Toda la intensidad del Caribe en Santiago de Cuba
LOURDES GÓMEZ | La Habana | 10 de Julio de 2016 - 14:36 CEST.
Parece que todo el rigor y la incandescencia del Caribe se exacerban por
estos días en Santiago de Cuba, matizados por el sudor, la efusión y la
vehemencia de las culturas de nuestras regiones, que alcanzan más allá
del sustrato geográfico. Y es que la última edición del Festival de
Caribe o Fiesta del Fuego nos convence nuevamente de que son mayores
nuestras similitudes que nuestras diferencias.
Dedicado en esta oportunidad a la cultura popular de Ecuador, entre los
méritos de esta edición está la confluencia de una mayor cantidad de
manifestaciones populares. Hablamos de la interacción de agrupaciones
danzarías y religiosas; de presentaciones teatrales, de artes visuales y
musicales que sin dudas dejarán huella en la memoria de estos encuentros.
Sin embargo, habría que reprocharle al comité organizador el
acostumbrado atropellamiento de su plan de actividades en que el caos y
el desorden parecen adueñarse del desarrollo de muchas acciones que no
son necesariamente centrales. Unido a ello, la deficiente promoción en
los medios provocó la inasistencia de público. La existencia de un
noticiero del Festival no satisface las necesidades promocionales de un
evento que se autodenomina como la cita internacional más importante de
la región.
En esta ocasión, el Encuentro Internacional "El Caribe que nos une" se
trasladó del Teatro Heredia al Salón de la Ciudad, en la sede del
Gobierno Municipal, frente al Parque Céspedes. A pesar de las
condiciones y de la ubicación, el local pareció a veces demasiado grande
por la escasa presencia de público.
Allí se presentó un interesante y amplio programa donde participaron
ponentes de Ecuador, México, Venezuela, Cuba, Puerto Rico, España e
Islas Vírgenes, quienes debatieron sobre la historia y cultura del
Caribe. La última jornada fue dedicada a dos grandes intelectuales
cubanos de la región: José Soler Puig y Joel James Figuerola.
Entre las actividades de artes plásticas resalta la muestra 32 metros
cúbicos de arte, del escultor Esterio Segura, en la galería René Valdés
de la Fundación Caguayo, y la exposición Arte en confecciones, de
Injalak arts, que trajo por vez primera la cultura aborigen australiana
a esta ciudad.
Mención aparte merece el Salón Internacional del Caribe, donde la exigua
presencia de artistas, junto a una errática organización, pasó sin penas
ni glorias. Igual destino sufrió Cruces, proyecto fotográfico colectivo
de Ecuador, cuya baja calidad provocó su traspaso a una sala menor del
Centro de Arte.
Interesantes resultaron otras sesiones teóricas, como la de medicina
natural y tradicional en la Biblioteca Provincial "Elvira Cape", el
taller sobre el Caribe con temáticas de identidad, arte y literatura,
cultura y sociedad en nuestras regiones, y el Encuentro de poetas del
Caribe y el mundo "Jesús Coss Cause".
A todo ello habría que sumarle el atractivo Taller de Religiones
Populares; las galas artísticas, donde se presentan grupos folklóricos
cubanos y extranjeros, los conciertos musicales y presentaciones de
libros, muchos de ellos novedades editoriales.
Un éxito ha sido el estreno en la ciudad de sitios como el Café
Dranguet, ubicado en un majestuoso inmueble colonial en la esquina de
las calles Corona y Heredia; la nueva sede del Teatro Macubá, en la
calle Santo Tomás; el Museo de Artes Decorativas en el antiguo Club San
Carlos, en las inmediaciones del Parque Céspedes; un renovado Centro
Cultural Africano "Fernando Ortiz" (Casa de África), Centro Cultural
Loyola y la Casa de la Cerámica, estos últimos en el reparto Vista
Alegre; toda una iniciativa para empapar de nuevos aires al festival.
A pesar del variado plan de actividades, no se percibe como en otros
tiempos la fisonomía de una ciudad en festival, a no ser al caer la
noche o en los alrededores de la Casa gestora, la del Caribe. Solo en el
desfile de los participantes el día 5 y en la tradicional quema del
diablo, cerrando el festival, la masividad fue visible. Hace falta
todavía mucho más ruido, porque no son pocas las nueces.
Source: Toda la intensidad del Caribe en Santiago de Cuba | Diario de
Cuba - http://www.diariodecuba.com/cultura/1468153561_23731.html
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario