jueves, 18 de febrero de 2016

El hijo de Furry, dueño de una Paladar, dice que ayuda a los vecinos cuando le es posible

El hijo de Furry, dueño de una Paladar, dice que ayuda a los vecinos
cuando le es posible
José Raúl Colomé es propietario del restaurante Starbien, uno de los más
visitados por la élite habanera.
Agencias
febrero 17, 2016

En Cuba, la apertura de la economía a los negocios privados permitió el
florecimiento de una clase holgada, que empieza a llamar la atención en
un país donde los signos externos de riqueza estuvieron reservados por
años a un puñado de privilegiados.

José Raúl Colomé, propietario del restaurante privado Starbien, ubicado
en el barrio de El Vedado, próximo al centro de La Habana, y que recibe
diariamente a 120 clientes, se juega la carta de la solidaridad vecinal
para evitar enemistades y la codicia.

"Lo que hacemos es tratar de ayudar a los vecinos en la medida de
nuestras posibilidades, de manera que el impacto no sea negativo", dijo
a AFP Colomé, hijo del general del Ejército Abelardo Colomé Ibarra,
conocido popularmente como Furry.

El hijo del General aseguró a la agencia que a las personas que van a
pedirle les propone un trabajo cuando es posible.

Otro hijo de jerarca, Ernesto Blanco, de 47 años y propietario de La
Fontana, restaurante de moda en el oeste de La Habana que recibió
recientemente a la cantante Rihanna, dijo a AFP que el consumo florece
entre los cubanos.

"Cada día vemos más cubanos consumiendo (...). Hay más personas que
ejercen actividades económicas por su cuenta e imagino que eso les da la
posibilidad de poder consumir en lugares como este", declaró el hijo del
fallecido coronel del Ministerio del Interior Manuel Blanco.

Hasta hace poco, sólo una pequeña élite compuesta por militares,
dirigentes de empresas estatales, trabajadores del turismo o artistas,
podían permitirse el lujo de ostentar sus riquezas, como un automóvil o
ropa de marca.

Pero hoy una nueva clase adinerada frecuenta los restaurantes y bares en
boga en los barrios chic de la capital cubana, destacándose entre
elegantes diplomáticos y hombres de negocios.

Esto "se ha visto mucho más claro en los últimos cuatro o cinco años, se
disparó con la apertura al 'cuentapropismo' (trabajo privado)", explica
a AFP la psicóloga Daybell Pañellas, autora de múltiples estudios sobre
ese tema.

Con su apertura sin precedentes a la iniciativa privada, las reformas
lanzadas por Raúl Castro en 2008 han permitido que algunos cubanos
aumenten sus ingresos.

Según estimados, alrededor de 500.000 cubanos trabajan actualmente en
unos 200 oficios por "cuenta propia", que entregan una parte
significativa de sus ingresos al fisco.

Entre ellos, son los dueños de restaurantes, mecánicos, propietarios de
casas de alquiler y emprendedores del sector de la construcción los que
obtienen los mayores ingresos, agrega Pañellas.

Raúl, taxista privado, de 36 años, admite que ese trabajo "mejoró un
poco la vida", le "permite consumir cosas un poco más caras" y viajar
más. Sentado en una paladar junto a su esposa, cuyos movimientos hacen
tintinar sus múltiples pulseras de oro, el taxista también se resiste a
ahondar en su nivel de vida.

"En Cuba, ser rico no es el modelo, y en la población se sigue
estigmatizando tener dinero", con la notable excepción de los artistas,
sostiene Pañellas.

Por ejemplo, apunta la experta, algunos esperan que caiga la noche para
sacar sus compras del baúl del auto, para no exponerse a la envidia de
sus vecinos o a los pedidos que la vergüenza hace difícil rechazar.

La falta de estadísticas hace difícil definir el perfil de los "nuevos
ricos", toda vez que junto con los cuentapropistas comienzan a aparecer
los ases del mercado negro, los exiliados que regresan (como los
autorizados por el Gobierno en 2013) y los cubanos que se benefician de
sustanciales envíos de dinero desde el exterior.

Su alcance es limitado y sus niveles de riqueza están lejos de los
estándares de los más ricos en América Latina, pero la llegada de esta
nueva clase plantea la cuestión de una eventual crisis de valores en
esta isla comunista, donde el salario promedio no supera el equivalente
a $20 al mes.

Source: El hijo de Furry, dueño de una Paladar, dice que ayuda a los
vecinos cuando le es posible -
http://www.martinoticias.com/content/hijo-furry-dueno-paladar-dice-que-ayuda-a-sus-vecinos-cuando-le-es-posible/115499.html

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