jueves, 8 de junio de 2017

Solo queremos libertad

"Solo queremos libertad"
Para el Gobierno cubano son apátridas. Para el de Trinidad y Tobago,
indocumentados
Jueves, junio 8, 2017 | Rafael Gordo Núñez

PUERTO ESPAÑA, Trinidad y Tobago.- Al cubano Baldomero Castro Despayne
se le ve a través de un cristal cubierto por una malla metálica. Casi no
se escucha su voz.
Lleva ocho meses detrás de muros de cemento, en el centro de detención
para extranjeros de Aripo, en Trinidad y Tobago.

Barbados y Trinidad y Tobago son los únicos dos países del área a los
que un cubano puede entrar sin un visado.

Baldomero llegó a Trinidad hace cuatro años para, dice, "conocer la
libertad". Pero en octubre de 2016 quiso emprender el viaje a Estados
Unidos.

Él y al menos otros 14 cubanos fueron atrapados en una redada por la
policía y trasladados a la que no debería ser —pero es en toda regla—
una cárcel.

Para el Gobierno cubano son apátridas, pues han pasado más de dos años
fuera de Cuba. Para el de Trinidad y Tobago, indocumentados. Rebasaron
los 90 días de permiso.

"Es una situación fuera de lo común", comenta al teléfono Matías López
Ferrer, abogado cubano residente en México y presidente de la Casa del
Balsero.

Subraya que Baldomero puede apelar a instancias internacionales, como el
Living Water Community, la organización que representa a la ACNUR
(oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Refugiados) en Trinidad.

"La peor opción sería la deportación". Cuba lo recibiría pero solo por
60 días, tras dos años fuera de la isla ha perdido el derecho de residir
en ella y por tanto sería expulsado.

Baldomero está desesperado. "Tenemos tiempo de sol y para hacer
ejercicios. Pero estamos presos, compadre. Y los días pasan y no vemos
la posibilidad de salir".

En el centro de Aripo, a unos 45 kilómetros al nordeste de Puerto
España, hay unos 200 hombres y 40 mujeres: en su mayoría africanos,
árabes y latinoamericanos.

Reinaldo y Lázaro Conde Álvarez, Deidy Agustín Rodríguez y Yoandry Cruz,
están prisioneros junto a Baldomero.

Teme también a las represalias. Pero sabe que si no dice algo puede
terminar como Isidoro Chibuike Okafor, un nigeriano que lleva cuatro
años en el centro.

"Ellos hicieron otro vídeo y eso les ha traído problemas en Cuba y
aquí", explica por teléfono Sonia Margarita Contrera Jones, religiosa de
la Iglesia Hispana Biblia Abierta, quien lleva alimentos a varios
latinos detenidos. Las imágenes fueron transmitidas por Martí Noticias
en enero.

Describe cómo en repetidas ocasiones ella ha enviado cartas al centro
Living Water Community, pero no ha recibido respuesta.

Rochelle Nakhid, del Living Water Community, afirma que la única manera
que un cubano pueda presentar una petición de asilo es que acuda en
persona a las oficinas del centro. Al decirle que en el caso de
Baldomero Castro es imposible, Nakhid acepta que un abogado podría
iniciar el proceso.

No hay datos oficiales, pero en pueblos como San Juan o San Fernando la
comunidad latina es fuerte y visible. La cifra extraoficial indica que
hay más de 300 cubanos sin papeles. Y siguen llegando.

Alex es de Cotorro, al sur de La Habana. Lleva un año y medio sin papeles.

Trabaja como constructor 10 horas al día y en la noche en un
restaurante. Cobra unos 600 dólares al mes.

Dice que lo peor es esconderse todo el tiempo de la policía. "Mi novia
es de aquí y planeamos casarnos. El trámite es difícil y puede durar
hasta cinco años. De otra forma nunca podría tener papeles".

El abogado Farid Scoons explica que el Gobierno de Trinidad y Tobago
mira hacia otro lado.

"La situación está fuera de control. Hay un trato distinto para los que
vienen del primer mundo y los que no. Es racista. Ni siquiera voy a
hablar de cómo tratan a los haitianos", señala.

Trinidad y Tobago ha endurecido las medidas migratorias a consecuencia
de la lucha contra el terrorismo, asegura Faris Al Rawi, fiscal general
del país.

La situación se agrava si se tiene en cuenta que Trinidad y Tobago es
uno de los 15 miembros de la Comunidad del Caribe (Caricom, en inglés),
mientras que Cuba no.

"Cuba es una extensión de la familia Caricom. No tiene las mismas
condiciones pero es un país hermano", comenta.

Aunque los cubanos pueden entrar a Trinidad y Tobago sin una visa y
permanecer en el país hasta 90 días, la ley también establece que los
agentes migratorios tienen el derecho de negar la entrada a un cubano si
no muestra un billete de vuelta, la carta de su anfitrión o si no puede
explicar el motivo de su viaje.

Farid Scoons asegura el Gobierno de Trinidad no respeta los derechos de
los viajeros en los puertos de entrada.

"Cuando se le niega el ingreso a un extranjero, se le entrega un papel
que explica qué necesita para entrar. Pero está en letra pequeña. Son 15
párrafos. Que yo sepa no está disponible en español, y no se les dice
que pueden apelar. Y son personas que no saben inglés o lo hablan mal y
desconocen sus derechos. Es una práctica común".

Otros cubanos no tienen idea del riesgo al que se enfrentan. José vendió
su casa y llegó hace menos de dos meses. Vino decidido a trabajar y
además aquí vive su hermano. Si es sorprendido puede ser apresado y
conducido a Aripo, junto a Baldomero y sus compañeros.

"Lo mejor es olvidarse de todo y empezar de cero. Es el precio. O te
adaptas o mueres", dice.

No sabe lo que le podría pasar de ser detenido.

(Este reportaje fue realizado en colaboración con el Instituto de
Reporteros para la Guerra y la Paz, IWPR por sus siglas en inglés)

Source: "Solo queremos libertad" CubanetCubanet -
https://www.cubanet.org/destacados/solo-queremos-libertad/

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