viernes, 15 de julio de 2016

Zapeando en el ‘paquete’ (mucho) y en la programación nacional (poco)

Zapeando en el 'paquete' (mucho) y en la programación nacional (poco)
ZUNILDA MATA, La Habana | Julio 14, 2016

Con el durofrío en la mano y las chancletas quitadas frente a la
pantalla, pasaban buena parte de sus vacaciones los niños cubanos a
finales del siglo pasado. La programación televisiva de verano
constituía entonces una de las pocas opciones recreativas, pero en la
actualidad la competencia con el paquete y la mala calidad de los
programas nacionales le han restado protagonismo.

En un intento para frenar la caída de su audiencia, el Instituto Cubano
de Radio y Televisión (ICRT) ha programado 48 películas semanales, la
cobertura de los Juegos Olímpicos de Río 2016, producciones cubanas y
extranjeras, además de las ya tradicionales retransmisiones de series y
telenovelas. Los espacios deportivos y dramatizados de estreno serán
protagónicos, según Fabio Fernández, director de Contenidos y
Programación de la Televisión Cubana.

Como rival de la opción estatal se halla el ilegal paquete, que en su
edición semanal contiene 990 gigabytes de materiales audiovisuales. En
40 carpetas, se incluyen al menos seis películas de estreno en alta
definición, unos 30 filmes entre clásicos y recientes, más de 150
series, algunas de ellas actualmente en la programación de la televisión
cubana y otras que ni siquiera han llegado a la cartelera oficial.

Las propuestas del ICRT poco pueden hacer ante los 48 shows televisivos
que trae cada semana su competidor informal, sus 25 tráileres, la docena
de discos con música internacional y más del doble de producciones
musicales y videoclips del patio. Todo eso coronado con cerca de 130
documentales variados y medio centenar de partidos deportivos de todo tipo.

En conferencia de prensa en el Pabellón Cuba, el especialista principal
de la Televisión Cubana (TVC), Freddy Suárez, aseguró que el 91% de
encuestados en una pesquisa realizada por la entidad señaló a la
programación televisiva oficial como su opción recreativa preferente,
algo que contrasta con el elevado consumo de materiales audiovisuales
obtenidos en las redes alternativas de distribución y las opiniones de
los clientes.

Con 42 años y un televisor de 52 pulgadas en la sala de su casa, Laura
Caballero se considera una "televidente en retirada". Trabajó durante
varios años vinculada al ICRT, pero ahora "ni siquiera" tiene "una
antena para sintonizar la programación nacional". Argumenta que prefiere
consumir "a la carta" y tener un suministro "más actualizado" de series
y películas.

Las dos hijas de Caballero, de 18 y 20 años respectivamente, tampoco
consumen la cartelera televisiva nacional. "Es muy diferente a cuando yo
era niña y adolescente, cuando estábamos condenados a dos canales"
explica la madre. "Ellas siguen las telenovelas por el paquete y en su
círculo de amigos todos hacen los mismo".

El escritor y presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba,
Miguel Barnet, lamentó hace pocas semanas que los jóvenes cubanos
prefieran quedarse en sus casas viendo "tantas películas chatarra" y en
el III Pleno del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC)
se les llamó "productos seudoculturales que reproducen e imponen
patrones de la sociedad de consumo".

Sin embargo, la programación televisiva de verano también echa mano de
esa supuesta "chatarra". Las películas de Estados Unidos, por las que el
ICRT sigue sin pagar derecho de transmisión, salpican la cartelera de
julio y agosto, junto a las series robadas al vecino del norte y los
documentales pirateados del Discovery Channel.

En la cosecha nacional, apenas se cuenta en el canal Cubavisión con la
revista musical campesina La Guardarraya, el poco afortunado programa El
yerbero, conducido por Alden Knight y @PPTV, espacio de opinión y debate
sesgado por la falta de diversidad que ha lastrado todos los intentos
anteriores de fomentar la discusión frente a las cámaras.

La segunda temporada del programa de competencia Sonando en Cuba se
encuentra entre los pocos momentos made in Cuba que generan
expectativas, mientras que el esperado policíaco cubano Uno ya ha dejado
ver sus esperpénticos personajes, de policías buenos-buenos y criminales
a los que hay que aplastar sin conmiseración con todo el peso de la ley.

El resto de las horas al aire se ha rellenado con retransmisiones de,
por enésima vez, Los pequeños fugitivos, el popular Su propia guerra,
que en su momento levantó pasiones y al que ahora se le ven las gruesas
costuras de la ideología por todos lados y los somníferos capítulos de
Tras la huella, mala copia del estadounidense CSI.

Con semejantes opciones, la televisión cubana apenas puede enfrentar a
su contrincante principal. El paquete seguirá señoreando en las
preferencias y llenando las pantallas durante este verano, aunque desde
el poder lo estigmaticen y desde el ICRT lo intenten emular.

Source: Zapeando en el 'paquete' (mucho) y en la programación nacional
(poco) -
http://www.14ymedio.com/sociedad/Zapeando-paquete-programacion-nacional_0_2034996482.html

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