Raúl Castro parece decidido a cambiar su imagen personal
julio 11, 2017
Juan Juan Almeida
El presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República
de Cuba se sometió recientemente a una cirugía estética para retocarse
la papada. El jefe de los comunistas cubanos quiso rejuvenecer para que
los jóvenes no se sientan gobernados por un anciano de 86 años.
Lo absurdo es que, un proceso tan normal y cotidiano, adquiera en la
isla la insólita dimensión de "Secreto de Estado". El problema que se
deriva de tal "misterio" es que al tratarse de una figura pública
reconocida estará bajo la lupa de un público observador que, a partir de
este momento, comparará su aspecto actual con antiguas fotografías suyas.
Al parecer -y esto no ha podido ser confirmado- el paciente Raúl Castro
no aceptó recibir anestesia general por temor a terceras intenciones. Lo
cierto es que la intervención del mandatario corrió a cargo de una
eminencia cubana de la cirugía estética, una celebridad en el gremio, de
quien solo debo adelantar que es profesor asistente y especialista de
primer grado en cirugía plástica y quemados, pues intento proteger su
identidad de ataques futuros o empecinada cacería de brujas. Hace algún
tiempo tuvo problemas en el hospital CIMEQ y luego comenzó a trabajar en
uno de los hospitales docentes más conocidos de La Habana.
El general Raúl Castro es un hombre de apetitos particulares que
crecieron con el tiempo, la influencia del alcohol y la real liviandad.
Es normal que con esta cirugía pretenda corregir las huellas de sus
excesos, pero sin exagerar ni abandonar su desagradable aspecto natural.
No obstante, no es el primer mandatario, tampoco el último, que intenta
mejorar la imagen usando métodos quirúrgicos.
La cirugía plástica ("plástico" se deriva del griego "plastikos" que
significa moldear o dar forma) es la especialidad médica que se ocupa de
la corrección o restauración de la forma y funciones del cuerpo a través
de técnicas médicas y quirúrgicas.
En 1994, mientras Libia vivía un embargo internacional, un grupo de
médicos brasileños viajaron a Trípoli, vía Túnez, para realizar un
implante de cabello y una cirugía de cuello al difunto Muammar Kadafi.
En 2011, el ex primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, fue sometido
a una larga cirugía estética de maxilar que, según cuentan los informes
de su médico personal, duró más de cuatro horas.
Cristina Fernández de Kirchner, ex presidenta de Argentina, cayó también
en las redes de la vanidad y la remodelación valiéndose del bisturí.
Y aunque voceros del Kremlin aseguran lo contrario, solo hay que mirar
fotos o imágenes de años anteriores del presidente Vladímir
Vladímirovich Putin, y compararlas con las recientes. El cambio es evidente.
Es normal, la Guerra Fría estimuló el pulso entre las ideologías y los
líderes de entonces necesitaron imponerse a golpe de estrategia y
sabiduría. Luego, con la llegada de la globalización, los discursos
nacionalistas perdieron fuerza política; y hoy, en el mundo actual,
varios líderes, unos como bravíos y otros como bravucones, prostituyen
sus fines políticos prestando especial atención a la autopublicidad en
internet y las redes sociales.
Raúl Castro no puede escapar a la tendencia de lucir como un viejo
moderno y se somete a discretos retoques con la truculenta intención de
mostrarse menos despreciable.
Source: Raúl Castro parece decidido a cambiar su imagen personal -
https://www.martinoticias.com/a/raul-castro-cirugia-estetica/148549.html
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