Una respuesta necesaria
diciembre 29, 2015 1:49 pm·
San Agustín, La Lisa, Nelson Rodríguez Chartrand, (PD) ¿Cómo, si usted
dice que vive en una dictadura, es posible que desafíe al gobierno y no
esté encarcelado?
Sí, estimado lector, he comenzado éste, mi último artículo del año, con
una pregunta que algunos lectores me han realizado en sus comentarios a
varios artículos que he publicado. Por ser dicha interrogante bastante
recurrente, considero merece una respuesta necesaria. En primer lugar,
por el respeto que esos lectores se merecen, y en segundo lugar, porque
mi conciencia no me permite culminar el año a sabiendas que hay quienes
aún dudan que haya una dictadura en Cuba.
Si hay algo que me he propuesto en mis modestos artículos durante todo
éste año, ha sido precisamente demostrar el carácter dictatorial del
sistema de gobierno cubano, encarnado en los genes de la propia
Constitución y sus diabólicas leyes. Creo, además, haber demostrado con
creces que el sistema jurídico en Cuba lo es sólo en apariencias, pues
lo que realmente existe es el imperio de la voluntad de la muy reducida
élite gobernante, y no el imperio de la ley propio de las democracias.
No les quepa ninguna duda, pero absolutamente ninguna duda, que el único
lugar reservado para los disidentes cubanos honestos, quiero decir, los
que no han pactado con la dictadura, es la cárcel, la marginación
social, la asfixia económica, y una inseguridad e incertidumbre perenne:
sus vidas quedan a merced de la voluntad de la dictadura.
Por ejemplo, no es secreto para ningún cubano, incluso ni para los
mismísimos gobernantes, que el sistema institucional en Cuba es
ineficiente, manipulado por ellos, y esencialmente corrupto; sin
embargo, como ésta es una realidad que nuestros diablos del poder no
quieren escuchar, para mantener el disfraz ya nada creíble de ángeles, a
quien lo devele por cualquier medio, como lo hago en éste instante, la
ley les reserva de tres meses a un año de privación de libertad o multa
de cien a trescientas cuotas, según lo estipula el artículo 204 del
Código Penal, verdugo implacable de nuestro pueblo. Si además acusa a
los gobernantes cubanos de dictadores inescrupulosos, como hago ahora,
también el propio artículo les reserva la misma suerte.
Quien no comparta, por ejemplo, con los principios del socialismo como
no comparto yo, y haga públicas sus razones utilizando cualquier medio
de expresión, haciendo uso del ejercicio de éste derecho humano, pudiera
ser condenado a largas penas de privación de libertad por el delito de
propaganda enemiga.
Podría pasarme horas mostrándoles ejemplos de éste tipo, pero como ya lo
he hecho durante todo este año, no quisiera hacerles perder más tiempo,
pero para que puedan tener una idea más clara sobre esto, les diré, que
en la tristemente célebre primavera negra del año 2003, donde fueron
condenados a largas penas de cárcel a 75 pacíficos cubanos abanderados
de la libertad y la justicia, en la mayoría de los casos se tomaron como
pruebas condenatorias, el hecho de habérseles incautado en sus hogares,
nada más y nada menos que ejemplares de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos.
En fin, son muchos los delitos reservados para los que pacíficamente,
utilizando como arma u lápiz y un papel, desenmascara la cara oculta de
la dictadura, siendo todos ellos, sin excepción, prisioneros en
potencia, esperando, día a día, minuto a minuto, y segundo a segundo,
ser devorado por la tristeza y la soledad en las garras de las cárceles
cubanas.
Muchas gracias y hasta la próxima, deseándoles de todo corazón mucha
salud, paz espiritual y amor para el año venidero.
¡Adelante la Libertad!
nelsonchartrand@gmail.com, Nelson Rodríguez Chartrand
Source: Una respuesta necesaria | Primavera Digital -
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