viernes, 3 de febrero de 2012

Conferencia del Partido Comunista: una burla más al pueblo cubano

Conferencia del Partido Comunista: una burla más al pueblo cubano
[02-02-2012]
Yusmila Reyna Ferrera
Directora de APLO, corresponsal de Misceláneas de Cuba

(www.miscelaneasdecuba.net).- Raúl Castro se burla de su propia
militancia, al considerarlos pocos experimentados y maduros para asumir
las funciones del estado y el gobierno, ya que pondrían en peligro la
revolución, quitándole a estos la posibilidad de elegir libremente quien
pueda guiarlos incluso bajo su propia creencia, mostrando su oportunismo
para seguir en el cargo, su arrogancia y autosuficiencia, insuficiente
por demás, ya que la propia gestión gubernamental desarrollada por los
supuestamente capaces como él, han llevado en estos 53 años el país a la
ruina.

Qué moral le asiste a Raúl Castro para decir que lo primero es la
calidad moral, cuando él junto a su hermano son los máximos responsables
de las penurias que vive el pueblo cubano. Sus errores sí han tenido
repercusión estratégica, pues la división de la nación es imperdonable,
el atraso, la desesperanza, los fusilamientos, encarcelamientos,
intimidaciones a todo el que se le oponga. Las deplorables condiciones
de los servicios e infraestructuras, viviendas habitadas, pero que no
son habitables, salarios que no alcanzan ni para un par de zapatos,
desempleados por todas partes, aguas contaminadas para el consumo de la
población, ausencia de leche, carne, granos, sal, azúcar, ,
etc.(hambruna en sentido general). Incremento de la desvalorización de
la sociedad cubana, aumento de la prostitución, el robo, la violencia,
la falta de calidad en la educación y la salud, la deshumanización del
cubano, puesto por esa "benévola revolución" unos contra otros.

De qué moral habla ese presidente, cuando han tergiversado la historia
de nuestro país, manipulando el pensamiento de los verdaderos fundadores
de la nación como Carlos Manuel de Céspedes y Martí, cuando
intencionalmente cambian el concepto de patria y nación, asociándolos a
su revolución y socialismo, que solo a ellos le sirve.

José Martí nunca podría haber sido gestor de estas ideas de los Castro,
ya que sus pensamientos acerca del socialismo advierten del peligro para
los pueblos que este representa, por lo que unir la concepción
ideológica marxista-leninista a la martiana constituye una fragrante
farsa, ya que Martí dijo: "Esa futura esclavitud es el socialismo". Y
añadía profetizando: Todo el poder que iría adquiriendo la casta de
funcionarios, ligados por la necesidad de mantenerse en una ocupación
privilegiada y pingüe (abundante), lo iría perdiendo el pueblo…. De ser
siervo de sí mismo, pasaría el hombre a ser siervo del estado, y en ése
sistema socialista dominaría la comunidad del hombre, que a la comunidad
entregaría todo su trabajo…. El funcionario autocrático, abusará de la
plebe, cansada y trabajadora. Lamentablemente será y generará la
servidumbre. (Obras Completas, Tomo XV, 1975)

Por otro lado, la idea de partido unido no significa partido único, sino
representaba aunar los esfuerzos de todos los cubanos
independientemente de la corriente política a la que se afiliarán, con
un solo requisito para Martí, amar y respetar a la Patria, para lograr
su independencia del gobierno español. Además de que el Maestro
consideraba al partido solo como un instrumento para alcanzar los
objetivos libertarios, no para perpetuarse en el poder como han hecho
los hermanos Castro, y al respecto aseveró: "Siempre es desgracia para
la libertad que la libertad sea un partido" (Escenas Mexicanas, 1877)

A Raúl no le basta con tergiversar el pensamiento de Martí, también
trastoca los conceptos de patria, nación, asociándolos a su doctrina
revolucionaria e ideología marxista, cosa que entra en contradicción con
su negativa de concebir un país: con una oposición reconocida, en que
cualquier ciudadano del partido comunista o no, tenga derecho a ocupar
cargos importantes en el gobierno y las funciones del estado, donde
todos tengan la oportunidad de disentir ante las intervenciones de su
presidente sin temor, y trabajar para refundar su nación, sean de
izquierda o de derecha, donde los implicados o/ y acusados de realizar
las supuestas campañas que desde el exterior se realizan contra Cuba,
tengan el recurso de defensa de asistir o comparecer a los medios para
ejercer su derecho a réplica como lo permite la democracia. Se pueda
contar con una prensa que sea la contrapartida del gobierno y no su
aliado en el sometimiento y dominio sobre el pueblo, contribuyendo a
que sean engañados y silenciados.

De qué moral se mofa Raúl, cuando echa en tierra sus ideas de país más
culto, de miles de profesionales, de una educación envidiable, de un
país de gran cultura política, de un pueblo revolucionario, entonces
todos esos hombres y mujeres formados por la revolución no son capaces
de dirigirla y mantenerla? Entonces no se trata de que no existan
ciudadanos capaces, sino de que conscientemente él sabe, que ningún
profesional y hombre honrado, y con principios daría continuidad a este
desastre, que ha sido y es la revolución cubana o mejor la revolución de
los Castro.

Pues a estas alturas de tantos años de dolor y de retroceso de la
sociedad cubana, a muy pocos le queda algo de confianza en estos dos
pilares de la dictadura cubana (Fidel Castro y el partido comunista),
como lo fue para muchos en los primeros años deslumbrantes del triunfo
de la revolución, sobre todo para los sectores favorecidos con sus
políticas. Por ello ese partido, ciertamente podrá ser el único heredero
y digno de la confianza de Fidel Castro para que en Cuba se mantenga su
engendro caudillista, pero ya nunca serán ambos de la confianza del pueblo.

Claro, que no existe no una revolución, sino algún gobierno que no
cometa errores, pero en Cuba han sido tantos, garrafales y sistemáticos,
que se han convertido en horrores. No se puede llamar error al
genocidio, a los miles de desaparecidos y muertos, al miedo y la
despersonalización inducida, a la miseria humana y material, a la
eliminación de hábitos, costumbres y valores cubanos, a la división de
las familias, a los miles de ahogados en el mar, a la esclavitud de los
trabajadores, a la abolición de la dignidad y la libertad de los
cubanos, al orgullo pisoteado de la nación, a los miles de presos de
conciencia que han pasado por las no pocas cárceles cubanas, los
fusilados en juicios sumarios sin garantías judiciales ,a las huelgas de
hambre y el alto índice de suicidio en dichas prisiones, y tantas
violaciones más y victimas del comunismo, que no cabría lugar en estas
páginas.

De qué hombres corruptos y cobardes habla que no pueden tomar el poder,
acaso esos hombres, no son él y su aparato gubernamental, que han
saqueado este país hasta la médula para ellos y sus hijos, que no se
atreven a hacer elecciones libres, que no permiten una oposición
institucionalizada a su gobierno, que no permiten la; libertad de
prensa, que no permiten que el cubano lea y vea lo que quiera, a qué le
temen, cuál es su impecabilidad y valentía.

No se trata de que no existan hombres con capacidades, habilidades y
valores para conducir la nación cubana, sino que se les ha negado por la
fuerza durante estos 53 años de dominación hegemónica, al negarle la
posibilidad de crear y pertenecer a otro partido con un programa de
gobierno, que compita con el partido comunista único, la de elegir a su
presidente por el voto secreto, directo y libre, la posibilidad de
someter a referéndum la permanencia de los Castro en el poder y las
decisiones más importantes de la vida económica, política y social del
país. Se trata además, de que conscientes de sus horrores, el pueblo
cubano no los absolvería, por ello necesitan y sentirían pánico de
perder el poder en vida.

El Proyecto Varela demostró que existen cubanos con potencialidades y
visión para impulsar el Cambio en este país, dejando atrás
definitivamente tanta ignominia. Los miles de profesionales que
disienten en este país, afiliados o no a una organización opositora,
otros tanto que disimulan por pura supervivencia el apoyo al régimen. Y
por qué no, un grupo de militantes confundidos de su propio partido
comunista, que podrían aportan sus conocimientos en la construcción de
una sociedad democrática.

¿Cuál es la esperanza del cubano de mejorar su status quo?
Si ante todo lo que sufre, su representante máximo asevera, no que habrá
prosperidad económica, restablecimiento de las relaciones con Estados
unidos, que habrá concordia y paz entre los cubanos todos de dentro y de
fuera, que mejorarán los salarios posibilitando así, mejora de las
viviendas, alimentación y demás servicios básicos, apertura a las
libertades políticas, sociales, económicas y culturales, respeto a todos
los derechos ciudadanos, posibilidades de elecciones libres, apertura al
comercio internacional con países y entidades con poder de contribución,
etc, etc.

Sino, asegura que habrá más control del partido en los centros
laborales, exigencia, mayor peso de la ley, no se permitirá actividad
opositora, se mantendrá un solo partido, se continuará con la doctrina
marxista- leninista, que las decisiones adoptadas no serán la solución a
todos los problemas, se impondrá trabajar con mayor orden, disciplina,
exigencia, en fin que se perfeccionará el socialismo. Elementos todos
que en estos largos años no han dado resultado para desarrollar y hacer
un país más justo.

Unido a lo anterior, aparecen las demagógicas frases de unidad
indisoluble de la Patria, fortalecer la unidad nacional, concurso y
vínculo permanente con las masas, convicción de preservar la nación
cubana y las conquistas económico-sociales, autoridad moral de la
militancia, revolución de los humildes, por los humildes y para los
humildes, amplio y sincero intercambio de opiniones, favorecer las
discrepancias con naturalidad y respeto, y tantas mentiras más, que no
cabe otra cosa que decir:

Esta es una nueva burla a los cubanos y recrudecimiento del terror
castrista, que evidencian su nulo interés en el buen gobernar el país,
sino en mantenerse en el poder hasta que la muerte los separe, no
quedándole otra opción al pueblo cubano que exigirles y decirles que no
tienen derecho a seguir hundiendo el país, y que den paso a otros
cubanos, que sí existen, para realizar una gestión gubernamental en
beneficios de todos, sin falsas promesas.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=35042

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