sábado, 17 de diciembre de 2016

El peligro de regresar a Cuba con un pasaporte oficial

El peligro de regresar a Cuba con un pasaporte oficial
mpenton@elnuevoherald.com

Los cubanos que residan en el extranjero y vayan a viajar a la isla
deben tener en cuenta que más vale no llevar un pasaporte rojo.

Esa fue la lección que aprendió el músico cubano Yunier Lechuga Maulín
cuando este martes llegó al Aeropuerto Internacional José Martí de la La
Habana en un vuelo procedente de Tampa.

La diferencia entre presentar un pasaporte oficial (rojo) y uno
corriente (azul) puede suponer la inclusión automática en la lista de
los que tienen autorización para entrar y visitar a sus familiares, como
le sucedió a su novia, o en la de los que tienen impedida la entrada por
ocho años en el país bajo el estigma de "desertor".

"Fue el día más perro y más frustrante de toda mi vida", explica el
artista a el Nuevo Herald.

Interrogado por las autoridades inmigratorias cubanas, Lechuga reveló
que había salido del país en el 2014 con un pasaporte oficial rumbo a
Cancún.

El cantante, de origen cienfueguero, había sido contratado a través de
un convenio del Instituto Cubano de la Música para cantar en hoteles de
ese polo turístico en un modelo de negocio similar al que utiliza el
gobierno cubano con el personal de salud, reservándose una parte de la
ganancia.

Una vez en México, el artista decidió abandonar la agrupación y emigrar
a Estados Unidos.

"Los músicos queríamos ir a México para obtener un FM3 [un visado de
visitante temporal], pero una vez allí, cuando escuché los rumores que
con las relaciones entre Cuba y Estados Unidos peligraba la Ley de
Ajuste Cubano, me lancé a la frontera", relata Lechuga.

El músico alega que no sabía que el pasaporte oficial se usa solamente
para viajes tramitados por los organismos del Estado, como médicos,
deportistas, militares o cooperantes en el exterior.

Abandonar la misión para la que han sido contratados, que supone una
fuente de ingresos clave para la isla, es un delito penado con la
prohibición de entrada a Cuba por un máximo de 8 años.

Para Grisel Ibarra, abogada de inmigración, "es imposible que no supiera
que estaba en una misión oficial cuando aceptó el pasaporte rojo".

"Él no solamente ha afectado su entrada a Cuba, sino que en un futuro va
a afectarlo si decide hacerse ciudadano de Estados Unidos. Trump no es
Obama", dijo Ibarra.

Lechuga cuenta que a su llegada a la frontera estadounidense le hicieron
"muchas preguntas" sobre su pasaporte oficial.

"Como negué que fuera militar o médico, el agente de la Policía
Fronteriza me dijo que me deshiciera de él e hiciera todos mis trámites
con el azul", comenta.

Una vez que el joven se acogió a la Ley de Ajuste y recibió su
residencia, quiso volver a la isla para no perder la cubana, tal y como
permite la ley. Según la legislación vigente, un cubano que regrese
antes de los dos años de su estancia en el exterior puede ejercer su
voto en las elecciones nacionales, heredar y hacer uso del sistema de
salud público y gratuito. Además, se le permite entrar una vez al año
artículos adicionales pagado en la Aduana con moneda nacional, una norma
que muchos aprovechan para equipar sus hogares con productos comprados
en el exterior.

Lechuga pagó cerca de $100 para recibir el permiso de entrada, un
trámite que realiza la embajada cubana en Washington y es un requisito
imprescindible para quienes residen en el exterior y desean visitar su
país de origen.

"Mi propósito al regresar a Cuba era filmar algunos fragmentos de un
videoclip que estoy preparando con la canción Guantanamera. La ciudad en
que resido [Tampa] fue la cuna de la revolución contra España. Martí
está vivo allí y quería rendir homenaje al Maestro con mi obra", explica
Lechuga, aunque reconoce que también le movían un interés económico para
mantener la doble residencia.

"Lo que viví en el aeropuerto fue un martirio", relata.

La bienvenida se la dieron tres funcionarias de la Aduana que se
presentaron como "agentes VIP" para agilizar los trámites y pasar el
equipaje "a cambio de un pequeño regalo".

"A las personas que aceptaban pagar sobornos les agilizaban el paso del
equipaje y era revisado muy levemente. Los demás suelen esperar mucho o
pagar elevadas sumas en caso de que lleven sobrepeso", explica.

Al pago de sobornos se une el robo en algunos de los equipajes.

"Según me ha contado mi novia, cuando desempacó las cosas en Cuba
faltaban piezas de ropa e incluso desapareció un zapato, pero dejaron el
otro en la maleta", comenta. "Es una verdadera mafia lo que hay
organizado allí con la anuencia de las autoridades", añade.

Al conocer que Lechuga tenía un pasaporte oficial, el encargado de la
Aduana le comunicó que no podía ingresar al país y que sería devuelto a
la ciudad de donde venía.

"De nada valió que intentara defenderme y preguntara las razones para
impedirme entrar al país. Me respondieron que yo era un desertor", explica.

El artista cuenta que no tuvo oportunidad de conversar con los
responsables de la decisión de expulsarlo y cuando reclamó el dinero que
le cobró la embajada cubana en Washington, la respuesta del oficial de
migración fue tajante: "Aquí se hace lo que nosotros mandamos y usted no
podrá entrar a Cuba en 8 años".

Este diario intentó sin éxito obtener una respuesta de la sede
diplomática cubana en Washington.

La abogada Ibarra agrega que su problema no se limita a la entrada
frustrada a Cuba, sino que "desde el punto de vista migratorio, le ha
dicho al gobierno americano con su viaje que no tenía ninguna base para
obtener el asilo", lo cual en un futuro podría ser fuente de problemas.

Los cubanos que están llegando "no son refugiados políticos. Son
asilados económicos", dice.

El cantante afirma que después de esta "amarga experiencia" seguirá
trabajando en su música. "Ya tengo un nuevo disco que titulé 'Para que
te enamores'. No me van a quitar la ilusión de trabajar por mi arte y el
homenaje a Martí va".

Este artículo es parte de un convenio entre el Nuevo Herald y 14ymedio.

Siga a Mario J. Pentón en Facebook y Twitter: @mariojose_cuba

Source: El peligro de regresar a Cuba con un pasaporte oficial | El
Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/cuba-es/article121287578.html

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