miércoles, 17 de mayo de 2017

La Casa del Árbol, ‘un oasis’ en medio de La Habana

La Casa del Árbol, 'un oasis' en medio de La Habana
El proyecto artístico sin fines de lucro llega al público joven
Miércoles, mayo 17, 2017 | Ernesto Carralero Burgos

LA HABANA, Cuba.- Hace seis años un grupo de amigos fundaron una banda
de rock and roll. Ante la inconformidad con los espacios existentes,
decidieron dar su primer concierto en la casa de uno de ellos. Ese fue
la génesis de La Casa del Árbol, un proyecto artístico sin fines de
lucro ubicado junto a la Iglesia del Cristo en La Habana Vieja.

Para acceder al lugar es necesario subir una escalera bastante estrecha
hasta la azotea, aunque esto no desanima a los visitantes. Una vez allí
conversamos con Rocky, el joven en cuya azotea funciona el proyecto el
primer sábado de cada mes: "Queríamos hacer música en español y en
aquella época a nadie le interesaba mucho eso".

"Ya hacía algún tiempo que estaba el Submarino Amarillo funcionando pero
allí te limitan el repertorio y es casi obligatorio tocar temas en
inglés, además casi todo son covers de música de los 70s. El otro lugar
para tocar era el Maxim Rock y el público de allí es consumidor de un
metal más extremo. Así que para un lugar tocábamos demasiado fuerte y
para el otro demasiado suave. Para colmo en español, que no cabía en
ninguno de los dos sitios", dice.

El éxito obtenido en aquel primer concierto los animó a repetir la
experiencia y durante algunos meses organizaron al menos un concierto a
la semana. Fue hace tres años cuando Rocky y otros amigos, también
artistas, decidieron crear oficialmente La Casa del Árbol.

El espacio ha estado funcionando ininterrumpidamente desde entonces y se
ha convertido en un punto de referencia para los jóvenes habaneros
interesados en el rock and roll. Aunque también, y esa es una de las
premisas de su concepto, dan cabida a todo tipo de expresión artística.

Rocky comenta al respecto: "Tenemos una política de micrófono abierto.
Así que una vez se termina el concierto cualquiera puede acercarse al
escenario y compartir desde un poema que hayan escrito a un fragmento de
un libro que le guste".

También brindan el lugar para que se realice la peña cultural El Ciervo
Blanco, dedicada al estudio de las religiones paganas.

Aunque generalmente suelen presentarse artistas sin presencia en los
medios oficiales, el lugar ha contado con la presencia de bandas
reconocidas en el panorama nacional como Hello y Nexo.

Estos jóvenes afirman no estar muy interesados en ninguna ayuda estatal
por las restricciones que esto podría traerles. El equipo que mantiene
el espacio trabaja sin recibir ningún tipo de remuneración, ya que no
cobra la entrada para lograr que sea un sitio adonde pueda acudir
cualquier persona independientemente de su condición económica, haciendo
valido el lema del proyecto: "Porque el arte no es un negocio".

Cada uno de los integrantes utiliza sus propios conocimientos y recursos
para mantenerlo a flote. Rocky, que ahora tiene 23 años, además de ser
el coordinador es sonidista de profesión y se ocupa del audio.

El joven comenta: "Las bocinas y otras cosas para el sonido son caras,
así que las prestamos a las bandas que vienen para que puedan realizar
su espectáculo con calidad. También nos prestan cosas a nosotros".

Uno de los integrantes del proyecto creó una red wifi interna para que
el público, principalmente jóvenes, pueda conocer acerca del proyecto y
comentar en una sala de chat acerca de sus experiencias, descargar
música, videos y letras de canciones. La contraseña para acceder está
escrita en una pared.

La falta de recursos, sin embargo, se hace sentir, ya que estos jóvenes
no pueden potenciar al máximo sus habilidades. Además de existir
inconvenientes con el clima debido a que un toldo en el escenario es el
único respaldo contra la lluvia.

Hace un año organizaron el primer Festival Casa del Árbol que contó con
la presencia de algunos artistas plásticos y exposiciones fotográficas.
Planean el segundo para el mes de julio y tienen pensado mantenerlo con
frecuencia anual.

"Desafortunadamente las cosas cuestan dinero. Pero decidimos seguir sin
cobrar un solo centavo por venir aquí. La gente que tiene dinero de
verdad no le interesa donar… A fin de cuentas, ¿qué les importa que
hagan una peña en una azotea? No ganan nada".

El público, por su parte, sigue apostando por el proyecto. Y se pueden
encontrar desde jóvenes universitarios a personas de 50 años interesadas
en el rock and roll e incluso visitantes extranjeros curiosos que suben
desde la calle, animados por la música.

Adriana, que coincidía en el lugar, comentó para CubaNet: "Este es un
sitio único por dos motivos: el primero es la música, nada de reguetón;
y el segundo porque es gratuito. Para que veas que todavía existe gente
que trabaja por amor al arte".

Para Yasser, joven de 21 años, "es como un oasis".

"Me gusta el ambiente todo el mundo está para pasarla agradable. Tiene
buena energía", comenta.

Source: La Casa del Árbol, 'un oasis' en medio de La Habana
CubanetCubanet -
https://www.cubanet.org/actualidad-destacados/la-casa-del-arbol-un-espacio-independiente-en-el-corazon-de-la-habana/

No hay comentarios:

Publicar un comentario