Lecciones de odio para niños
Enrique fue uno de los miles de estudiantes que cada mañana exclamaba
como un robot: ¨Seremos como el Ché¨
viernes, mayo 23, 2014 | Tania Díaz Castro
LA HABANA, Cuba -Aunque a Cuba vuelan 36 aerolíneas internacionales para
conectarnos con 51 ciudades del mundo, y el país tiene once aeropuertos,
siete marinas y tres terminales de cruceros, los niños cubanos, ya
jóvenes, inventan sus medios para llegar a Estados Unidos, y escapar así
del dominio estatal castrista, ese que les dice cómo andar, cómo pensar
y a martillazos, a través de lecciones escolares, les han metido en sus
cabezas odio, desprecio y rechazo hacia Estados Unidos.
Recientemente apareció en la prensa nacional un anuncio para jóvenes sin
vínculo laboral o de estudio, cuyas edades oscilen entre los 16 y los 35
años, en el que la Escuela Formadora de Educadores ¨Vilma Espín¨,
situada en calle Porvenir 209, en Lawton, ofrece cursos con una duración
de tres años para optar por puestos de trabajo. Durante los 3 años de
estudios, los jóvenes recibirán un estipendio mensual de 120 pesos
cubanos, equivalentes a unos cinco dólares y ya graduados, un 240 pesos
de salario, o sea alrededor de 10 dólares.
Enrique, un bicitaxero de Santa Fe, me comentó sobre el anuncio y me
dijo que él, pedaleando, resuelve 100 pesos en un sólo día y que ni aún
así, le alcanza para mantenerse él y su mujer.
Luego me comenta que la solución sería irse y ayudar a su familia a
través de una remesa familiar desde Estados Unidos.
Enrique tiene apenas 25 años. Fue uno de los miles de estudiantes que
cada mañana exclamaba como un robot: ¨Seremos como el Ché¨ y que año
tras año se aprendió de memoria, según dice: ¨las maldades venenosas del
Imperialismo¨.
Le pregunto si puedo poner su foto en internet y me dice que no, porque
la policía puede decomisarle su bici taxi. A cambio, me regala uno de
sus viejos libros de estudio, titulado Temas de historia de Cuba, para
el nivel medio superior.
Se trata de una compilación de textos, muchos de ellos publicados en la
Verde Olivo, la revista de las Fuerzas Armadas Revolucionarias,
relacionados todos con la obsesiva guerra a muerte que libra Fidel
Castro contra Estados Unidos.
Una nota inicial de los profesores señala que el propósito del libro es
¨…entrenar a los estudiantes para que defiendan lo planteado en sus
páginas¨, o sea, para que se conviertan en antiimperialistas.
Los títulos de sus textos hablan por sí solos: Las entrañas del
monstruo, Contra la anexión, Cuba 1958: controversia entre la Sierra
Maestra y la Casa Blanca, El antiimperialismo en la historia de Cuba y
un extenso artículo sobre Antonio Guiteras, connotado terrorista anti
yanqui de los años treinta del siglo pasado.
-Pero en la barriga de ese monstruo yo quisiera vivir –me dice el joven
bicitaxero.
Llama la atención en el libro cómo se hace hincapié en el deseo de
numerosos políticos norteamericanos de anexar a Cuba con EE.UU, sin
mencionar los numerosos patriotas honorables que coincidían con esa
idea, con la esperanza de beneficiar económicamente a la empobrecida y
diezmada isla.
El último y extenso tema del libro, Los mambises entran a Santiago,
comenta sobre asuntos e informaciones confidenciales de los años 1959 en
adelante, pertenecientes a la Embajada de Estados Unidos en Cuba, del
Departamento de Estado de EE.UU y de la CIA, extraídos, según dice, del
libro El cuarto piso, del diplomático norteamericano Earl T. Smith. Pero
resulta curioso que el libro de Smith, editado en EE.UU, jamás ha estado
a disposición de los estudiantes, para un buen análisis, ni se puede
consultar en la Biblioteca Nacional, según me confirmaron
telefónicamente en esa sede.
En este artículo se acusa a George Bush padre, entonces presidente de
Estados Unidos, de difamar a Cuba ¨…por supuestas actividades
subversivas y terroristas de narcotráfico, de violaciones a los Derechos
Humanos y como exportadora de la revolución a Centroamérica¨, cuando
todo eso y más, forma parte de la historia del régimen castrista.
No podía faltar, por supuesto, aquella vieja historia, en la que Fidel
Castro, al saber que un bohío había sido bombardeado por aviones del
Ejército de Batista, le envía el 5 de junio de 1958 una carta a Celia
Sánchez, donde le anuncia que su próxima guerra será contra los
americanos, sin tener en cuenta que tres meses antes, el 2 de marzo, ya
Estados Unidos había retirado el envío de armas a Batista.
Source: Lecciones de odio para niños | Cubanet -
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