jueves, 7 de julio de 2016

Ley y poder contra derechos?

¿Ley y poder contra derechos?
Una cosa reafirman los funcionarios de la Asamblea Nacional y otra muy
distinta trae el mensaje del esbirro visitante
Miércoles, julio 6, 2016 | Leonardo Calvo Cardenas

LA HABANA, Estados Unidos.- El pasado viernes 1ro de julio un oficial de
la policía política "visitó" a la activista Marlene Ricardo en su
domicilio y le aseguró que ellos estuvieron al tanto de la participación
de un grupo de animadores del proyecto Candidatos por el Cambio (CxC) en
la sesión ordinaria de la Asamblea Provincial del Poder Popular de La
Habana que tuvo lugar el pasado 28 de mayo en el Centro de Convenciones
de la localidad capitalina de Cojimar. El agente de ocasión le dijo a la
señora Ricardo que no iban a permitir nuevamente un ejercicio como ese.

En el momento en que ese pequeño grupo de activistas, cumpliendo lo
establecido por las leyes y reglamentos vigentes —los cuales estipulan
como públicos los espacios legislativos nacionales— ejercieron el
derecho ciudadano de participar en esta sesión de la mencionada
asamblea, ni siquiera pensé en comentarlo o reportarlo mediáticamente en
tanto quise asumirlo como un muy natural ejercicio cívico e incluso vi
con buenos ojos que tal acto no tuviera inmediata repercusión en el
cotidiano nerviosismo represivo de las autoridades.

De hecho hace también pocos días, líderes de CxC conscientes de las
implicaciones protocolares y de seguridad que reviste la sesión de la
Asamblea Nacional se personaron en las oficinas del Parlamento para
averiguar cuáles eran los pasos y mecanismos a activar para participar
como ciudadanos en el cónclave legislativo.

Después de constatar el asombro de la recepcionista y esperar más de
una hora, la directora de atención a la población tomó nuestros datos y
muy amablemente nos explicó que por ser nuestro parlamento tan nutrido
—creo que tenemos más o menos los mismos diputados que Asamblea
legislativa china— carecemos de espacio incluso para algunos
funcionarios de la propia Asamblea. La directora reafirmó el interés
oficial en que los ciudadanos participen y estén al tanto de las
sesiones legislativas a todos los niveles.

Los líderes y animadores CxC están convencidos de que el empate técnico
que sustenta y matiza la política interna en Cuba y en base al cual el
gobierno no puede acabar con la oposición ni la oposición con el
gobierno solo garantiza el statu quo y en nada favorece el real avance
hacia la democracia plena. Por esa razón CxC promueve la reconstrucción
del protagonismo cívico y político de los ciudadanos a partir de los
espacios y presupuestos legales vigentes en la real convicción de que la
cultura de participación independiente que se adquiera hoy servirá de
mucho en el insoslayable proceso de reconstrucción democrática que tanto
anhelamos.

Los líderes y animadores de CxC están seguros que resulta mucho más
positivo canalizar las crecientes cotas de malestar, inquietud y
cuestionamiento en los espacios electorales vigentes que alimentar el
abismo de apatía e incivilidad que favorece la manipulación hegemonista
de las autoridades cubanas. Incluso dentro de sus propias estructuras
políticas e institucionales los gobernantes cubanos han tenido que dar
marcha atrás cuando han intentado el ejercicio de permitir la expresión
y el debate libre de inquietudes y cuestionamientos.

Ya estamos acostumbrados a que el régimen persiga y reprima a los que se
oponen pacíficamente y sin violar la ley o el orden. Ahora CxC pone al
gobierno cubano ante la disyuntiva de perseguir y reprimir a los que
actúan estrictamente de acuerdo a los presupuestos legales vigentes,
aunque actuando de manera muy independiente y soberana. Y en eso
considero radica la esencia del tan necesario cambio de mentalidad y
referencia en la correlaciones políticas internas: sin importar el
ámbito o el nivel del accionar ciudadano los cubanos tenemos que dejar
de ser objetos pasivos de la manipulación política, el miedo inducido e
incluso de la solidaridad externa para convertirnos en sujetos activos,
protagonistas y definidores de nuestro propio destino.

Los animadores de CxC desde distintos puntos del abanico ideológico y
político coinciden sin lugar a dudas en la necesidad de una
transformación estructural de los fundamentos de nuestra convivencia
política, pero también asumen que la participación soberana e
independiente en las imperfectas estructuras vigentes generan un nuevo
imaginario en la interrelación sociopolítica y alimenta la tan necesaria
autoestima cívica de los ciudadanos. La prueba inequívoca de la
trascendencia que tiene impulsar el despertar cívico de los cubanos, aun
en el marco de las estructuras vigentes, son los acosos y amenazas
represivas que en los últimos meses ha sufrido CxC.

Sin embargo una vez más la tan supuestamente bien engrasada maquinaria
del poder hegemónico castrista cae en contradicción: Una cosa dicen las
leyes y reglamentos vigentes, una cosa reafirman los funcionarios de la
Asamblea Nacional y otra muy distinta y preocupante trae el mensaje del
esbirro visitante con sus despreciables amenazas directas o veladas.

CxC asume el enorme reto de hacer vivir la letra muerta de los derechos
reconocidos y contribuir a reconstruir esa autoestima cívica de los
cubanos para que la política en Cuba deje se ser definida por las élites
que marcan pautas y derroteros con los ciudadanos siempre convertidos en
instrumentos inermes de poderes e intereses.

El reto de las autoridades será ver como resuelven esa contradicción
interna que opone su vocación intolerante y sus presupuestos legales
vigentes, ante la determinación de quienes no están dispuestos a dar un
paso atrás ante la posible confrontación y debate político que tanto
deseamos o los embates represivos que tan bien conocemos.

Source: ¿Ley y poder contra derechos? | Cubanet -
https://www.cubanet.org/opiniones/ley-y-poder-contra-derechos/

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