La UNPACU siempre por la UNIDAD, pero con mayúsculas
JOSÉ DANIEL FERRER | West Palm Beach | 18 de Julio de 2016 - 11:16 CEST.
Hace ya bastante tiempo llegué a la no difícil conclusión de que si la
dictadura castrista ha durado tantos años, no se debe solamente a que
desde un inicio se buscó el apoyo del imperio soviético, se apoderó de
todos los medios de producción y de prensa y desarrolló una gigantesca e
infame maquinaria de terror. También, quienes durante los últimos 25
años nos hemos enfrentado, o fingimos enfrentarnos, a este oprobioso
régimen, tenemos nuestra cuota, mayor o menor, de responsabilidad en
ello por nuestro más o menos defectuoso trabajo.
Tenemos, mayor o menor, responsabilidad en que la dictadura haya
permanecido durante más de dos décadas, después de la caída del bloque
soviético, quienes con mucho amor, pero pocos conocimientos y mala o
defectuosa información, nos hemos enfrentado al régimen. Y quienes con
muchos conocimientos y buena información, pero con poco amor, hemos
dicho que luchamos por la democracia.
Somos también responsables de que la dictadura haya permanecido más
tiempo del que toda lógica presagiaba, quienes fingimos un firme
compromiso con la causa y en verdad somos muy hábiles planificadores y
actores que en vez de motivar y animar a nuestros conciudadanos para que
se sumen a la lucha, lo que hacemos es desprestigiar la causa con
nuestras acciones cuyo principal fin es emigrar a EEUU para disfrutar en
esta nación de los derechos, libertades y prosperidad que han alcanzado
durante más de dos siglos de luchas y esfuerzos. Y no estoy hablando de
los sacrificados y honestos que durante años enfrentaron prisión,
torturas y otras muchas infames acciones represivas y terminaron, por
razones comprensibles, saliendo al exilio. Como en toda cuestión hay
también otras excepciones.
No hace falta graduarse en psicología y sociología en Harvard, para
saber quiénes son unos y quiénes los otros, y cuál es la frontera que
los separa.
Tienen también responsabilidad en que aún no tengamos una Cuba libre,
democrática, justa y próspera, quienes en el exterior, sean individuos o
grupos de cubanos exiliados influyentes, u ONGs y gobiernos solidarios,
ya sea por desinformación, torpeza, desidia, intereses particulares, o
una combinación de estos, sobredimensionan el liderazgo de activistas
cuyo potencial es mínimo o inexistente y no ven, o ven y no apoyan
debidamente el liderazgo y activismo real, visible y que en verdad
avanza entre el pueblo.
Y no hace falta graduarse en psicología y sociología en Yale, ni
trabajar para la CIA o el Mossad para saber quiénes son unos y quiénes
los otros, y dónde terminan unos y comienzan los otros.
Han obstaculizado y obstaculizan la causa por la libertad, en mayor o
menor medida, quienes inventan e inflan proyectos y activismo, y los hay
bastante, para recibir apoyo económico e ir viviendo, viajar al
extranjero, o ir construyendo su imagen de candidato presidencial para
cuando los buenos, esforzados y valientes hayan democratizado a Cuba.
Causan serios problemas quienes en el exilio no son capaces de donar
desinteresadamente una hora de su trabajo a los verdaderos patriotas que
luchan dentro, pero si nos tratan de hipnotizar como serpiente a su
víctima para pedir, en nuestro nombre, algún grant (subvención). También
están los generosos que cometen el error de donar de lo mucho o poco que
tienen sin comprobar quién es y cuál es la obra del receptor de su
contribución. Y que nadie me pregunte quiénes son. Quien no sepa quiénes
son o diga que no sabe, es porque no quiere saberlo o finge que no está
enterado.
Y no hay que estudiar en Oxford ni trabajar para el MI6 del Reino Unido
o el FSB de Rusia para saberlo. Basta con observar y sabrán qué fruto da
cada árbol.
Estos son solo algunos de los motivos que han favorecido a la dictadura.
Por suerte, y eso nos hace sentirnos optimistas, muchos hemos aprendido
de nuestros errores y cada vez se desarrolla mejor la lucha. Cada vez
estamos más cerca de la libertad y la dictadura más cerca de su fin.
UNIDAD con mayúsculas, para triunfar, no para decir que estamos unidos
por estar unidos, para conseguir un viaje o unos miles de dólares o para
quedar bien con algún amigo en el exterior. Solo sobre la verdad
consolidamos nuestra lucha y el futuro en verdadera democracia.
Sin dudas la unidad es de vital importancia en todo proceso de lucha por
la libertad, la democracia y la justicia. En la Unión Patriótica de
Cuba, UNPACU, estamos a favor y defendemos enérgicamente la UNIDAD. Sí,
pero unidad con mayúsculas. Estamos seguros de que hay unidad que
frustra, paraliza y hasta nos hace retroceder en el camino que con mucho
sacrificio venimos avanzando. Y esa unidad no es buena, es falsa. Es
peor que la falta de unidad o la aparente falta de unidad. Y digo
aparente falta de unidad, porque en la práctica quienes debemos estar
unidos, lo estamos más de lo que algunos creen. Y para darse cuenta de
ello no hay que ser el Oráculo de Delfos ni trabajar para el CNI de España.
Para alcanzar una efectiva UNIDAD quienes participen del proceso deben
ser realistas y justos, patriotas conscientes y desinteresados. Es
imposible un proceso serio de unidad si de inicio en las tomas de
decisiones participan, con igualdad de votos, organizaciones con real y
visible membresía y activismo y otras sin apenas miembros y hasta sin
miembros ni labor visible. En la Cuba del "hombre nuevo" que intentó
crear el castrismo, no creo ni en escritos ni en fotografías que muchos
falsifican, solo creo en lo que veo directamente, en lo que confirmamos
con nuestros mejores observadores, o en lo que nos muestran vídeos que
ilustran con claridad lo que en realidad está sucediendo. "Mal me
quieren mis compadres y comadres porque digo la verdad". Pero la seguiré
diciendo, porque cuando no se dice, se daña la justa causa que
defendemos. Es muy peligroso y hasta mortal no diagnosticar a tiempo la
enfermedad y no aplicar a tiempo medicina efectiva.
Todos somos necesarios y todos debemos dar nuestro mejor aporte, pero
quien tenga capacidad de sargento y resultados de sargento, no puede
pretender ser general y dirigir estructuras dinámicas que ni siquiera
imagina cómo se pueden crear y mantener funcionando. No nace sano lo que
comienza con demasiado protagonismo de quienes no han sabido ser
protagonistas en la labor directa con el pueblo. No estaremos en
estructuras donde primen la exageración, el fraude y la incapacidad de
obtener resultados comprobables. Lo que no se ve, lo que no se muestra,
lo que no se mueve, no existe.
En la UNPACU estamos convencidos de que para democratizar a Cuba se
necesita del concurso de miles de cubanos y para mover a la lucha a
miles de cubanos por toda la nación hay que desarrollar un firme,
valiente, inteligente e integral activismo que libere cada día a más
personas. Nadie con temor a la prisión, a las golpizas, nadie sin un
activismo valiente visible, alienta a otros y goza de la confianza del
cubano de a pie paralizado por décadas de terrorismo de Estado. Quien no
se ha liberado no puede liberar. Un solo represor impediría que cien
ciudadanos demasiado temerosos se reúnan o apoyen a un candidato
opositor. Quien no se sacrifica y muestra su obra con hechos, no podrá
conducir nunca a un pueblo muy desconfiado por tantos engaños sufridos a
alcanzar su completa libertad.
Ahora bien, no basta con haber vencido el miedo que paraliza, sin vencer
el miedo no se puede, pero sin un creativo y creciente activismo social
que toque los corazones y las conciencias del pueblo que sufre miseria y
opresión, tampoco se puede articular un verdadero movimiento que dé
lugar al cambio.
El activismo político, inteligente y valiente y el activismo social
deben coordinarse e integrarse bien y deben divulgarse debidamente por
todo el territorio nacional diariamente, todos los días de la semana,
todas las semanas del mes y todos los meses del año. Que nadie me diga
que se puede tener fe en un mini activismo de unas pocas horas dentro de
Cuba y de muchos días de viajes por el extranjero. Entre quienes
desarrollan todo este activismo integral y bien combinado deben existir
sólidas y efectivas redes de solidaridad y hospitalidad que solo
fructifican en un clima de confianza.
Con quienes comprendan lo antes expresado y tengan un trabajo visible,
comprobable, en estos campos o en algunos de ellos, estamos dispuestos a
trabajar. Y lo venimos haciendo. Con quien no, no lo haremos. Con
quienes den un aporte comprobable a la causa, desde dentro o desde el
exterior, y comprendan cuál es el nivel que según nuestro aporte nos
corresponde en la toma de decisiones, estamos dispuestos a estructurar
la UNIDAD o las alianzas que hagan que nuestra lucha produzca el cambio
que tanto necesita nuestro pueblo, lo más pronto posible.
La situación se torna cada día más compleja y a la vez favorable para
que sumemos pueblo a la lucha por una Cuba "con todos y para todos",
libre, justa, próspera y fraterna. La UNPACU continúa avanzando en sus
objetivos. Mientras tanto, estaremos observando y buscando consolidar
nuestras relaciones con quienes creemos que saben luchar por el
bienestar de la nación.
La UNPACU tiene activistas, activismo, patriotismo, valor, programa,
estrategia, tácticas, proyectos, labor de inteligencia y
contrainteligencia… Y sobre todo mucho amor y humildad. Dispuestos
estamos a luchar con todos los buenos y regulares, a compartir
experiencias, ayudar y enseñar a quienes quieran hacerlo mejor.
El pueblo se va levantando, mejoremos nuestro ritmo, el momento lo
exige, la libertad puede estar muy cerca, depende de nosotros, no
defraudemos a quienes debemos animar y conducir a la conquista de la
libertad y a la construcción de una Cuba mejor.
Source: La UNPACU siempre por la UNIDAD, pero con mayúsculas | Diario de
Cuba - http://www.diariodecuba.com/derechos-humanos/1468833368_23925.html
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