Cubanos contra cubanos
Ahora el gobierno estimula la cizaña contra los boteros
Miércoles, julio 27, 2016 | Orlando Freire Santana
LA HABANA, Cuba.- Una de las estrategias adoptadas por las autoridades
de la isla para impedir la unidad de los ciudadanos en contra de las
políticas gubernamentales ha sido echar a pelear a unos cubanos contra
otros.
Un ejemplo de ello lo observamos en 1980, a raíz de los acontecimientos
en la Embajada del Perú y la posterior salida de cien mil personas por
el puerto de Mariel rumbo a las costas de la Florida.
En ese momento el castrismo quedó estupefacto ante la evidencia de que
tantas personas quisieran abandonar el "paraíso socialista", y no halló
otra salida que declarar como escorias y delincuentes a todos aquellos
que emigraban. En ese contexto las autoridades organizaron los
tristemente célebres mítines de repudio, mediante los cuales los
incondicionales del régimen la emprendían a golpes y maltratos contra
quienes que se marchaban.
Después, en los años 90, fueron creadas las brigadas de respuesta rápida
con el objetivo de que los simpatizantes del gobierno pudieran reprimir
la más mínima manifestación contestataria por parte de la población.
Estas brigadas han devenido en un cuerpo profesional dispuesto a
movilizarse a cualquier hora y en cualquier parte, aun si desconoce a
los represaliados. Particular destaque han tenido estos brigadistas en
las golpizas propinadas a las Damas de Blanco.
Y, por supuesto, esa política de azuzar a unas personas contra otras no
podía faltar en momentos como los actuales, cuando otro Período Especial
se anuncia en el firmamento.
Tras el anuncio del General-Presidente de que el país enfrentaría
dificultades económicas en el segundo semestre del año, y la dificultad
de muchos choferes para adquirir combustible, algunos transportistas
privados elevaron las tarifas de viaje. Ante la imposibilidad de mejorar
el servicio estatal y no poder competir con los privados, el gobierno
habanero optó por topar los precios del pasaje al nivel que estaban
antes del discurso de Raúl Castro, y brindar un número telefónico para
que las personas denunciaran a los choferes "infractores".
Los días transcurridos han corroborado lo que casi siempre sucede cuando
se topan los precios por decreto: sobreviene la escasez, manifestada en
este caso por la menor presencia de taxis particulares en las calle
habaneras, con el consiguiente tumulto o larga espera cada vez que los
agobiados pasajeros precisan de tomar un auto de alquiler.
Además, la nueva situación se presta para que pasajeros inescrupulosos
hagan de las suyas. En su edición del 21 de julio, el periódico Juventud
Rebelde ("Un alerta saludable") publica la queja de un taxista privado
que se vio afectado por el comportamiento de una señora que, al parecer,
aplicó aquello de que "a río revuelto, ganancia de pescadores".
La pasajera, que transitó un itinerario usualmente valorado en 20 pesos,
pagó solo cinco pesos al bajarse del vehículo, y le dijo al chofer que
si le exigía más dinero lo denunciaría al referido número telefónico.
El chofer, por su parte, decidió llamar a ese número telefónico para
informar de la anomalía que había sido víctima, y recibió por respuesta,
¡increíblemente!, la advertencia de que si algún pasajero lo denunciaba
le sería retirada la licencia para ejercer como transportista por cuenta
propia. .
Una vez más los gobernantes crean las condiciones para que crezca la
cizaña entre los cubanos.
Source: Cubanos contra cubanos | Cubanet -
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