viernes, 14 de septiembre de 2012

Cuatro años doblemente perdidos

Cuatro años doblemente perdidos
Miércoles, 12 de Septiembre de 2012 00:17
Escrito por Frank Correa

Cuba actualidad, Jaimanitas, La Habana, (PD) Antonio Medina Castañeda
dice que aún no se ha repuesto del golpe fulminante recibido ayer,
cuando recogió la copia de su carta de libertad en las oficinas del
Tribunal Provincial Popular de La Habana, y no aparecía por ningún lado
que había estado cuatro años preso en el Combinado del Este por intento
de salida ilegal en 1993. Solo dice que fue multado con 500 cuotas de un
peso cada una.

Antonio Medina está inscrito en el Programa de Refugiados de la Oficina
de Intereses de Estados Unidos en La Habana y espera en cualquier
momento que lo llamen a la entrevista, para lo que prepara su expediente
con los avales que certifican su condición de perseguido político,
citaciones de la policía, acusaciones y reportes en la prensa
independiente de sus avatares con el contexto social adverso en que vive.

Tiene una hija de diez años y la mantiene con su oficio de zapatero. Fue
perseguido incesantemente por el jefe de sector hasta que las reformas
de Raúl Castro le dieron la posibilidad de ejercer por cuenta propia.

Tal vez posea el récord nacional de más intentos de salidas ilegales
fallados: 19. Los más renombrados: la gran balsa de pomos plásticos
vacíos amarrados y enfundados en sacos de yute, muy sólida, en la que
hubiera llegado a cualquier sitio, y el armatoste flotante que armaron
en Romerillo, en un patio alquilado, llevaron en un camión de madrugada
hasta la costa de Santa Fe y lo echaron al mar. Navegaron cinco días,
hasta que perdieron el rumbo y se les acabó el combustible. Luego los
cogió un temporal que los volcó varias veces, hasta lanzarlos, en medio
de la noche y la lluvia, contra los arrecifes de Santa Cruz.

En aquel intento murieron Alexis El Gato y Maykel, del reparto Flores.
Antonio salvó la vida milagrosamente, como ha sucedido en otras
ocasiones, pero estaba decidido a esperar la entrevista con el cónsul,
para rogarle por su huida definitiva, pero por aire. Una de las
evidencias de peso es la carta de libertad por los cuatro años preso por
un delito considerado político. La carta original la perdió en aquella
aventura donde salvó la vida por un tilín.

Fue al tribunal que lo había juzgado a solicitar una copia de la carta
de libertad, pero en el fallo ahora se recogía en la sentencia de fecha
treinta y uno de marzo de mil novecientos noventa y tres, una sanción de
multa de quinientas cuota de un peso, nada más.

--No estoy loco, fueron cuatro años de mi vida, con sus días y sus
noches. Y ahí está mi mamá, muerta, que fue a todas las visitas, y mi
hermana, y mi sobrino, que también iban a verme tras las rejas, muerto
en vida. Y ahora resulta que no existen, que tan solo fue una multa.
Fueron cuatro años doblemente perdidos.

Para Cuba actualidad: beilycorrea@yahoo.es

http://primaveradigital.org/primavera/cuba-sociedad/sociedad/5160-cuatro-anos-doblemente-perdidos.html

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