FERNANDO A. ORRANTIA
Análisis: Cuba y el ´bloqueo´
Las recientes protestas de las esposas de los presos políticos en Cuba,
pidiendo la liberación de sus cónyuges, es sin duda un hecho sin
precedente en ese País, célebre por haber cumplido 50 años de la
dictadura castrista y ha puesto de nuevo en la mira de los periodistas
la triste situación política que existe en Cuba.
Ningún partido político de izquierda o de derecha ha levantado la voz
para criticar al Gobierno cubano por su política represiva en contra de
los disidentes políticos, a quienes trata como delincuentes comunes. La
huelga de hambre iniciada por algunos de ellos ya produjo dos muertes y
con ellas, las protestas de las "mujeres de blanco", sus esposas, cuyas
pacíficas manifestaciones de protesta no han podido ser suprimidas por
el gobierno, aunque ha tratado de hacerlo.
El caso de Cuba y de Fidel Castro es un verdadero ejemplo de curiosidad
política digno de estudio. A pesar de haber traicionado a la Revolución
cubana iniciada por el mismo Castro en contra de la dictadura de
Fulgencio Batista, lacayo de Estados Unidos, al convertirse en lacayo de
la entonces URSS, Castro adquirió una falsa imagen de héroe a los ojos
de Latinoamérica, a pesar de que sólo cambió de amo de Cuba: en lugar de
los Estados Unidos, optó por servir a la URSS, seguramente porque la
crisis económica le obligó a vender su autonomía para sobrevivir, ya que
Cuba sólo produce puros, azúcar, ron y algunos minerales en bruto como
productos de exportación, porque su producción agropecuaria y pesquera
es de autoconsumo y su mercado interno no le permite producir bienes
industriales que no podría vender en el mercado internacional por no ser
competitivos.
A pesar de haberse mantenido en el poder por 50 años y de haber
entregado la autonomía y el futuro económico de Cuba a la URSS, Castro
inexplicablemente sigue siendo considerado por muchos mexicanos y
latinoamericanos como un héroe, por haber rechazado la dominación
económica estadounidense.
Cincuenta años después, a pesar de los adelantos en educación y en salud
pública, Cuba sigue siendo un País pobre, incapaz de producir las
exportaciones necesarias para importar las medicinas y maquinaria que
necesita para lograr su progreso y su industrialización, suspendida
desde el colapso de la URSS y el fin del subsidio ruso a las compras de
azúcar cubana.
Cualquier viajero a Cuba encontrará el mismo panorama de los países
subdesarrollados con alto índice de pobreza: mucha prostitución, mucho
alcoholismo juvenil y mucho desencanto por la falta de oportunidades de
trabajo y de superación.
Los admiradores ciegos de Castro critican el denominado "bloqueo"
estadounidense a Cuba, sin percatarse del error que cometen. Estados
Unidos nunca ha impedido que Cuba comercie con el resto del mundo. Ha
prohibido a sus ciudadanos vender y comprar a Cuba, por una importante y
valedera razón: Cuba expropió hace 50 años todos los negocios e
industrias propiedad de empresas estadounidenses, pero nunca las pagó.
Un simple olvido importante.
Por ello y en legítima represalia conforme al Derecho Internacional,
Estados Unidos prohibió a sus nacionales realizar cualquier comercio con
Cuba, lo cual no impide que Cuba pueda comprar y vender mercancías y
servicios con cualquier otro País del mundo, el problema es que no
produce el dinero suficiente para pagar en divisas internacionales por
esas compras y por ello, ni España, ni Francia, ni Alemania le venden a
crédito, porque sus antecedentes de pago son pésimos, como nos consta a
nosotros.
Cuba le debe a México 150 millones de dólares por la venta de petróleo
que no ha pagado desde hace más de 15 años, cuando Carlos Salinas le
vendió petróleo a Cuba para mejorar las relaciones entre ambos países.
Castro astutamente recibió el petróleo, se hizo amigo de Salinas pero
nunca pagó y aparentemente nunca pagará y nadie protesta por ello.
Para los admiradores de Fidel Castro no importa que sea un anciano
dictador que impidió la democracia en su País y que recientemente le
traspasó el poder a su hermano Raúl. Tampoco les importa que la
dictadura de Fidel/Raúl cumpla ya 50 años, en los cuales no ha habido
elecciones en Cuba, ni se permite a los cubanos salir de su País aunque
sea con el viaje pagado por sus parientes en el extranjero. Una tercera
parte, cuando menos, de la población de Cuba emigró al llegar Castro al
poder y comenzar su política de restricción de las libertades y de
entrega económica a la URSS. Esa emigración privó al País de muchos
valiosos profesionales y hombres de negocios que ahora viven en Estados
Unidos, principalmente.
El turismo de canadienses y europeos a Cuba es tal vez la fuente de
divisas más importante para Cuba, porque tiene lugares muy hermosos con
hoteles de playa propiedad de españoles, principalmente, quienes han
logrado crear una próspera industria turística que crece año con año y
requiere de miles de empleados.
Los políticos de izquierda de México y de muchos otros países de
Latinoamérica son admiradores de Fidel Castro, a pesar de ser un
dictador que insiste en negar a su País y a sus conciudadanos el derecho
a la democracia y a la disidencia política.
Estos admiradores viajan a Cuba como legisladores y funcionarios
partidarios y se regocijan si logran saludar a Raúl Castro, ante la
enfermedad incurable que padece Fidel, cuya muerte ha sido anunciada
muchas veces como segura por los cubanos exiliados en Cuba desde hace
cuando menos 10 años, quienes aseguran que en el peor de los casos, a la
muerte de Fidel y de Raúl Castro será imposible impedir la
democratización del País y la influencia de los cubanos en el exilio en
el comercio y la industria cubana será la solución económica de Cuba.
De cuando en cuando conviene recordar que el famoso "bloqueo" de Estados
Unidos a Cuba nunca ha existido. Lo que ha sucedido es la incapacidad de
Fidel y de sus cómplices de pagar por lo que expropiaron y de crear
bienes y servicios suficientes para comerciar con otros países que no
desean regalarle sus productos a un País gobernado desde hace 50 años
por un dictador que se rehúsa a morir y a permitir la democratización
del país.
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