miércoles, 6 de julio de 2011

El fracaso de otra revolución

El fracaso de otra revolución
Moisés Leonardo Rodríguez

Cabañas, Artemisa, 6 de julio de 2011, (PD) A pesar del discurso oficial
triunfalista que culpa de todos los males nacionales a terceros, los
planes inviables y proyectos fracasados han sido constantes en los 52
años de gobierno de los hermanos Castro. La denominada Revolución
Energética no escapó a este designio.

En la madrugada del 14 de enero ocurrió un apagón en la Terminal de
Ómnibus Nacionales de Ciudad de La Habana que duró alrededor de una
hora.La planta auxiliar que debe tener, según la estrategia de la
Revolución Energética, nunca funcionó.

Los muy recomendados bombillos ahorradores han dejado de ser preferencia
por su poca durabilidad. Su lugar lo ocupan las lámparas de luz fría,
que se agotan en horas en las tiendas cuando son surtidas.

Las resistencias de las hornillas eléctricas, vendidas durante la
revolución energética, no aparecen ni en los centros espirituales. La
lista de espera para comprarlas "cuando lleguen" supera las quinientas
personas sólo en el poblado de Cabañas, en Artemisa. Reportes de otras
localidades indican que esto se repite en otras partes del país.

Una información no confirmada asegura que en almacenes de Artemisa
guardan cocinas de querosén para ser vendidas como sustitutas de las
hornillas eléctricas. El rumor es que se ofertarán a 100 pesos MN cada una.

Ante la probable sustitución, la desconfianza generalizada toma forma de
preguntas. ¿A qué precio se venderá el combustible? ¿ ¿Se garantizará el
suministro del mismo?

Ofelia, un ama de casa de 36 años, aseveró "Ya tengo leña recogida en
el patio, esto no para hasta que estemos peor que en los años 90".

Pocas son las ollas de presión denominadas Reina que aun funcionan. Un
vecino del batey del antiguo central Sandino, del municipio Mariel, en
la provincia Artemisa, convirtió la suya en una hornilla eléctrica. "No
aparecía la junta, el reloj dejó de funcionar. Boté la tapa pal carajo,
le corte todo el lateral y ahora la uso como hornilla. ¡Es un batazo!",
asegura.

Los encargados de ejecutar la "tarea", los trabajadores sociales que
llegaron a abundar más que el marabú, hoy son más escasos que la caña de
azúcar. Muchos fueron a parar a las cárceles por corrupción, otros
lograron ingresar en carreras universitarias y solo unos pocos se
mantienen en sus funciones.

Si se le pregunta a Liborio, el personaje caricaturesco que representa
al cubano de a pie: ¿qué queda de esta otra revolución?, seguramente
respondería: "Amargas experiencias y malos recuerdos, amigo mío, más
amargas experiencias que malos recuerdos".

corrientemartiana2004@yahoo.com

http://www.primaveradigital.org/primavera/politica/54-politica/1735-el-fracaso-de-otra-revolucion

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