domingo, 27 de noviembre de 2011

Sobre VII Congreso de los economistas cubanos a celebrarse en 2013

Sobre VII Congreso de los economistas cubanos a celebrarse en 2013
28-11-2011.
Elías Amor Bravo
Economista ULC

(www.miscelaneasdecuba.net).- Los economistas cubanos integrados en la
oficial ANEC, han anunciado la convocatoria de su 7º congreso para los
días 13 al 15 de junio del año 2013.

¿No les sorprende? A mí, no. De una organización que cuenta con 79.000
asociados y que elige un 26 de noviembre como fecha para anunciar el
Congreso que se va a celebrar casi dos años después, podemos esperar
cualquier cosa.

Ser Economista en Cuba no debe resultar muy fácil. Los que nos dedicamos
a esta profesión, sabemos lo complicado que es transformar en acción
técnica eficaz el conjunto de enseñanzas, ideología y mandatos que se
contienen en El Capital, de Carlos Marx.

Y hemos sido testigos del fracaso de la aplicación práctica del marxismo
a la ejecución de las políticas con el derrumbe del Muro de Berlín, y la
orientación de China hacia un sistema que no guarda relación alguna con
la oscuridad pesimista del maoísmo. Pretender que esas enseñanzas del
siglo XIX tengan algo que ver con la sociedad del conocimiento y la
globalización del siglo XXI es como tratar de que regrese la Inquisición
al presente.

79.000 asociados de cuya respetabilidad no tengo la menor duda, y cuya
perspectiva del análisis económico se encuentra dominada por la
ideología imperante, el marxismo, que ha prestado escasa atención a las
cuestiones comerciales y de marketing, olvidando la relevancia que
tienen las necesidades de los consumidores para fijar los niveles de
producción.

Que no ha considerado la relevancia del análisis coste beneficio en la
determinación de las necesidades de los agentes económicos, y que no
tiene en cuenta que el comportamiento maximizador sometido a
restricciones posee una fuerza extraordinaria para comprender buena
parte de los procesos económicos.

Economistas que posiblemente desprecian el potencial regulador del
Estado en las economías mixtas, donde la acumulación de renta y riqueza
por los particulares puede ser ajustada en beneficio de sociedades más
justas y equitativas.

Además, eligen un 26 de noviembre, fecha en la que el Che Guevara fue
nombrado ministro presidente del Banco Nacional de Cuba, iniciando esa
larga y oscura etapa que ha llevado a la economía cubana a uno de los
registros peores del mundo en todos los frentes, para anunciar un evento
relacionado con la Economía. Un aniversario de una de las decisiones del
infortunio más graves de la historia reciente de Cuba, poniendo en manos
de un aventurero la dirección de los asuntos económicos del país.

Y el Congreso se va a celebrar dentro de dos años, concretamente a
mediados de 2013. Podemos preguntarnos si esta fecha está fijada ex
profeso, o es el resultado de alguna decisión cuyo significado no
podemos comprender. ¿Es que acaso este tiempo es considerado suficiente
para evaluar los cambios introducidos por el raulismo castrista?

Largo me lo fiáis, porque en los tiempos que corren un minuto puede
suponer un retraso de décadas. La medición de los tiempos en Economía,
durante largo tiempo no tenidos en cuenta en los análisis, ahora ocupa
un papel fundamental en los modelos, y las decisiones se toman de forma
instantánea, con consecuencias notables a corto, medio y largo plazo.

La ANEC dice expresamente que organiza su congreso para ponerse al
servicio de la cúpula de poder que dirige el país y contribuir al
"proceso de actualización del modelo económico que garantizará la
continuidad e irreversibilidad de nuestro socialismo, el desarrollo
económico del país y la elevación del nivel de vida de la población,
preservando los valores de justicia social y los principios
revolucionarios, a la luz de las realidades de hoy".

Muy bien, me parece un enunciado magnífico para el sistema político e
institucional de Cuba, pero los economistas cubanos deben ser
conscientes que si cumplen con ese mandato no estarán, si no, creando
más problemas para la economía a la que pretenden servir. Una economía
que necesita, al igual que la sociedad que la sustenta, más libertad,
más iniciativa privada libre, con derechos de propiedad bien definidos,
estables y protegidos de la confiscación estatal.

Una economía en la que el mercado pruebe a asignar recursos escasos con
mucha más eficiencia que cualquier planificador por muy bien informado
que se encuentre. Una economía en la que decisiones públicas y
decisiones empresariales queden bien definidas, separadas y distantes,
para evitar esa copiosa mezcla de intereses militares, de la seguridad
del estado y del partido único que confunden a las organizaciones
estatales en Cuba con las empresas.

El pensamiento económico debe contribuir a poner en orden ese caos
acumulado durante más de medio siglo para sentar las bases de un nuevo
modelo que no tenga que ver con esa pretendida "actualización del
socialismo". Cuanto más se empeñen en que Cuba siga siendo socialista,
se alejarán de las coordenadas de eficacia y competitividad.

Cuanto más se concentren en hacer realidad los principios de la economía
marxista, como esa tontería de que "cada cual según su capacidad, a cada
cual según su trabajo", peor le irá a una economía en la que se hace
necesario potenciar las capacidades innatas de todos y cada uno de los
ciudadanos, y permitirles llegar hasta donde sus ambiciones e ideales
les dejen llegar, sin que ello suponga agravar la situación de otros.

Cuanto más defiendan la empresa estatal y su funcionamiento obediente
del poder, menos ineficiencia aportarán a la economía, en la que se hace
necesario avanzar en un amplio y extenso plan de privatizaciones que
cambie radicalmente los modelos de funcionamiento existentes
improductivos e ineficientes.

Una última reflexión, olvídense de una vez del bloqueo, y traten de
estudiar con detalle por qué Cuba carece de una adecuada posición en la
economía mundial que le permita ser competitiva y ofrecer bienes y
servicios de valor. Que evalúen la pesada carga de tantos años de
subvenciones improductivas y ayudas como responsables de ese "fatalismo"
que no comparto, y que sólo observo si Cuba se mantiene aferrada al
modelo político y económico que la ha destruido.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=34436

No hay comentarios:

Publicar un comentario