Militares, peloteros y secuestradores
El mayor secuestrador del continente acusa a otros de secuestrar
Eugenio Yáñez, Miami | 18/02/2016 12:37 pm
La fuga de los hermanos Gurriel al finalizar la reciente Serie del
Caribe de béisbol en República Dominicana resultó demasiado fuerte para
el régimen.
No son los primeros que escapan, ni serán los últimos, pero eran
emblemas del deporte "revolucionario", del que no temblaba ante la
"pelota esclava" ni los esfuerzos de "mercenarios" para atraer talentos
de la Isla. La dictadura denunció a los Gurriel por supuesta "entrega a
los mercaderes del béisbol rentado y profesional".
Cada vez que un pelotero cubano comienza a destacarse en la Isla, existe
una fuga en potencia, porque en el peor de los casos, si ese pelotero
solamente lograra jugar en un equipo "Doble A" de alguna sucursal de un
team de Grandes Ligas, o en una liga de menos importancia, ganaría en un
año mucho más dinero que todo el que pudiera obtener durante toda su
vida en Cuba como deportista, entrenador, burócrata del INDER o
"dirigente" deportivo, y además tendría la simpatía de los cubanos,
aunque el régimen se esmere en llamarlo "desertor", que jugará en la
pelota rentada, o lo que quiera. Tales rótulos tienen connotaciones
peyorativas, pero en la televisión en español del sur de Florida los
repiten irresponsablemente locutores y comentaristas deportivos: no como
excepción, sino como regla.
La furia de la dictadura es tan irracional no solamente porque pierde un
elemento de propaganda, sino también porque se le escapa otra
posibilidad de obtener moneda fuerte, gracias a las pretensiones de que
el régimen sea agente-proxeneta o "representante" de los peloteros que
jueguen en EEUU, lo que representaría pingües ingresos monetarios para
el Gobierno y sus beneficiarios, sin prácticamente tener que hacer nada.
Los hermanos Gurriel, fundamentalmente Yulieski, eran parte del buque
insignia de la propaganda castrista en el béisbol. Lourdes Jr., a sus 22
años, todavía tiene que demostrar que merece una elevada posición
estelar en el firmamento deportivo profesional, pero Yulieski hace años
era considerado listo para jugar en Grandes Ligas, y aparentemente ese
momento ha llegado.
Por eso la histeria del régimen, presionando a República Dominicana para
que denuncie la fuga de ambos hermanos como secuestro o tráfico humano,
y ya esa nación ha detenido al menos a dos militares para investigar
supuesta actividad de secuestro o tráfico humano, pretendiendo ignorar
dos realidades: que cada vez son más los peloteros cubanos interesados
en jugar en Grandes Ligas o en el béisbol profesional en cualquier país;
y que si alguien mantiene "secuestrados" a los atletas cubanos cuando
están en el extranjero son los "compañeros de la seguridad" que viajan
con las equipos deportivos, no para proteger a los deportistas, sino
para tratar de evitar que abandonen las delegaciones, sea un pelotero en
República Dominicana, un karateca en Uzbekistán o un tenista en la
Cochinchina.
¿Secuestrar a Yulieski Gurriel para qué? ¿Para obligarlo a jugar en
Grandes Ligas contra su voluntad? ¿Para impedirle regresar a vivir al
paraíso castrista y cobrar sesenta dólares mensuales como "estímulo" por
sus resultados deportivos? ¿Para que los millones de dólares que paguen
por su talento y su juego terminen en manos de oscuros secuestradores
que no le dejarían vivir ni disfrutar lo que obtenga con su esfuerzo?
¿Por qué Yulieski Gurriel no podría seguir los pasos de otros cubanos
estelares que en su momento "desertaron", como Rolando Arrojo, Liván y
"el Duque" Hernández, Yassiel Puig, Aroldis Sánchez, Yoenis Céspedes,
"Pito" Abreu, y tantos que harían interminable el listado? Sin contar
los que escaparán después, cada vez más, mientras una pandilla de
delincuentes en La Habana se considere con sagrados derechos de
apropiarse del talento, esfuerzo y vida de sus súbditos, a nombre de una
supuesta "revolución" que 57 años después de robarse el poder no puede
garantizar ni un vaso de leche diario a cada cubano.
Para el libelo Granma y el departamento ideológico del partido comunista
cubano este caso podrá enfocarse como secuestro o tráfico humano. Tontos
útiles, esbirros digitales y miserables ideológicos se prestarán a
hacerle el juego a esa infamia. Tal vez algún que otro militar
dominicano sea investigado o acusado de cualquier cosa en función de los
intereses de La Habana. La larga mano del castrismo se mueve cómodamente
en todo el continente, mucho más entre sus vecinos más cercanos.
La mentira podrá mantenerse un tiempo o sobre algunos sectores de la
población, pero nunca todo el tiempo ni sobre todo el mundo.
Cuando Yulieski Gurriel ocupe el cajón de bateo en algún equipo de
Grandes Ligas que le habrá pagado millones de dólares por contratarlo,
el andamiaje de la propaganda castrista y su despreciable ideología
rodarán por el fango una vez más.
Lo que no impedirá que desde La Habana sigan mintiendo y difamando. Ni
que los Gurriel y los que les seguirán continúen ganando millones de
dólares con su talento y su esfuerzo.
Para desgracia de Antonio Castro Soto del Valle y todos los bandidos que
pretenden continuar enriqueciéndose con el talento y el sudor de tantos
cubanos.
Source: Militares, peloteros y secuestradores - Artículos - Cuba - Cuba
Encuentro -
http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/militares-peloteros-y-secuestradores-324856
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