jueves, 19 de noviembre de 2009

Raúl Castro encarcela a los críticos y suprime el disenso - HRW

Cuba: Raúl Castro encarcela a los críticos y suprime el disenso
Obama debería reemplazar el ineficaz embargo por una política
multilateral efectiva
November 18, 2009

Un nuevo Castro, la misma Cuba
http://www.hrw.org/en/reports/2009/11/17/un-nuevo-castro-la-misma-cuba

"Durante estos tres años en el poder, Raúl Castro ha sido tan implacable
como su hermano. Los cubanos que se atreven a criticar al gobierno viven
bajo un temor constante, pues saben que pueden terminar en prisión tan
sólo por expresar su opinión".
José Miguel Vivanco, director para las Américas

(Washington, DC) - El gobierno de Raúl Castro ha encerrado a decenas de
personas por ejercer sus libertades fundamentales, y ha permitido que
muchos otros presos políticos arrestados durante el gobierno de Fidel
Castro continúen padeciendo las condiciones de su detención, afirma
Human Rights Watch en un informe difundido el día de hoy. En lugar de
desarticular la maquinaria represiva de Cuba, Raúl Castro la ha
mantenido plenamente activa, señala el informe.

El informe de 123 páginas denominado "Un nuevo Castro, la misma Cuba"
muestra que el gobierno de Raúl Castro se ha apoyado, en particular, en
la disposición sobre "peligrosidad" del Código Penal, que permite a las
autoridades encarcelar a las personas antes de que hayan cometido un
delito, cuando existan sospechas de que pueden cometerlo en el futuro.
Esta disposición sobre "peligrosidad" es netamente política, y define
como "peligrosa" a cualquier conducta contraria a las normas socialistas
de Cuba.

"Durante estos tres años en el poder, Raúl Castro ha sido tan implacable
como su hermano", afirmó José Miguel Vivanco, director para las Américas
de Human Rights Watch. "Los cubanos que se atreven a criticar al
gobierno viven bajo un temor constante, pues saben que pueden terminar
en prisión tan sólo por expresar su opinión".

A partir de una misión de investigación llevada a cabo en Cuba y más de
60 entrevistas exhaustivas, Human Rights Watch documentó más de 40 casos
de personas que fueron encarceladas por el gobierno en virtud de la
disposición sobre "peligrosidad" por ejercer sus derechos básicos.

Ramón Velásquez Toranzo, quien inició una caminata pacífica a través de
Cuba para exigir el respeto de los derechos humanos y la liberación de
todos los presos políticos, fue detenido y condenado a tres años de
prisión por "peligrosidad" en enero de 2007.

Raymundo Perdigón Brito, un periodista que escribía artículos en los
cuales documentaba los abusos del gobierno y los publicaba en sitios web
extranjeros, fue condenado a cuatro años de prisión por "peligrosidad"
en diciembre de 2006. Ha recibido reiteradas golpizas por parte de los
guardias y ha sido sometido a reclusión en régimen de aislamiento.

El gobierno de Raúl Castro también recurre a otras tantas leyes
excesivamente severas para acallar la libertad de expresión, suprimir
los derechos laborales y penalizar todas las formas de disenso. Los
defensores de derechos humanos, periodistas y otros miembros de la
sociedad civil que son juzgados en virtud de estas leyes son objeto
sistemáticamente de violaciones del debido proceso, como interrogatorios
abusivos, denegación de asistencia letrada y juicios que no son más que
una parodia.

Alexander Santos Hernández, un activista político que fue condenado a
cuatro años de prisión por "peligrosidad" en 2006, dijo a Human Rights
Watch, "[La policía] me sacó a las 5:50am mientras dormía, y a las
8:30am ya me estaban dictando la sentencia". A Santos no se le permitió
consultar a un abogado, y la sentencia tenía fecha de dos días antes al
día en que efectivamente se llevó a cabo su juicio.

Los presos políticos son sometidos a abusos generalizados, como
reeducación ideológica forzada, reclusión en régimen de aislamiento por
períodos prolongados y denegación de tratamiento médico en casos de
enfermedad grave.

Además de encarcelar a los disidentes, el gobierno de Raúl Castro
también impone el consenso político mediante golpizas, detenciones por
períodos breves, actos públicos de repudio y denegación de trabajo,
entre otras tácticas. En conjunto, estas formas habituales de represión
generan un clima de temor que inhibe fuertemente el ejercicio de los
derechos fundamentales en la sociedad cubana.

El defensor de derechos humanos Rodolfo Bartelemí Coba señaló a Human
Rights Watch en marzo de 2009: "Vivimos las 24 horas del día pensando
que podemos ser detenidos". Diez días después de realizar esta
declaración, Bartelemí fue arrestado y trasladado a prisión, donde
permanece hasta el momento.

Las medidas del gobierno estadounidense destinadas a impulsar cambios a
través de un embargo indiscriminado han demostrado ser una decisión
costosa y equivocada, señaló Human Rights Watch. El embargo ha impuesto
profundas privaciones a la totalidad del pueblo cubano, y no ha
contribuido en absoluto a mejorar la situación de los derechos humanos
en Cuba. En lugar de aislar a Cuba, esta política ha aislado a Estados
Unidos y ha logrado que Washington perdiera el apoyo de posibles aliados.

"Pese a los nuevos líderes en La Habana y en Washington, Cuba continúa
suprimiendo el disenso, mientras que Estados Unidos impulsa la misma
política infructuosa de embargo", señaló Vivanco. "Como siempre, es el
pueblo cubano quien paga el costo".

"Un nuevo Castro, la misma Cuba" recomienda al gobierno de Obama
conseguir que la Unión Europea, Canadá y los aliados de América Latina
se comprometan a ejercer presión conjunta sobre Cuba para que esta
cumpla una única demanda concreta: la liberación inmediata y sin
condiciones de todos los presos políticos en el término de seis meses.

Entre estos se encuentran los 53 presos que padecen la privación de su
libertad desde la ola represiva que tuvo lugar en 2003 por orden de
Fidel Castro, así como decenas de personas que fueron encarceladas por
"peligrosidad" durante el gobierno de Raúl Castro.

Una vez alcanzado este compromiso conjunto, el gobierno estadounidense
debería poner fin a su frustrada política de embargo, afirmó Human
Rights Watch.

Si el gobierno de Raúl Castro no cumple esta condición, los miembros de
la coalición multilateral deberían imponer sanciones específicas, como
prohibir que los funcionarios del gobierno puedan viajar o postergar
nuevas formas de inversión extranjera. Estas medidas deberían ser
suficientemente importantes como para que tengan un impacto real en el
gobierno cubano, y no causar padecimientos a la población cubana en
general, señaló Human Rights Watch.

Cuba: Raúl Castro encarcela a los críticos y suprime el disenso | Human
Rights Watch (18 November 2009)
http://www.hrw.org/en/news/2009/11/18/cuba-ra-l-castro-encarcela-los-cr-ticos-y-suprime-el-disenso

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