jueves, 7 de julio de 2016

Violadores o víctimas de una encerrona?

¿Violadores o víctimas de una encerrona?
¿En realidad buscaban asilo los deportistas cubanos?, se pregunta el
autor de este artículo
Carlos Manuel Estefanía, Estocolmo | 07/07/2016 12:24 pm

Según noticias difundidas por Yleisradio, la compañía de radiodifusión
pública de Finlandia, varios jugadores del equipo de voleibol cubano
fueron detenidos por la policía en Finlandia bajo sospecha de violación.
El supuesto delito se cometió en un hotel en Tampere donde se hospedaban
los jugadores cubanos.
Cuando tres de los deportistas desaparecieron el sábado, se extendió la
especulación de que posiblemente habían desertado, hasta que la policía
anunció que fueron detenidos.
Después de la detención de los tres jugadores el sábado detuvieron a
cinco más del equipo el domingo, de los ocho arrestados dos fueron
liberados. Las audiencias de detención deben celebrarse más tarde el
martes y el miércoles.
El inspector y jefe de la investigación, Joni Länsipuro, confirmó que
tres de los jugadores del equipo han sido detenidos bajo sospecha de
delitos sexuales, sin agregar nada más por motivos relacionados con la
investigación en curso.
En una nota publicada el martes 5 de julio en el sitio de la Embajada de
Cuba en Finlandia, se daba a conocer que la Federación Cubana de
Voleibol confirmaba que seis atletas de la selección participante en el
segundo nivel de la Liga Mundial en Tampere, Finlandia, habían sido
acusados de un presunto delito, por lo que permanecían retenidos en
Finlandia los atletas Osmany Santiago Uriarte Mestre, Abraham Alfonso
Gavilán, Ricardo Norberto Calvo Manzano, Rolando Cepeda Abreu, Luis
Tomás Sosa Sierra y Dariel Albo Miranda. En la misma nota se anuncia que
el jefe de la delegación y funcionarios de la embajada cubana estaban
dando seguimiento a todo el proceso, incluidos los trámites judiciales y
las posibles condenas que se deriven del mismo. Al final, en una suerte
de condena a priori de sus propios atletas la Federación Cubana
anunciaba que en el plano interno tomaría las medidas "que demandan
comportamientos que no se corresponden con la ética y los principios en
los que hemos sido educados".
Los medios ya comenzaron a especular sobre lo ocurrido. Yo también voy
hacerlo, no se me ocurre pensar en los disciplinados deportistas cubanos
como violadores incontrolados, sí como cubanos que en seguimiento de un
imperativo cultural no dejen pasar la oportunidad de tener sexo,
consentido. Y es ahí donde bien pudieron caer en la trampa,
inconscientes de que se encontraban bajo el imperio de leyes, como
suelen ser las escandinavas, retorcidamente sexistas cuando de ir contra
el hombre se trata.
En una región donde una mujer puede llevarse en una noche varios hombres
a la cama, para acusarlos después impunemente de violación —con el
argumento de que estaba borracha y no sabía lo que le pasaba, y donde la
palabra de una de ellas vale por las de mil de ellos—, la suerte de un
acusado por "violación" ya está echada. El objetivo inmediato
aparentemente es la compensación monetaria que aquella recibirá como
"víctima" del abuso, pero en mi opinión existe otro fin a largo plazo,
que es el que parece interesar a las fuerzas que operan detrás de los
legisladores: sembrar el miedo al encuentro amoroso, particularmente si
es de carácter heterosexual; rara vez aparece en la prensa la denuncia
de una borracha abusada por una lesbiana o de un hombre ebrio por otro
gay, aunque historias de este tipo se escuchen más de una vez a nivel
popular.
Me parece estar viéndolos: los muchachos cubanos, dándoselas de
bárbaros, creyendo haber ligado una suculenta finlandesa, cuando en
realidad les estaban preparando "la cama"; nunca mejor dicho.
Otra hipótesis podría ser la de que los deportistas en realidad fueran
desertores, y que Finlandia se los haya quitado de encima con misma
coartada sexual, con la que se quitó Suecia de encima al incómodo Julián
Assange, y sin quedar mal con su propia opinión pública, no así la
internacional.
Todo comenzó cuando Assange, fascinado por la libertad de expresión
imperante, declaró a los medios que se establecería en el país nórdico
para convertirlo en centro de sus operaciones destapando información
clasificada.
El fundador de WikiLeaks fue acusado de múltiples cargos de delitos
sexuales después de su visita a Suecia en 2010. Assange negó el delito y
por lo menos le dejaron salir de Suecia, pero desde entonces los
fiscales suecos insisten en interrogarlo, incluso en la embajada de
Ecuador en Londres, donde Assange se encuentra asilado desde 2012.
El australiano se niega a salir de la embajada, aduciendo que Suecia le
quiere entregar a Estados Unidos, cuando en realidad lo único que puede
demostrar es ser víctima, quizás la más conocida, de las leyes
androfóbicas escandinavas.
En el caso de los deportistas cubanos, estos han sido colocados a buen
recaudo por la policía finlandesa, en momentos en que se agita en toda
Europa el pánico sexual contra la inmigración.
A los presuntos desertores no les quedará ni la opción del asilo en una
embajada, y menos en la propia, sabiendo como se las gasta la diplomacia
cubana. No solo por lo que se desprende del comunicado difundido por
nuestra representación en Finlandia, sino por lo que se manifestó en la
nota de prensa, emitida por la Misión de Cuba en Quito, el 1 de julio de
2016, en la que se deja en total desamparo a nuestros conciudadanos que
acababan de ser reprimidos por la policía ecuatoriana; a los hombres
mujeres y niños expulsados con bastones y gases durante la pacífica
acampada, en la que pedían visa para un sueño frente embajada mexicana.
Lo curioso es que este acto, llevado a cabo por un gobierno que se
declara "amigo de Cuba", fue ordenado por el mismo régimen cuya Embajada
londinense ofrece amparo a Julián Assange. Paradojas de la diplomacia.

Source: ¿Violadores o víctimas de una encerrona? - Artículos - Deportes
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http://www.cubaencuentro.com/deportes/articulos/violadores-o-victimas-de-una-encerrona-325977

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