viernes, 7 de agosto de 2009

A QUINCE AÑOS, DE LA SUBLEVACIÓN DE LA HABANA

A QUINCE AÑOS, DE LA SUBLEVACIÓN DE LA HABANA
2009-08-07.
Héctor Julio Cedeño Negrín, Periodista Independiente

(www.miscelaneasdecuba.net).- Ciudad de la Habana, 6 de agosto de 2009.- Este miércoles, 5 de agosto, se cumplieron los primeros quince años del gran alzamiento popular de la Ciudad de la Habana. Y en el día de hoy, el terror de la dictadura se ha multiplicado.
Recuerdo que aquel 5 de agosto del 1994, Fidel Castro se estremeció de miedo. Y ante la posibilidad muy real del derrumbe de su dictadura, tomó medidas extraordinarias.

Nunca antes vi la ciudad militarizada como en un estado de sitio. Pero como en la Presidencia del Gobierno de los Estados Unidos se hallaba un Presidente realmente inepto e incluso ambiguo, la suerte del dictador cubano lo mantuvo a flote, al poder canalizar una emigración masiva.

Esa emigración funcionó como verdadera válvula de escape, para el conflicto siempre latente, de la sociedad cubana. Pero lo que constató en estos días es, precisamente, el incremento de ese miedo de la dictadura. En esto coincido con Ángel De Fana y sobre ello he escrito algo anteriormente.

Les cuento ahora: Resulta que el día miércoles 5 de agosto de 2009 salí de la casa a eso de la 1.30 PM. Como vivo casi al pie del Capitolio Nacional, me resultó fácil tomar la calle Galiano y dirigirme por ella hasta la calle San Lázaro al pie del hotel Deauville.

Llevaba en el cinto, una cámara Panasonic modelo Lumix, que me habían regalado grandes amigos desde el exilio, la cual siempre he protegido mucho. Y en la mano, enrollado, un periódico Miami Herald impreso desde su versión digital.

En una hoja que quedó en blanco, de la publicación, con una dimensión de 17 x 11 1/2 pulgadas, escribí: 1994, 15 AÑOS.

El objetivo era que alguien me hiciera una foto con ese pequeño cartel, al pie del malecón, como testimonio del lugar donde comenzó aquella sublevación histórica, y utilizarla como apoyo para una crónica periodística.

Realmente no había nadie a la vista; el malecón estaba completamente vacío, aparentemente. Le digo a un muchacho que se acababa de bajar de un vehículo que si podía hacer esa foto, y asintió.

En ese instante comenzaron a salir, como ratones de las cuevas, un número indeterminado de esbirros de la llamada Seguridad del Estado, corriendo hacia mí vertiginosamente. Yo recogí la cámara y corrí al contrario de ellos, o sea, desde malecón hacia San Lázaro, entre los vehículos y evadiéndolos.

Pero ya en la calle San Lázaro me alcanza un número indefinido de ellos y me tiran al suelo en medio de la calle. La emprendieron a golpes conmigo para que no gritara y quitarme la cámara.

Mi única defensa, entre alrededor de una decena de esbirros que me cayó encima, mucho más jóvenes y fuertes que yo, era precisamente llamar la atención de la gente.

Me atarugaron un trozo de papel por la boca y me golpearon, por la boca, la espalda y las costillas. Que aún siento dolor cuando hago un gesto algo brusco, a pesar de estar tomando antiinflamatorios para atenuar la hinchazón muscular.

Después de aquella ración me llevaron para la Segunda Unidad, sita en las calles Zanja y Dragones. El hecho ocurrió, aproximadamente, a las dos de la tarde del miércoles cinco de agosto de 2009.

Posteriormente me trasladaron hacia la Primera Unidad cita en Dragones esquina a Zulueta, donde permanecí todo el resto de la tarde y la noche, en un calabozo. De donde me liberaron a las doce del día, del jueves seis de agosto de 2009.

Debo denunciar que los esbirros de la dictadura de los hermanos Castro me robaron la cámara fotográfica con la memoria de cuatro Giga que poseía. Me rompieron hasta la camisa y el pantalón.

Parece que están en la ofensiva para robarnos las cámaras, muy efectivas por cierto para las denuncias, se las robaron también a Roberto de Jesús Guerra y a Carlos Serpa Maceira.

Cada vez esta dictadura se parece más a la de Batista y la Seguridad del Estado a los esbirros como Carratalá, Salas Cañizares, Esteban Ventura, Pilar García, Cornelio Rojas, etc., etc. Lo miran a uno con odio y cinismo. Nunca hombre alguno me pegó en la cara impunemente. Quien alguna vez lo hizo, tiene malos recuerdos de mí.

Un policía, para trasladarme hacia la Primera Unidad, me apretó tanto las esposas que aún tengo el hematoma y calambre en el brazo.

Tuve que hacer de tripas corazón, como dice el dicho, porque realmente no soy demasiado pacífico. Estos individuos ya actúan como los Gángsters de MasFerrer. Roban las cosas como si fuera un botín de guerra y se los reparten entre ellos. Se apropiaron igualmente de una credencial que uso como Periodista Independiente y de un sello donde se hermanan las banderas de Cuba y la de los Estados Unidos, obsequio del Embajador Norteamericano. Cuanto odio de Fidel y de sus esbirros, por los Estados Unidos. Infelices.

No usan nombres verdaderos, sino seudónimos, como hacen los cobardes, para no ser descubiertos. Se parecen a los "Ojos Bellos", Necolarde, Argimiro Saborit, etc., por sus acciones. A medidas que la dictadura se vaya descomponiendo se incrementarán los asesinatos y las torturas.

Profirieron todo tipo de amenazas por lo que escribo, me advirtieron que me están vigilando. Que a la primera mentira, me desaparecen. No me preocupa porque nunca miento. Y las trampas que me han tendido siempre las he detectado a tiempo y las he podido sortear.

Todo ese aspaviento lo formaron por gusto, porque allí no habían testigos de mi presencia. Bueno, eso supuse yo, pero al salir del calabozo y dirigirme a mi casa me dijo un vecino: ¡Te vi por la antena en el Deauville!

También me dijo otro amigo que había visto a alguien parecido a mí. Sé que al ir para el malecón vi a varios camarógrafos y periodistas extranjeros pero pensé que se habían ido. Aún no he podido confirmar ese hecho. Realmente yo fui, negligentemente, completamente solo. Claro, no creí que hubiera ningún problema con mi presencia. Parece que me equivoqué.

A QUINCE AÑOS, DE LA SUBLEVACIÓN DE LA HABANA - Misceláneas de Cuba (7 August 2009)
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=22156

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