viernes, 14 de septiembre de 2012

Los inventarios

Los inventarios
Jueves, 13 de Septiembre de 2012 11:40
Escrito por Martha Beatriz Roque

inventarioCuba actualidad, Santos Suárez, La Habana, (PD) Los que desde
el inicio siguieron las barbaridades económicas que hizo el régimen,
recordarán que en los primeros años de la "involución", se compró una
barredora de nieve.

A estas alturas cabría preguntarse: ¿en qué inventario ocioso estará? Si
se ha reconocido oficialmente que la Empresa Comercializadora de
Servicios y Productos Universales de la provincia de Holguín lleva más
de una década en el proceso de dar baja a diez montacargas fuera de
servicio, todavía alguien podría estar esperando que nevara en Cuba.

La centralización de la planificación hace maravillas de desastres en lo
que a inventarios –de cualquier tipo- se refiere, porque quien decide
comprar y donde hacerlo, no saca dinero de su bolsillo, por lo tanto
puede permitirse cualquier desliz.

Los inventarios deben tener una adecuada rotación para que se utilicen
correctamente los recursos materiales y haya un mínimo de pérdidas. Pero
¿qué está establecido a nivel del país para que esto se cumpla? Como en
la mayoría de los problemas económicos que existen, la burocracia y el
"super" control hacen mella.

Entonces, aparecen los llamados inventarios ociosos, que también pueden
ser de medios básicos, y que se echan a perder, como se pudo constatar
en un artículo del periódico Granma del viernes 24 de agosto titulado:
"Toneladas por atrapar y ley por cumplir", donde se pone de manifiesto
la indolencia en el control de los inventarios: más de 15 mil toneladas
de acero de una nave de lo que pudo ser la planta procesadora de níquel
en Las Camariocas, Moa, provincia de Holguín, han sido víctimas de la
corrosión en espera de decisiones sobre su destino.

Pero, ¿es solo este almacén de hierros el que existe en el país? No, hay
numerosos lugares -a lo largo y ancho de la isla- en los que las malezas
y las inclemencias del tiempo se comen inventarios abandonados.

Sólo habría que recodar los centrales que se desmantelaron hace más de
una década y cuestionarse, ¿se aprovecharon los inventarios de medios
básicos allí existentes, o todavía pululan dentro de las naves, que
deben estar cayéndose?

No existe un organismo en el país que sea capaz de dedicarse a controlar
la liquidación de todos los bienes de una empresa, establecimiento o
unidad que cierra por diferentes motivos.

Los directivos de las entidades que terminan sus funciones económicas,
debieran mantenerse activos hasta que hayan sido reducidos a cero los
inventarios en libros y en físico. Pero eso no sucede así, porque en
primer lugar la contabilidad -que es casi inexistente- no tiene ni
registrados los bienes materiales que constituyeron la entidad en su
momento de inicio, más aquellos que fueron incorporándosele, para
realizar los correspondientes ciclos de producción y/o servicio.

Si se analiza el planteamiento oficial del director de la Empresa de
Suministros y Transporte Agropecuario de Holguín, Jorge Luis Pupo, que
es ingeniero mecánico, se podría constatar la necesidad de que estos
dirigentes tengan una cultura económica y financiera. Él ha decidido no
vender los productos ociosos que tiene en almacén, porque le provoca
pérdidas económicas al tener que ofertarlos en cuantías inferiores al
valor con que aparecen registrados en sus inventarios. Parece algo
tomado de un libro de mal manejo financiero y contrario totalmente a la
agilización que deben tener los inventarios en las empresas. Pero se
pudiera averiguar primero que todo: ¿quién compró esa cantidad de
recursos que se convirtieron en ociosos? Seguramente ya no trabaja en
esa empresa, pero debe haber ido a hacer lo mismo a otra.

El Estado todopoderoso podría tener un mecanismo establecido que le
permitiera a la entidad -al menos- vender estos medios como materia
prima y asumir una parte de la pérdida, ya que los Ministerios
correspondientes, a través de sus direcciones especializadas, no son
capaces de supervisar en un momento determinado la adquisición de
inventarios en cantidades innecesarias. Hay que explicar que hasta hace
poco no era parte del objeto social de las empresas la venta de materias
primas, no se permitía por el mal llamado "sistema económico"; al menos
algo ha cambiado.

Para Cuba actualidad: mbrcnuevocorreo@gmail.com

http://primaveradigital.org/primavera/economia/51-economia/5176-los-inventarios.html

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