos, cambiar los líderes absolutos por gestores de la administración.

HT: La respuesta a mi siguiente pregunta solo puede ser una especulación
y nunca conoceremos la realidad, ¿pero qué cree que pensaría su tío de
los cambios que tienen lugar en Cuba?

MG: Responderé aprovechando una frase que a menudo me decían los
profesores, directores y cederistas, en Cuba, cuando creían que había
hecho algo incorrecto: "Ay si el Che se despertase de la tumba y te
viese, se volvía a meter en ella".

Pues les digo a quienes están derrumbando aquello por lo que tanto
reprimieron, "Ay si el Che se levantara de su tumba y los viese, se
volvía a meter en ella, pero antes seguramente les pelaba bien el trasero"!

HT: Leyendo sus posts se tiene la sensación de que el gobierno
Revolucionario, con Fidel Castro a la cabeza, no tuvo más que
desaciertos y no trajo ningún beneficio al pueblo. ¿Eso piensa?

MG: Creo que nadie puede asegurar con cierta seriedad que en cincuenta
años nada en un país ha sido bueno, o ninguna política, acertada. Pero
pienso que al contraponer los (muchos) aciertos, y los desmanes, los
desaciertos y sus consecuencias, para terminar asistiendo a la negación
de todo ese enorme esfuerzo hecho por el pueblo cubano (no olvidemos que
detrás de todo experimento de este calibre hay y hubo un pueblo), y el
regreso al capitalismo por quienes lo negaron, el resultado es más bien
negativo.

Es el primer país donde esto sucede, en Vietnam no fue Ho Chi Min, ni
Mao en China, ni Lenin en la URSS, ni Ulan Bator en Mongolia, ni Bem
Bella, ni Neto, ni Marian, ni Machel en Mozambique, quienes desataron el
proceso de regreso al capitalismo. No me corresponde juzgar; prefiero
escribir y mostrar, pero creo que tocará a los cubanos analizar esto y
tener en cuenta el chiste que se decía en Alemania cuando cayó el
socialismo: "Nos hemos encontrado con que todo lo que nos decían del
socialismo era una mentira, sin embargo lo que nos advertían el
capitalismo era todo verdad".

HT: En su post "Helms Castro", sobre el bloqueo norteamericano a Cuba,
afirma que para el gobierno de Estados Unidos, que lo ha ido
incrementando a lo largo de cincuenta años, resulta obvio que apuesta a
su efectividad para derrocar a un tirano que se mantiene a fuerza de
represión. ¿Considera usted que es solo a fuerza de represión que se ha
mantenido el régimen cubano, descarta que haya cubanos que apoyan
genuinamente a los líderes y ven el régimen como la mejor opción para el
país?

MG: Quise hacer énfasis en lo útil que resultó para las políticas
extremistas, y como cualquier cosa que destensara la cuerda no era
bienvenida por quienes querían mantener dicha tensión por diferentes
razones. Unos en su exilio para una mayor atención del gobierno, y otros
en su trono de poder, porque el llamado a la unificación tras consignas
patrióticas, frente a amenazas nacionales, es de una eficacia máxima.

Yendo a si sólo con represión se ha mantenido 55 años de gobierno, por
supuesto que no. Lo respondí en la pregunta anterior. Pero sí opino que
el ingrediente represión, autoritarismo, lo "obligantario" una mezcla de
voluntario con obligado, ha estado presente en todos los platos.

El modo en que se inoculó la autocensura en los países mal llamados
"Socialistas" debería ser estudiado. En casi todos, con escasas
excepciones, la gente prefería lanzarse a un bosque congelado, a un muro
guardado por centinelas dispuestos a matar, antes que enfrentar la
situación, o siquiera considerar seriamente la posibilidad de
protagonizar un cambio.

En Cuba había problemas muy concretos cuando se hizo la Revolución, en
ella participaron muchos sectores, no era un movimiento monolítico ni
mucho menos.

Durante más de medio siglo por un solo gobierno, se han hecho cosas de
todo tipo. Algunas espectacularmente buenas y otras magistralmente malas.

Hay países donde en un trimestre se concentra la misma cifra de muertos
por asuntos de delincuencia común, que ha habido durante 55 años en
Cuba. Eso no es un logro menor. Hay países que en 55 años han contado
con más de veinte gobiernos distintos elegidos por el pueblo, esa no es
una rémora menor.

HT: ¿Le reconoce algún derecho a los gobiernos norteamericanos de
proponerse derrocar el régimen cubano?

MG: Ningún derecho a ningún gobierno de ningún sitio a derrocar a nadie.
Ni siquiera a meterse en los asuntos de otros, sobre todo si cada uno
tenemos tanto que arreglar en nuestras propias casas, excepto en caso de
una eclosión, de una calamidad, de necesidad humanitaria.

Es difícil establecer la línea, pero en la Segunda Guerra Mundial, la
participación de los Aliados contra Hitler sí fue buena y a la vez
tremendamente injerencista. Cuando las matanzas de Ruanda, se extrañó
mucho la injerencia de todas las naciones; a nadie de ningún signo
político le importó un pimiento. No había diamantes ni situación
estratégica, ni oro, ni opio.

De igual forma, no le reconozco ni a la nomenclatura del PCC, ni a
ningún autoritarismo impedir a su pueblo distintas formas de gobierno.

HT: Del mismo post "Helms Castro", se deduce que para el gobierno cubano
sería desastroso que el bloqueo desapareciera mañana. ¿Por qué el
gobierno norteamericano no lo levanta, si su objetivo es "derrocar al
tirano que se mantiene a fuerza de represión"?

MG: Me refería a los años pasados. La situación ahora es muy diferente,
Raúl está trabajando duro, implicándose en los cambios. Por supuesto
habrá cosas mal hechas y errores, pero los aciertos son sólo de quienes
lo intentan, y Raúl está moviendo ficha de un modo conservador pero
también arriesgado. Prefiero eso al inmovilismo. En esta nueva
situación, con las conversaciones que ya deben estarse produciendo a
todo nivel entre EEUU y Cuba, con los viajes de los cubanos a Miami, es
otro panorama que la Cuba que yo conocía, donde sólo mencionar el deseo
de ir a Miami podía acarrear graves consecuencias. En este panorama no
creo que al gobierno le convenga el bloqueo, porque no está ya instalado
en la intransigencia, o mejor dicho en la "representación pública" de
dicha intransigencia. Pienso que caminan ambos, con mucho criterio hacia
ese desbloqueo. Pero sí, creo que los extremos se unen; aunque
aparentemente presenten objetivos distintos, son idénticos en tácticas.

HT: ¿Qué opina de las recientes revelaciones sobre el programa Zunzuneo*?

MG: Nadie tiene exclusividad sobre la necedad, mucho menos el gobierno
cubano. Si el hombre aprendiese de sus propios errores y aciertos, hace
siglos estaríamos libres de ser gobernados por tunantes, truhanes,
timadores, chupasangres y represores. Pero parece ser que no aprendemos
todo lo rápido que nos gustaría. A la URSS se la comieron desembarcando
en un vaquero Levi's, en una hamburguesa Mc Donald's y en la MTV, jamás
les habrían ganado en una guerra.

Si al final lo que todos quieren, pienso yo, es vivir en paz, es que de
una vez se cumplan las promesas iniciales de aquella revolución ya
lejana en el tiempo, pero no en la vigencia de sus razones, de las
necesidades de cambiar el mundo hacia algo mejor. Donde haya garantía de
derechos y libertades. Ni más ni menos.

HT: ¿Se siente argentino o cubano?

MG: Ahora debo incluir español en esa lista, es un triángulo identitario
curioso. España era la Metrópolis, y Cuba y Argentina, son los dos
países con mayor raigambre española de allende los mares. En el caso de
Cuba por partida doble, por ser el segundo sitio a donde llegaron y por
recibir emigrantes españoles hasta el triunfo de la Revolución, y en
Argentina por ser el último país de la conquista de América, pero
también con una recepción de emigrantes hasta hoy. Soy parte de los
tres. A comer aprendí en Argentina, a beber y guarachar en Cuba, a
formar familia y pagar mis impuestos en España.

HT: Mi última pregunta puede resultarle un poco agresiva, pero usted
afirmó que "cuando se tiene un Mito de ese tamaño, que encima murió por
los pobres del mundo antes de los cuarenta, con barba y delgado, tan
parecido a otros mitos universales, hay que contar que sólo se será un
"sobrino de", un "hijo de" o un "nieto de", etc." ¿Sin embargo, no cree
que termina por ser una ventaja; no le debe el interés de los lectores
en su blog, la publicación de su libro en español e inglés, y el
reconocimiento derivado de estas cosas, a su parentesco con Ernesto Guevara?

MG: Es interesante esta pregunta, pero me daría pie a una respuesta tan
larga que sería casi un libro de reflexiones y revelaciones. Seré lo
breve que pueda.

Durante los años que viví en Cuba por supuesto que una cara exterior de
ese parentesco es que vivía mejor que los demás, o se me toleraban cosas
que a los demás no. Aunque esa moneda tenía otra cara, cada uno es como
es, y yo ese desafío en mi desarrollo como niño que se va convirtiendo
en adulto no lo atravesé con la mayor naturalidad. Había un proceso de
fascinación y a la vez rechazo de ese mito, de ese tótem que arrojaba
una sombra poderosa, por supuesto a pesar de él. Nada de esto intenta
definir a mi tío o mis padres, sino a mí mismo.
Fuera de la isla ese peso no disminuyó, se acrecentó.

El ejemplo mayor que tengo en vida en el sentido de honrar su recuerdo,
es mi tía Celia, que nunca, ha aprovechado nada por ser hermana de
Ernesto, siendo la persona viva que más lo conocía a lo cortito, su
respeto y su cariño por su hermano es máximo y quizás por ello mismo
nunca ha obtenido prebendas. Ella ha dado mucho a los demás, como
arquitecta cuando su hermano la invitó a trabajar a Cuba en los '60,
como hermana de mi padre atendiéndolo durante el tiempo que estuvo preso
y por cierto Cuba no movió ni un dedo, ya que la URSS era amiga del
Gobierno Militar argentino porque éste le vendía el trigo rompiendo el
bloqueo norteamericano de trigo a los soviéticos.

Me aparté durante muchos años de esa sombra. Ahora cuento estas cosas, y
muchas más relacionadas con lo que pienso que puede hacer bien a la
gente, en principio por la concordia de Cuba, pero en realidad para todo
el que le sirva y he utilizado para ello la misma loza que me apisonó.

La diferencia con la gran mayoría es quizás que no empecé a usar ese
parentesco para hablar cosas condescendientes, sino cosas incómodas, me
he granjeado inconvenientes, discusiones, y no poca animadversión.

Muy probablemente Ernesto se sintiese molesto si viese que uso mi
parentesco con él para decir unas cuantas cosas, pero ten por seguro que
no se sentiría nada cómodo, con todos aquellos aduladores que usan su
nombre para vivir de él, y encima esconder, tapar y ser cómplices de
algunas injusticias. Esto es muy importante recordarlo y recalcarlo, él
dejó pautas muy claras a sus seguidores de lo que él consideraba ser
cabal, en la carta de despedida a sus niños cuando dijo:

"Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más profundo cualquier
injusticia cometida en cualquier parte del mundo."

Atentos, no dijo en cualquier parte "excepto en Cuba"; les dejó claro
que hay que denunciarlo en cualquier sitio del mundo, porque era, según
continuaba su epístola: "la cualidad más linda de un revolucionario".

Vamos a vivir una sola vida, es importante vivirla de manera tal de
reconocernos en cada acto, si después resulta que tenemos la suerte de
que hay reencarnación, pues mira, mucho mejor, pero tampoco habremos
perdido nada. Es por eso que no me considero ni de izquierdas ni de
derechas de una manera monolítico, frente a ciertas cosas opino de una
manera y frente a otras de otra. Y sobre todo con las manipulaciones de
la terminología que existe en el mundo de la política. Prefiero el
terreno de la amistad íntima.

¿Qué quizás diciendo que soy sobrino del Che díscolo puedo captar más
atención? Puede ser pero ese "díscolo" me costó lo mío.

¿Si "usase" el nombre del Che permanentemente, para hacer propaganda
explícita de un sector interesado, para viajar, asistir a recepciones,
cenas, fiestas, congresos, coloquios, ferias, presentaciones, haciendo
loas al gobierno cubano, enalteciendo la figura de Fidel, para negar
rotundamente toda versión no alineada con el proceso "revolucionario"
aún a sabiendas de que miento ex profeso, entonces "usar el parentesco
con el Che" pasaría a estar bien visto?

En todo caso, escribo de forma ecléctica, y no me interesa encasillar mi
escritura, mis gustos literarios son mucho más profundos que los
contestatarios; y el gusto por el buen rollo, por la paz, la
tranquilidad aún mucho mayores que los literarios.

Si en algo puedo contribuir con algún relato, o alguna reflexión, si
alguien le puede llegar algo de lo que digo y lo puede utilizar en su
beneficio, o le alegra cinco minutos, o lo puede usar como yo he usado
las ideas ajenas, que al fin y al cabo son conjuntas, son de nuestra
especie, pues entonces habrá valido la pena. Aspiro como todos a la paz
universal y eterna, pero con eso ya me sentiría bien para comenzar.

Source: Martin Guevara: ¿Es una persona de izquierda, de derecha,
centro? - Havana Times en español - http://www.havanatimes.org/sp/?p=96077

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