viernes, 9 de junio de 2017

Silvio Rodríguez apoya a la dictadura y ataca a venezolanos que protestan

Silvio Rodríguez apoya a la dictadura y ataca a venezolanos que protestan
ANDRÉS REYNALDO

El juglar de la opresión. Este es Silvio Rodríguez. El más talentoso de
los cantautores cubanos. Un hombre con un raro privilegio. Toda vez que
ha establecido su personal medida en un metro universal. El metro del
juglar de la opresión. A lo largo y ancho del registro. El patrón Silvio.

En el panorama de una clase artística que nada entre dos aguas (o que
más bien nada en las aguas de La Habana y pesca en las aguas de Miami),
Silvio destaca por su cínica coherencia. Cuando se trata de servir a la
dictadura, y a las franquicias de la dictadura en América Latina, Silvio
no falla. Perfecta muestra de que en algunos contextos la abyección
puede aspirar al mérito.

Ahora Silvio la emprende con los venezolanos que llevan más de dos
meses, a un muerto por día, tratando de evitar el asalto final del
chavismo contra lo poco que ya restaba de la institucionalidad
democrática. Ahí está, en su blog Segunda cita. Esos niños que salen a
pelear a puño limpio contra los blindados de la Guardia Nacional, esas
ancianas de los barrios humildes, esos trabajadores, esos médicos que
piden medicinas para los enfermos, son la burguesía. Los últimos
representantes de un oprobioso pasado. ¿De veras, Silvio? ¿Así que esa
formidable, solitaria, suicida rebelión de los demócratas venezolanos es
el fastidioso pataleo de la burguesía frente a un brillante futuro
encarnado por Nicolás Maduro, Hugo Chávez, Fidel Castro?

En su nota, Silvio compara los acontecimientos en Venezuela con la Cuba
de principios de la década de 1960. Por esos días, dice Silvio, salir a
las calles de La Habana era también una aventura. La contrarrevolución,
agrega, ponía bombas hasta en los cines. Cosa, aclara Silvio, que nunca
hizo la Revolución. (Silvio escribe contrarrevolución con minúscula y
Revolución con mayúscula). Bueno, yo no sé si ya la habrán quitado, pero
en la entrada del mismo cine América había (¿hay?) una tarja dedicada a
la terrorista Urselia Díaz Báez, del Movimiento 26 de Julio, que voló en
pedazos víctima de su propia bomba el 3 de septiembre de 1957, minutos
antes de que pudiera volar a decenas, tal vez cientos, de cinéfilos
habaneros. Cinco días después, estallaron al unísono 100 petardos en los
lugares más céntricos de La Habana. La hora, 9 p.m., reunía en esa
Habana de entonces las multitudes de una de las más vibrantes capitales
del mundo.

De Silvio no puede decirse que sea un fanático. Los fanáticos son
ignorantes. Silvio es un tipo leído y escribido. Vaya, lo que hoy se
dice un intelectual orgánico de la izquierda. La explicación tiene que
estar por otro lado. ¿Por cuál lado una dictadura como la de Fidel tiene
que haberle entrado a Silvio? ¿Qué terrible inversión moral debe
producirse para que un hombre inteligente y culto le diga libertad a la
servidumbre, amor al odio? ¿Le habrá entrado, acaso, por el oscuro lado
de la burguesía? Pues Silvio, como en las novelas de Balzac, es un
burgués napoleónico, elevado a la elite desde un humilde sustrato social
en virtud de sus servicios al poder absoluto. Con sus carros entregados
por el Estado, sus influencias entre los servidores del Estado, sus
conciertos dentro de Cuba patrocinados por el Estado, sus conciertos
fuera de Cuba promovidos por los agentes y simpatizantes del Estado, su
acceso al hermético círculo monárquico y su casa arrebatada a los ricos
del ancien regime.

Querido lector: si tropieza con el artista o el escritor que viene de
Cuba, mídalo con el patrón Silvio. No hay mentira, ambigüedad, cobardía,
que le quede grande a su siniestra escala.

Source: Silvio Rodríguez apoya a la dictadura y ataca a venezolanos que
protestan | El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/andres-reynaldo/article155099689.html

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