sábado, 2 de julio de 2016

Peleas de gallos ¿Cuál es el problema, las apuestas o la ilegalidad?

Peleas de gallos: ¿Cuál es el problema, las apuestas o la ilegalidad?
JORGE ENRIQUE RODRÍGUEZ | La Habana | 30 de Junio de 2016 - 22:23 CEST.

"Voy mil a siete… de mil a siete no bajo", vocea el encargado de las
apuestas en una valla clandestina para peleas de gallos en Pinar del
Río. De entre los más de cien espectadores presentes, casi la mitad se
decide por apostar. Terminadas las peleas, bajo algarabía tremenda, los
vencedores recogen su ganancia. No hubo males mayores, apenas dos o tres
discusiones sobre los porcientos a repartir.

"Esta fue una lidia tranquila", a pesar de que "se corrió buen dinero",
considera Henry Capetillo, un apostador. Advierte que la atmosfera en
las peleas "de manigua", como llaman a las vallas clandestinas, "suele
ser más caldeada, y en ocasiones las broncas son el punto final".

En la Isla la prohibición de "pelear gallos" en vallas no controladas
por el Gobierno, se sustenta "en el único propósito de evitar las
apuestas", asegura El Gordo, un experimentado gallero de Bejucal.

"Existen muchas vallas clandestinas organizadas; con jueces y personal
encargado de revisar el peso de los gallos, el tamaño de las espuelas y
que no estén untados con sustancias ilegales. Hay personal además para
la seguridad de la 'coima' [dinero recaudado en apuestas] y para velar
por el orden del lugar. La única diferencia que tienen las vallas del
Estado con las nuestras es que aquí se corren apuestas", afirma.

Las vallas de Guillermo García Frías

Las vallas estatales pertenecen a la Empresa Nacional para la Protección
de la Flora y la Fauna, que dirige el comandante de la Revolución
Guillermo García Frías. A lo largo del país existen más de 16 fincas o
plazas, dedicadas esencialmente a la exportación de gallos finos para
Ecuador, México, Panamá y Puerto Rico. Los galleros y criadores
estatales están inscritos en la empresa y se rigen bajo su reglamento
competitivo.

Para Lachi, gallero de Quivicán, acreditarse en una valla estatal es una
buena opción, pero "el tema es que pagan muy poco y criar gallos finos
requiere dedicación, tiempo y recursos".

"La crianza y cuidado de gallos finos es un oficio caro. Más actualmente
porque las razas cubanas se han debilitado por los cruces, y lograr un
animal con biotipo y entereza lleva experiencia, buena alimentación,
ambiente sano. Es por eso que muchos cuidadores prefieran trabajar para
vallas clandestinas, porque allí la ganancia por cada pelea ganada o
cría vendida motiva", señala Lachi.

"El riesgo de pelear gallos en la 'manigua' es que el ambiente se malea
y no hay mucho control incluso con jueces para evitar las trampas. En
Alcona no pasa nada de eso porque es el reglamento del Estado, donde
después que tú espuelas tu gallo, el animal va para una jaula y usted no
lo toca más hasta que no acabe la pelea", añade.

Datos consultados refieren que un ejemplar común de gallos finos se
exporta al precio mínimo de 150 CUC, y más según raza y gallardía. De
este dividendo los cuidadores solo reciben el equivalente a dieciocho
CUC, a pesar de que "toda la inversión del cuidado y crianza corre de
sus bolsillos", pues "la empresa apenas los abastece" de la dieta básica
para los gallos finos.

¿Topes pero no peleas?

En la Finca Alcona S.A., ubicada en el municipio Arroyo Naranjo, sus
directivos insisten en que las diferencias entre vallas del Estado
—"donde se celebran topes y no peleas"— y las clandestinas, es que en
estas últimas "no existen laboratorios, ni reglamentos".

En las clandestinas "se permiten las apuestas que nosotros tenemos
prohibidas", dice un gallero. Además, "se utilizan espuelas más largas y
eso es mucho más criminal para los gallos".

El "viejo Gregorio" confiesa no ser un "sabedor de gallos", pero es
apostador nato y se le conoce por su suerte para ganar. Lo mismo apuesta
"en una pelea de gallos, que en una de peces peleadores o de trompos con
los 'chamas' del barrio". Opina que "la violencia y la corruptela" no
son exclusivas de las apuestas.

"Me cuesta entender esa diferencia entre topar y pelear. Es lo mismo
pues existe el combate y, si hay combate, la apuesta va. La única
diferencia es que los galleros del Estado tienen permiso para criar y
vender ejemplares de exportación. Pero te aseguro que en las vallas
legales corren las apuestas; no a viva voz, por supuesto, pero existen",
defiende Gregorio.

"Es verdad que en muchas peleas 'de manigua' hay 'traqueteo', pero no
porque se corran apuestas sino por la delincuencia que va allí a
'marcar' a los ganadores para después cometer sus fechorías.
Malentendidos por dinero habrá siempre, lo mismo en una apuesta de
gallos, que en el mostrador de una bodega", agrega.

'Juegos prohibidos'

Aunque el Código Penal cubano en su Artículo 219 contiene la figura de
"juegos prohibidos", allí no se especifica qué son o cuál es la
interpretación del Gobierno. Solo se avisa que será sancionado "el
banquero, colector, apuntador o promotor de juegos ilícitos".

José Ernesto Maceo, graduado en Historia del Arte y asiduo a la valla
clandestina El Palmar, considera que ambas polémicas —la prohibición de
apostar y la crueldad de pelear animales— "tienen un viso de hipocresía
social" y critica la ausencia de "razonamientos más serios" sobre el
tema. Se pregunta "qué hace de un juego cualquiera un acto ilícito: el
juego en sí mismo o las apuestas".

"Las apuestas existen desde que el hombre descubrió el valor de las
cosas y el poder simbólico que resulta de acopiarlas. Muchas reformas
revolucionarias lo único que lograron fue alimentar una sociedad
hipócrita y pacata", dice Maceo.

"Mis vecinos critican las peleas de gallos por la violencia del acto;
sin embargo, compran de juguetes para sus hijos pistolas y espadas. Para
sí mismos alquilan filmes de acción o peleas de UFC. Es decir, les
parece cruel una pelea de gallos, pero no de personas. Apuestan a un
partido de futbol o de pelota, pero ven mal apostar en una pelea de
gallos", agrega.

"Lo más saludable será que vallas de peleas y galleros se aprueben para
el sector privado con la consecuente implementación de leyes y
controles. Que cada quien sea responsable de su negocio. Las apuestas no
son el problema, sino la ilegalidad", opina.

Source: Peleas de gallos: ¿Cuál es el problema, las apuestas o la
ilegalidad? | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1467318234_23509.html

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