Lo Que Nos Falta en Cuba
mayo 27, 2014
Luis Rondón Paz
HAVANA TIMES — El pasado 17 de mayo en la tarde, de casualidad me senté
frente al televisor a ver Telesur y resultó que transmitía un documental
histórico sobre el movimiento LGBT titulado "El Mismo Amor, Los Mismos
Derechos".
Material que, a pesar de haberme perdido el comienzo, me dejó enganchado
al televisor. En mi criterio personal, sentí emoción al saber que países
como Argentina han avanzado en las luchas por obtener un estado de
derecho real, algo que lamentablemente en mi opinión, no existe en Cuba
para las minorías sexuales.
Es triste verlo de esa manera, pensé, y no puedo dejar de reflexionar
ante la existencia de mecanismos de control y contención armados de modo
tal, que en los últimos 5 años, en materia de derechos y reconocimientos
legales no se ha avanzado mucho.
Una muestra tangible fue el pasado 2012, al invisibilizar otros modelos
de familias (homosexuales) ante el Registro Nacional del Censo de
Población y Vivienda, impidiendo cualquier proyecto a corto plazo para
impulsar reformas equitativas en vez de construir un país con mejores
garantías ciudadanas entorno a los derechos humanos fundamentales;
constituyendo un revés en las políticas para sensibilizar a la sociedad
cubana en torno a la equidad y la justicia.
Considero que la ley debe estar a la par con las campañas de
sensibilización, ya que luego se convierte en lo que muchas personas de
la comunidad LGBT, por razones que no puedo estar de acuerdo pero
respeto, señalan como "Circo".
Si en el pasado 2012 se hubiera dejado la posibilidad de contar estas
familias en el CENSO, hoy se podrían convencer (en vez de presionar) 1:
con análisis, resultados y estadísticas tangibles ante los órganos
superiores del estado; (me refiero a La Asamblea Nacional del Poder
Popular, órgano supremo del poder del estado quien representa la
voluntad del pueblo) y estaría en el deber de atender las demandas de
las minorías sexuales; pronunciar leyes que garanticen sus derechos
confeccionando un código de familia inclusivo, democrático y justo en
sintonía con la futura nueva constitución; 2: el Consejo de Estado
orientaría al Consejo de Ministros (órgano con poder real) para ejecutar
y llevar a cabo la implementación de decretos, reformas y leyes que
contribuya a un estado de derecho "formal" que garantice los derechos
humanos fundamentales.
En la actualidad, el nuevo modelo económico "socialista" en uno de sus
apéndices señala la disposición del Estado cubano por impulsar políticas
no discriminatorias por razones de orientación sexual. Igualmente con el
recientemente aprobado "Nuevo Código de Trabajo" que aún está por ver,
si contemplará "el asunto", porque hasta donde sé, en la Gaceta Oficial
no se ha publicado porque supuestamente, faltan los arreglos finales.
Pregunto:
¿Cuánto tiempo se demorará editar el documento para adicionar las
recomendaciones indicadas en las pasadas sesiones?
¿Habrá que esperar 4 años más?
¿Por qué tanto misterio y no se habla o se escribe en los medios de
difusión masiva qué ha sucedido con el Código de Familia?
¿Habrá una "Nueva Constitución" – si realmente se hace una – acorde con
las reformas en Cuba frente a los cambios del mundo?
De todos modos, no pierdo la esperanza. ¡Pero coño! Tengo 31 años y no
veo nada claro. Tenía 24 cuando alguien inspiró en mí la idea de ser
reconocido y amparado por la ley, tener el derecho de construir un
modelo de familia no heterosexual. Ser persona, sentir que mi país es
justo y que garantiza un estado de derecho para todos.
Que el matrimonio entre dos mujeres o dos hombres no sea
"anti-constitucional" – como lo es hoy en Cuba. Que sea una opción para
quienes deseen hacerlo y quien no, se quede con los beneficios del
derecho al reconocimiento ante su relación de pareja como un hecho ante
la ley. Que ambas posibilidades estén disponibles como un derecho.
Creo que lo que nos falta para ser mejores seres humanos, más libres y
más justos es lograr que un día en Cuba no hayan motivos para hacer un
desfile por el día contra la homofobia, que "eso" no sea tema de
conversación, ni chiste en los centros de trabajo y centros nocturnos.
Simplemente una opción más, que la diversidad sea asumida como lo que
es: diversidad, naturaleza, vida.
Sueño algún día a Cuba como país destino turístico LGBT no solo para
turismo sexual, si no para que conozcan la mayor de las Antillas; como
la tierra donde no se discrimina por razones de orientación sexual o
identidad de género; donde la violencia física o psicológica asociada a
estos temas sea casi nula.
Me gustaría pensar Cuba como el país donde ha desaparecido la homofobia
institucional estructurada; porque el gobierno finalmente logró
identificar la raíz de los problemas y se preocupó y actuó en pos de
garantizar el bienestar y la justicia social para todas las personas en
Cuba.
Source: "Lo Que Nos Falta en Cuba - Havana Times en español" -
http://www.havanatimes.org/sp/?p=96152
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