miércoles, 6 de julio de 2011

La fiebre del videojuego se propaga en Cuba

La fiebre del videojuego se propaga en Cuba

En casas particulares, en bancos clandestinos de juegos, en centros de
trabajo, en el "templo de la música rock", la adicción a los videojuegos
se propaga entre los cubanos a pesar de las limitaciones tecnológicas.

martinoticias 06 de julio de 2011

Cada vez más cubanos se suman a la fiebre de los videojuegos, a pesar
del atraso de la isla caribeña con respecto al avance de la era digital
a nivel mundial, la ausencia de una infraestructura tecnológica, el bajo
número de computadoras pasa uso privado de los cubanos, la imposibilidad
de comprar consolas en la red de tiendas, y un limitadísimo acceso a
Internet.

Los famosos bancos clandestinos de alquileres y juegos que operan en
casas particulares desde hace más de una década, donde se alquilan desde
películas pirateadas, telenovelas o shows de participación de la
televisión hispana, hasta videojuegos que requieren de soportes que
tampoco se venden en la isla como, playstation 3, el Xbox 360, la Wii o
el GameBoy Micro de Nintendo, y donde el tiempo de juego en la consola
se alquila a los muchachos del barrio por hasta 10 pesos la hora, la
película de DVD 5 pesos el día, el serial 25 pesos, e incluso se rentan
los soportes técnicos para poder acceder a los materiales desde la casa
del usuario por 5 CUC el día.

Los soportes, así como los materiales visuales y videojuegos, son
comprados en el exterior, y enviados desde países como Estados Unidos,
México, Jamaica, y principalmente desde el Ecuador donde la facilidad de
visado para cubanos ha conllevado a la aparición de una red de
comerciantes que entran y salen del país cargando la mercancía
solicitada, que luego venden a los bancos particulares.

Con la proliferación de esta actividad, y la entrada a la isla siempre
de forma solapada de la tecnología requerida, un movimiento de jóvenes
aficionados a los videojuegos comenzó a gestarse a partir de los 90,
grupo que fue creciendo en importancia y número de adictos a este tipo
de entretenimiento, lo que más allá de la pura interacción virtual del
jugador con la máquina, devino en juego grupal, con competencias y
torneos desarrollados por sus participantes.

Juegos de producción norteamericana como WarCraft y StarCraft, son
populares entre los jóvenes cubanos. Los juegos de la compañía Blizzard,
que se han extendido a todas las partes del mundo, recrean un mundo
imaginario habitado por civilizaciones como los Terran, Protoss y Zerg,
donde los jugadores deben crear sus estrategias para ganar, explica
Delia Acosta en un artículo del portal www.caribbean360.

Los torneos, que se iniciaron hace unos años en casas particulares, son
una forma de entretenimiento que tiende a convertirse en adicción, y a
enajenar a estos jóvenes de sus compromisos ciudadanos, pues consume
mucho tiempo para personas que trabajen o estudien.

También se juegan verdaderas batallas de videojuegos en los centros de
trabajo, donde el acceso a las computadoras, a las que se les conectan
memorias USB con este tipo de materiales audiovisuales, es actividad
recreativa que en pleno horario de trabajo evidencia la falta de
incentivo y desinterés hacia la productividad laboral.

Pero en un país con mínimo acceso a la web esta actividad se vuelve muy
complicada.

Para jugar a través de la internet, señala Acosta. "Los cubanos han
desarrollado alternativas creativas, redes informales con gruesos cables
que van de una ventana a otra, o conexiones inalámbricas con
dispositivos de telecomunicaciones".

Redes que operan clandestinamente en muchos barrios, y llegan a tener
decenas de integrantes.

Tampoco la tecnología para ellos se vende en la red de tiendas
nacionales. Pero en el mercado negro se puede encontrar de todo, desde
los soportes técnicos hasta tarjetas de vídeo para puntos de acceso para
la conexión de unos 30 equipos que pueden ser cubiertos por la señal de
una antena.

En 2007, se constituyó la Agrupación de Deportes Electrónicos de Cuba
(ADEC), que actualmente cuenta con alrededor de 300 miembros, y está
especialmente integrada por estudiantes universitarios, que organizan
encuentros y torneos de videojuegos, principalmente en ciudades como
Holguín, Sancti Spíritus, Camagüey y Matanzas.

Dos años más tarde tuvo lugar la primera reunión del movimiento en un
espacio institucional universitario, y durante el año pasado la sala de
teatro Maxim, "templo de la música rock", en la capital, dio cabida a
los eventos de ADEC añadiendo música electrónica para los torneos.

Juegos que, en algunos países, son considerados como deportes
electrónicos, pueden ser jugados en equipos con un mínimo de requisitos
técnicos, señala Acosta, pero es necesario ser capaz de conectarse a una
red para jugar en grupos. Y, según las últimas estadísticas, sólo el 2,9
por ciento de los cubanos tienen acceso directo a Internet.

http://www.martinoticias.com/noticias/Una-isla-enajenada-por-la-fiebre-de-los-videojuegos-125089584.html

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