lunes, 6 de marzo de 2017

Cuba - cien días sin Fidel Castro

Cuba: cien días sin Fidel Castro
El Mundo
5 Mar 2017 - 11:30 AM
Lorena Cantó (EFE)

Aunque Cuba ha limitado por ley el uso del nombre e imagen, la figura
del líder cubano despierta un fervor tal que ya lo comparan con Jesucristo.

Desde el fallecimiento del líder de la Revolución cubana el pasado 25 de
noviembre a los 90 años, no hay actividad, congreso o celebración en
Cuba que no incluya un homenaje a Castro en su programa, mientras los
medios de comunicación estatales también le dedican buena parte de su
espacio.
Un buen ejemplo de esta situación fue la reciente Feria del Libro de La
Habana, el evento cultural más importante del año en la isla.

La cita estaba dedicada a Canadá y sus autores, pero los actos y
presentaciones de numerosos títulos en torno a la figura de Castro
eclipsaron al país invitado.

El panorama contrasta con la última voluntad del exgobernante, tornada
en ley en diciembre pasado por el Parlamento cubano: nada de monumentos
ni edificios públicos o calles con su nombre, además de una rigurosa
normativa que blindó el uso comercial de su figura.

En vida, el polémico comandante también se oponía al culto a la
personalidad, aunque paradójicamente fuera su personal estilo de ejercer
la autoridad lo que le valió ser considerado líder para unos y tirano
para otros.

"La figura carismática y mesiánica de Fidel Castro fue indudablemente
uno de los elementos más populares de la Revolución Cubana desde sus
inicios en la década de 1950 hasta por lo menos la primera década del
siglo XXI", señaló a Efe el director del Instituto de Investigaciones
Cubanas de la Universidad Internacional de la Florida, Jorge Duany.

La clave está en si la Revolución cubana puede pervivir sin la presencia
física del hombre que tan pasionalmente la encarnó.

Según Duany, "el culto y la lealtad al comandante en jefe se
convirtieron en uno de los principales sostenes ideológicos de la
Revolución, aunque su personalidad avasalladora también provocó un
intenso disgusto y resentimiento entre sus adversarios políticos".

Los medios estatales, hasta ahora, han eludido la palabra muerte y la
han sustituido por "desaparición física", un giro que recuerda a la
forma en que Fidel Castro empleaba la expresión "inevitabilidad biológica".

El diario Juventud Rebelde, órgano oficial de la Unión de Jóvenes
Comunistas, fue más allá el 25 de diciembre, día de Navidad en que
también se cumplía un mes del fallecimiento del líder cubano: "El tiempo
no devora redentores", rezaba su portada, en un velado paralelismo con
la figura de Jesucristo.

"Hombre, aprendimos a saberte eterno. Así como Olofi y Jesucristo, no
hay un solo altar sin una luz por ti", reza a su vez el estribillo de la
canción compuesta por Raúl Torres tras la muerte de Fidel, una tonada
que resonó sin cesar durante los nueve días de luto nacional decretados
en Cuba.

Otra nueva constante es la asimilación del expresidente con el prócer
independentista José Martí, padre de la patria y junto a cuya tumba en
Santiago fue enterrado Castro.

Para el opositor moderado Manuel Cuesta Morúa, lo que ocurre "parece ser
algo contra el testamento del Fidel Castro".

"Parece que en sus últimas voluntades no hablaba de los medios de
comunicación, donde su presencia es constante. Es una brecha que han
utilizado (las autoridades de la isla), pero creo que eso responde a la
capacidad de olvido de la sociedad cubana", reflexiona el portavoz de la
iniciativa democrática "Otro 18", que aboga por elecciones libres el
próximo año.

La cúpula del país busca, a su juicio, perpetuar el mensaje de "no se
olviden de la huella de Fidel Castro" en una sociedad que "ha venido
dando una respuesta clara y clave en esa dirección, muy intuitiva, de
decir que un país no debe tener un apellido".

Transmitir ese mensaje a las nuevas generaciones supone un reto
especialmente complicado; para una inmensa mayoría de los jóvenes
cubanos, el barbado comandante es más una figura lejana que un referente
ideológico.

En un estudio reciente sobre adolescentes cubanos publicado por Juventud
Rebelde, ningún encuestado mencionó a Castro entre sus personas más
admiradas.

"La encuesta parece confirmar un desgaste de la figura de Fidel entre
las generaciones más jóvenes de cubanos nacidos y criados después de la
Revolución" a pesar de "los esfuerzos gubernamentales por mantener su
memoria como héroe indiscutible de la Cuba posrevolucionaria", señala Duany.

Esos esfuerzos, para Cuesta Morúa, buscan contrarrestar "el olvido y la
indiferencia social a lo que Fidel Castro significó para los cubanos en
cualquiera de los sentidos".

"Creo que a mediano plazo, los cubanos tenemos una tendencia a los usos
de Dios, de la religión, y en la medida que no nos resuelvan los
problemas prácticos, el propósito del Gobierno no va a ser eficaz", agrega.

Source: Cuba: cien días sin Fidel Castro | ELESPECTADOR.COM -
http://www.elespectador.com/noticias/el-mundo/cuba-cien-dias-sin-fidel-castro-articulo-683070

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