miércoles, 23 de febrero de 2011

A un año de la muerte de Zapata Tamayo

Publicado el miércoles, 02.23.11

A un año de la muerte de Zapata Tamayo
By PEDRO CORZO

Orlando Zapata Tamayo hizo uso del derecho de toda persona a elegir su
forma de vivir. Rechazó la doble moral, la hipocresía sistemática y la
simulación que solo conduce a la abyección o a morir en cadenas, que no
es vivir.

Zapata, después de haber optado por ejercer su soberanía personal en la
medida que le dictaban sus ideales, al igual que Pedro Luis Boitel y al
menos una decena más de prisioneros políticos cubanos, asumió otro
derecho supremo, el de elegir la forma de morir.

Recurrir a una huelga de hambre para demandar derechos es una acción
extrema. Muchos se oponen a una práctica que cuando no termina en
tragedia, deja huellas irreparables en el individuo. Las lesiones
heredadas son demoledoras y pueden arrastrarse por toda la existencia si
se sobrevive.

Los motivos que impulsan a un individuo a declararse en huelga de hambre
deben ser muy graves y bien estudiadas sus secuelas, tanto en el orden
moral como el corporal, porque es una decisión con grandes posibilidades
de pasar del drama a la tragedia en menos de un suspiro. Las huelgas de
hambre pueden ser funestas, aunque el desenlace no sea fatal.

Cuando Orlando Zapata Tamayo arribó a los 5 años y diez días de haber
nacido, no podía imaginar que en la prisión del Castillo del Príncipe,
en La Habana, había fallecido, en mayo de 1972, Pedro Luis Boitel, un
joven dirigente estudiantil que por 53 días había realizado una última
huelga de hambre, después de otras muchas.

Zapata Tamayo, albañil y plomero, cumplía una sanción de 36 años de
cárcel cuando decidió en la prisión de Kilo 8, Camagüey, iniciar una
huelga de hambre que terminó con su vida 83 días después. Zapata al
igual que Pedro Luis, se negó a recibir alimentos en numerosas ocasiones
durante su encarcelamiento. La huelga fue un recurso al que recurrió
para reclamar sus derechos y el de sus compañeros de infortunio.

El militante del Movimiento Alternativa Republicana, encarcelado durante
la denominada Primavera Negra de Cuba, en marzo de 2003, acumuló en los
numerosos procesos a que fue sometido una sanción de 36 años de cárcel,
a pesar de que fue condenado en un primer proceso a tres años de prisión.

Zapata Tamayo, al igual que Boitel, recibió severas golpizas y cumplió
un doloroso periplo que le llevó a las cárceles castristas de mayor
severidad, entre ellas Taco Taco, Kilo 8, la prisión provincial de
Holguín, y algunas como Guanajay, que en tiempos diferentes compartió el
doloroso espacio con Pedro Luis Boitel.

Al menos una docena de cubanos prisioneros políticos han muerto como
consecuencia de las huelgas de hambre realizadas en los calabozos
castristas. La cifra exacta tal vez nunca se conozca. Las pesquisas que
se han hecho al respecto, a pesar del esfuerzo y la seriedad de los
investigadores, no han sido suficientes porque el control sobre la
información que ha ejercido la dictadura es mucho más severo en los
índices que pueden mostrar la crueldad extrema del sistema.

Hay quienes afirman que la huelga de hambre está en la ruta del
suicidio, pero es justo destacar que independientemente a como se
enjuicie, es una decisión que demanda fuertes convicciones. Es una vía
dolorosa que lleva a una muerte inexorable, aunque sea a plazos.

a huelga de hambre ha sido usada a través de la historia y en diferentes
circunstancias como un instrumento de lucha. Con ese tipo de huelga se
buscan beneficios, mejores condiciones de vida y también demostrarle al
enemigo que aunque se esté en la celda más oscura y en el rincón más
abyecto y olvidado del mundo, la dignidad no se ha perdido y se conserva
el derecho supremo de usar el cuerpo como único escudo en una batalla
final en que la vida es el único don a entregar.

Orlando Zapata Tamayo se dio por entero a Cuba. Regaló su vida, cuando
muchos en la mezquindad de sus miserias callan y rinden culto a la
dictadura. Una vez más es válida aquella expresión de José Martí:
``Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en
sí el decoro de muchos hombres. Esos son los que se rebelan con fuerza
terrible contra quienes roban a los pueblos su libertad, que es robarles
a los hombres su decoro. En esos hombres van miles de hombres, va un
pueblo entero, va la dignidad humana''.

http://www.elnuevoherald.com/2011/02/23/891514/pedro-corzo-a-un-ano-de-la-muerte.html

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