miércoles, 17 de febrero de 2016

Las diferencias sociales se acrecientan en la Isla con la irrupción de los nuevos ricos

Las diferencias sociales se acrecientan en la Isla con la irrupción de
los nuevos ricos
AGENCIAS | La Habana | 16 Feb 2016 - 10:44 pm.

La apertura de la economía a los negocios privados he permitido el
florecimiento de una clase holgada en Cuba, que empieza a llamar la
atención en un país donde los signos externos de riqueza estuvieron
reservados por años a un puñado de privilegiados, informa la agencia AFP.

Eddy Relova, de 23 años, exhibe una gorra de béisbol y una gruesa cadena
de oro en el cuello, mientras está cómodamente instalado en el "paladar"
de un elegante barrio de La Habana, con su pareja Valentina y su bebé de
nueve meses.

En este pequeño restaurante privado donde se paga en CUC, el peso
convertible reservado a las billeteras más abultadas en la Isla, el
joven explica que no podría pagarse esta comida si no vendiera joyas
fuera del sistema estatal, que todavía concentra el 80% de la actividad
económica del país.

"El trabajo estatal no te da para poder ir a ningún lugar", asegura
Relova, que antes de dedicarse a su ocupación actual, se ganaba al vida
con el "trapicheo de la calle".

Hasta hace poco, solo una pequeña élite compuesta por militares,
dirigentes de empresas estatales, trabajadores del turismo o artistas,
podían permitirse el lujo de ostentar sus riquezas, como un automóvil o
ropa de marca.

Pero hoy una nueva clase adinerada frecuenta los restaurantes y bares en
boga en los barrios "chic" de la capital cubana, destacándose entre
elegantes diplomáticos y hombres de negocios.

Esto "se ha visto mucho más claro en los últimos cuatro o cinco años, se
disparó con la apertura al cuentapropismo", explica a la AFP la sicóloga
Daybell Pañellas, autora de múltiples estudios sobre ese tema.

"Cada día vemos mas cubanos consumiendo (...). Hay mas personas que
ejercen actividades económicas por su cuenta e imagino que eso les da la
posibilidad de poder consumir en lugares como este", declara Ernesto
Blanco, de 47 años y propietario de La Fontana, restaurante de moda en
el oeste de La Habana que recibió recientemente a la cantante Rihanna.

Con su apertura sin precedentes a la iniciativa privada, las reformas
lanzadas por Raúl Castro en 2008 han permitido que algunos cubanos
aumenten sus ingresos.

Según estimados, alrededor de 500.000 isleños trabajan actualmente en
unos 200 oficios por "cuenta propia", que entregan una parte
significativa de sus ingresos al fisco.

Entre ellos, son los dueños de restaurantes, mecánicos, propietarios de
casas de alquiler y emprendedores del sector de la construcción los que
obtienen los mayores ingresos, agrega Pañellas.

"El hecho de tener tu propio negocio te hace tener una entrada muy
diferente del cubano normal. El restaurante nos ha permitido vivir mucho
más confortablemente", afirma Blanco.

Sin embargo, prefiere no dar detalles sobre sus ingresos, pues el pudor
sigue siendo la norma en el país de la igualdad social.

Raúl, taxista privado de 36 años, admite que ese trabajo "mejoró un poco
la vida", le "permite consumir cosas un poco más caras" y viajar más.

Sentado en un "paladar" junto con su esposa, cuyos movimientos hacen
tintinar sus múltiples pulseras de oro, el taxista también se resiste a
ahondar en su nivel de vida.

"En Cuba, ser rico no es el modelo, y en la población se sigue
estigmatizando tener dinero", con la notable excepción de los artistas,
sostiene Pañellas.

Por ejemplo, apunta la experta, algunos esperan que caiga la noche para
sacar sus compras del maletero del auto, para no exponerse a la envidia
de sus vecinos o a los pedidos que la vergüenza hace difícil rechazar.

La falta de estadísticas hace difícil definir el perfil de los "nuevos
ricos", toda vez que junto con los "cuentapropistas" comienzan a
aparecer los ases del mercado negro, los exiliados que regresan y los
cubanos que se benefician de sustanciales envíos de dinero desde el
exterior.

Aunque su alcance es limitado y sus niveles de riqueza están aún lejos
de los estándares de los más ricos en América Latina, la llegada de esta
nueva clase plantea la cuestión de una eventual crisis de valores en
esta Isla, dice AFP, donde el salario promedio no supera los 20 dólares
al mes.

"Nosotros no hemos perdido todavía nuestra solidaridad, nuestros valores
sociales, pero (al mismo tiempo) más personas también constatan que sin
dinero, hay muchos accesos que están limitados (...). Esto es
ambivalente", admite Pañellas.

José Raúl Colomé, propietario del restaurante privado Starbien, ubicado
en el barrio del Vedado, próximo al centro de La Habana, y que recibe
diariamente a 120 clientes, se juega la carta de la solidaridad vecinal
para evitar enemistades y la codicia.

"Lo que hacemos es ayudar a los vecinos en la medida de lo posible, de
manera que el impacto no sea negativo", explica el hombre a la AFP.

Y a los eventuales pedigüeños, Colomé dice que les propone un trabajo,
cuando es posible.

Video:
https://www.youtube.com/watch?v=uhBSbQSaBv0

Source: Las diferencias sociales se acrecientan en la Isla con la
irrupción de los nuevos ricos | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1455659086_20260.html

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