sábado, 9 de julio de 2016

Prensa libre o una jaula más ancha?

¿Prensa libre o una jaula más ancha?
YUSIMÍ RODRÍGUEZ LÓPEZ | La Habana | 9 de Julio de 2016 - 09:18 CEST.

La carta de periodistas de Santa Clara que circula en internet
(desconocida para los cubanos cuyas únicas fuentes de información son
los medios oficiales) resulta alentadora para quienes abogamos por una
prensa libre. Esa es, casi inevitablemente, la primera reacción ante la
misiva que denuncia la censura impuesta a los periodistas de medios
oficiales, y la persecución que sufren por colaborar o expresar
opiniones en medios alternativos, y muestra su descontento con los
salarios pagados por el Estado.

Es de aplaudir la valentía de estos profesionales al reclamar su derecho
a elegir publicar en medios "que no representan ofensas a la dignidad
plena del hombre y la mujer, ni significan una amenaza a la soberanía de
nuestro país". Quienes solo trabajamos para medios independientes
también lo hacemos con absoluto respeto por la dignidad plena del hombre
y la mujer; tampoco amenazamos la soberanía del país, siempre que se
entienda que disentir del régimen no significa un ataque a la soberanía.

Tal disentimiento solo puede interpretarse como amenaza bajo un régimen
totalitario. Pero más allá de nuestras ideas políticas y del rumbo que
deseemos para nuestra sociedad, lo fundamental para nosotros es la
verdad. Eso tenemos en común con los periodistas (serios) de cualquier
medio, incluidos los oficiales. Y es la verdad, justamente, lo que
constituye una amenaza para el régimen. Lo demuestra la censura revelada
en la carta y la demora de los medios oficiales para informar sobre la
crisis migratoria provocada por cubanos en Centroamérica y otros hechos,
cuando los medios alternativos llevaban tiempo informando al respecto.
El medio referido en la carta es OnCuba, pero no era el único.

De hecho, los periodistas independientes cubanos, mucho más perseguidos,
amenazados y reprimidos, durante años, que quienes escriben la carta
(soy una de las pocas excepciones…aún), son acusados de "mercenarios del
imperio", pero no de mentirosos. Adriana Zamora, colaboradora de DIARIO
DE CUBA, no fue hostigada por policías por mentir, sino justamente por
decir la verdad. A Manuel Guerra Pérez, editor del boletín El Cimarrón,
de Mayabeque, no lo han detenido la policía y la Seguridad del Estado de
esa provincia por mentiroso, sino para impedirle reflejar la verdad. De
hecho, el oficial de Seguridad del Estado sugirió permitirle hacer el
boletín si escribía noticias "suaves" e incluso falsas.

En la carta de los periodistas villaclareños se critica la permanencia
de la censura en los medios oficiales, aún cuando el primer
vicepresidente cubano Miguel Díaz-Canel aseguró recientemente que los
medios "ya no tienen que aguardar por orientaciones de arriba". Lo
alarmante, más que la persistente censura, es que los medios recibieran
orientaciones de "arriba", y que solo sea posible prescindir de ellas,
justamente por el permiso… de "arriba".

Resulta audaz que cuestionen la contradicción entre el supuesto carácter
contrarrevolucionario atribuido a OnCuba y el hecho de que publiquen en
ella personalidades afiliadas a la UPEC, la UNEAC, la AHS y hasta el
PCC, además del estatus legal de la página. Más audaz sería preguntarse
qué es ser contrarrevolucionario, y por qué es preciso estar exonerado
de ese adjetivo para ejercer el periodismo con libertad.

Sacudirse cualquier vestigio del calificativo, usado por el régimen
cubano desde los inicios de la llamada Revolución para desacreditar a
todo aquel que no fuera partidario del régimen implantado, funciona si
el objetivo es disfrutar de cierta cuota de legitimidad otorgada por el
poder. Pero solo contribuye a ensanchar un poco la jaula que encierra a
la prensa cubana, y elude el debate profundo que demandan las libertades
de expresión y de prensa en este país, subordinadas, desde la
Constitución, a la construcción del socialismo (a lo que la elite
política cubana llama socialismo). O sea, libertades negadas desde la
propia Constitución.

Lo denunciado en esta carta, por periodistas de medios oficiales,
demuestra que el régimen difícilmente pueda sobrevivir al ejercicio de
un periodismo libre de cualquier restricción, subordinado solo a la
verdad, y al que todo el pueblo de Cuba tenga acceso.

Source: ¿Prensa libre o una jaula más ancha? | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1467982440_23695.html

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