jueves, 7 de julio de 2016

Burger Kings y Subways a la cubana

Burger Kings y Subways a la cubana
Emprendedores en la Isla se 'apropian' de marcas ajenas para promocionar
su negocio

Jueves, julio 7, 2016 | Manuel Díaz Mons

LA HABANA, Cuba.- El registro de una marca, emblema, logotipo o
cualquier otro elemento que identifique a un negocio privado resulta un
instrumento de gran importancia para la protección jurídica de los
empresarios y el crecimiento económico de sus negocios. Este proceso en
Cuba resulta complejo de realizar.

Una actividad de casi dos siglos

Registrar nombres y lemas comerciales no es nada nuevo en la isla,
existe desde hace tiempo. En Cuba este proceso comenzó a establecerse el
27 de marzo de 1826 mediante un Decreto Real que estipulaba las reglas
para la concesión de privilegios de invención e introducción de mejoras
sobre la base de la primera Ley de Patentes, promulgada en España en
1820, lo cual constituye el primer instrumento jurídico relativo a la
Propiedad Industrial en Cuba, según señala la Msc. Sucet Beoto Ramos, en
su investigación Antecedentes de la protección de invenciones.

En 1904, la Mayor de las Antillas se unió al Convenio de París para la
Protección de la Propiedad Industrial (1891), lo que significó un hecho
relevante porque por primera vez la Isla se abría al mundo para la
práctica de esta materia.

A partir de 1959 muchos avances de la etapa anterior fueron frenados por
las modificaciones que tuvo el Decreto-Ley número 805 del 4 de abril de
1936, con los nuevos decretos promulgados por el gobierno comunista (Ley
618, 914, 1088, 1115 y 1217).

Sin embargo, por la necesidad que exigían los nuevos tiempos, matizados
por una apertura necesaria del sector privado cubano, durante el Periodo
Especial, se hizo urgente crear un sistema más efectivo para el registro
de la propiedad industrial, mediante la promulgación del Decreto-Ley
número 160, del 9 de junio de 1995, posteriormente arreglado con el 203,
en 1999, mecanismo que se mantiene en la actualidad.

Un engorroso proceso legal de nuestros tiempos

Yeney Acea Valdés, profesora de derecho en la Universidad de la Habana,
señaló en una investigación titulada Procedimiento de registro de marcas
en Cuba, que el Decreto ley 203, goza de importantes avances en relación
con sus predecesores, entre los que vale destacar "la diferenciación
entre las prohibiciones relativas y absolutas, la introducción de la
conciliación como método alternativo de solución de conflictos durante
el procedimiento de registro, las medidas provisionales a solicitar al
tribunal en caso de infracción de los derechos conferidos, las medidas
especiales en frontera, entre otras que sin lugar a dudas lo colocan
entre los más progresistas dentro del ordenamiento jurídico cubano
referente a la materia".

Sin embargo, en lo referido al tiempo, los engorrosos trámites, y a las
quejas por parte de los propietarios, estos procedimientos resultan bien
complejos de entender y de asimilar por los cubanos.

Existen muchos emprendedores en la Isla que han ejecutado dichas
acciones para promover sus dimensiones económicas dentro del mercado
nacional e internacional, pero la gran mayoría de los cuentapropistas
ignoran el procedimiento a seguir, por lo difícil que resulta en muchos
casos.

El organismo encargado de llevar a cabo todo este proceso, tanto para
personas naturales y jurídicas, nacionales y extranjeras, es la Oficina
Cubana de la Propiedad Industrial (OCPI), y el precio de los trámites
oscila entre 300 pesos según el tipo de gestión legal y puede llegar
hasta los 1800 pesos.

Cuando un ciudadano hace una solicitud ante la OCPI tiene que esperar
hasta 180 días para la realización del examen formal, que consiste en la
simple tarea de revisar los documentos para la realización del examen
sustantivo (incluidos los datos personales del solicitante). Este es el
primero de una serie de pasos a realizar para el registro de cualquier
marca en la Isla y se puede extender hasta por más de 1 año cuando el
trámite no presenta contratiempos.

Todo este registro tiene una validez de 10 años, pero puede ser renovado
pagando la cuota establecida.

Ilegalidades, un tema recurrente

Una vez inscrito el logo o marca de la empresa interesada, nadie puede
hacer uso de esta sin la debida autorización del dueño que la registró.
Esto sirve tanto para pequeños empresarios como para las grandes
corporaciones internacionales, por lo que la utilización ilegal de sus
logotipos es una grave violación de la propiedad industrial.

A pesar de ello y por desconocimiento de muchos cuentapropistas cubanos,
cada día se ven con mayor frecuencia tales infracciones, desde la
utilización del icono de las marcas Android y Apple en los talleres
donde arreglan celulares hasta del nombre de las cafeterías que evocan a
reconocidos centros comerciales.

A finales del 2015 se conoció que una pequeña cafetería ubicada en la
provincia de Camagüey, cuyos dueños desconocían sobre la existencia de
una oficina en Cuba encargada de la propiedad industrial, había sido
visitada por un abogado de la multinacional McDonald's, por la
utilización del nombre de esta empresa en dicho local gastronómico. Este
hecho no tuvo mayores consecuencias pues los dueños del espacio
accedieron, sin objeciones, a dejar de utilizar el nombre de McDonald's.

La secretaria de Comercio de Estados Unidos, Penny Pritzker,
refiriéndose al uso ilegal de marcas en la isla caribeña, dijo que este
no era uno de los temas abordados con las autoridades cubanas durante
las últimas visitas de los funcionarios estadounidenses a Cuba, pero
agregó que el mismo está en la agenda para conversaciones futuras, según
informó el diario The Washington Post, en un artículo sobre estas
ilegalidades en Cuba, publicado el pasado año.

En la actualidad existen numerosas empresas internacionales que ofrecen
ya servicios de asesoramiento, gestión y diseño de marcas industriales
para emprendedores cubanos, tal es el caso de la empresa NeoTheK Cuba.
Por otro lado, el sector estatal del diseño cubano, coordinado por la
Oficina Nacional de Diseño Industrial (ONDI), por la falta de una
oficina central, actualmente en construcción, no ha podido ejecutar
dichos servicios para este sector. Pero a pesar de ello muchos
diseñadores y especialistas en marketing dentro de la Isla realizan de
forma independiente este tipo de trabajos, lo que ha contribuido a que
algunos emprendedores tengan un lugar destacado en el comercio con sus
nombres y logotipos.

Sin dudas, la forma más eficaz de proteger la propiedad industrial es el
registro de marcas, lo que asegura la durabilidad, estabilidad y el
posicionamiento en el mercado de un producto. En Cuba todavía existen
muchos tabúes en cuanto al tema por el desconocimiento general del
sector emprendedor en la Isla y los exigentes y morosos procedimientos
para el registro. Un sistema legal más eficiente para los cubanos, es
una nueva urgencia que tiene el sector privado para su crecimiento
económico, que a finales de marzo contaba con más de medio millón de
personas inscritas como cuentapropistas. Esto refleja su crecimiento a
pesar de las trabas que la naturaleza misma del sistema socialista
impone sobre el desarrollo económico de la nación.

Source: Burger Kings y Subways a la cubana | Cubanet -
https://www.cubanet.org/actualidad-destacados/burger-kings-y-subways-a-la-cubana/

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