sábado, 17 de diciembre de 2016

La base material de la alegría

La base material de la alegría
REINALDO ESCOBAR, La Habana | 16/12/2016

En el catecismo marxista se establece que la materia es primero que el
espíritu. A partir de este big bang conceptual se estructura la doctrina
en la que se concatenan de forma más o menos armónica todas las
categorías: la propiedad social sobre los medios de producción, la ley
fundamental de distribución socialista o la dictadura del proletariado.

A partir de esta clave se explica que la fidelidad matrimonial se debe a
la aparición de la propiedad privada y que la ambición de riquezas solo
quedará anulada de la condición humana cuando los bienes materiales
corran a raudales debido al aumento de la productividad fruto del
dominio de la naturaleza.

Para los fieles seguidores de esta forma de pensamiento la alegría en
los seres humanos no es otra cosa que el resultado de la ingesta de
bebidas alcohólicas en un ambiente en el que la música y los chistes
favorecen el contacto social, la sonrisa, los vítores, la carcajada. O
sea, la gente no bebe, canta y se ríe porque esté contenta, sino al revés.

En los días del final de diciembre los cubanos suelen soltar sus ganas
de festejar. Las Navidades y el fin de año se juntan para propiciar
intercambio de regalos, cenas de Nochebuena, improvisados coros de
nostálgicos villancicos, propósitos para el futuro, besos furtivos a la
medianoche, cubos de agua que se arrojan a la calle para que lo malo se
vaya y paseos con maletas con el deseo de favorecer mágicamente un viaje
a otra parte del mundo.

Con su provisional cuerno de abundancia, la alegría prevalece y se
descorchan botellas, mientras otros comen o bailan y alguien abre la
puerta para recibir al recién llegado que no se quería perder el festín
en el que transitoriamente el malestar de la cotidianidad quedará
relegado a un segundo plano.

Sin embargo, en estos días que le quedan al mes de diciembre, por un
motivo que pretende ser luctuoso, desde ciertas instancias más o menos
oficiales, se está "bajando la orientación" de que hay que moderar el
alborozo y, en medio de posposiciones de parrandas, prohibición de
celebraciones en los centros de trabajo o estudio, corren insistentes
rumores de que la bebida desaparecerá a partir del día 20, no habrá
fuegos artificiales y la música no podrá oírse tan alto ni siquiera en
los hogares.

Los marxistas son así. Están íntimamente convencidos de que eliminando o
menoscabando "la base material de la alegría" podrán impedir que el
júbilo brote en los corazones, surjan los motivos de agradecer la vida y
las chispas de esperanza iluminen el camino. A fin de cuentas, sostienen
que la materia es primero que el espíritu.

Source: La base material de la alegría -
http://www.14ymedio.com/blogs/desde_aqui/base-material-alegria_7_2127457234.html

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