jueves, 23 de agosto de 2012

En La Habana en Cativana

En La Habana en Cativana
Jueves, Agosto 23, 2012 | Por Martha Beatriz Roque Cabello

LA HABANA, Cuba, agosto, www.cubanet.org -Uno de los problemas más
acuciantes que tiene en estos momentos la población cubana es el
transporte. El régimen no admite con facilidad las situaciones de
desastre por las que atraviesa. Es por eso que el hecho de que se
publiquen cifras sobre el asunto en el periódico Granma, hace que los
cubanos, acostumbrados a leer entre líneas, comprendan cuán escabroso es
este dilema y lo difícil que resulta remediarlo.

Para la transportación pública de la capital, con unos 2,2 millones de
habitantes, más la población flotante, que crece día a día, se anunció
que el parque es de 900 ómnibus. De ellos, en el primer semestre de este
año rodó un promedio de 49,4%. En el resto del país, los ómnibus urbanos
son prácticamente inexistentes. La solución para moverse localmente está
en coches de caballo, transporte privado colectivo, bicicletas y
motocicletas.

Del grave inconveniente del transporte las personas han hecho motivo de
conversación en cualquier lugar de reunión. Claro que no es lo único
negativo del que se habla, porque cuando los cabezas de familia llegan
del trabajo a la casa, se enfrentan a un cúmulo de dificultades que no
les permite pensar en otra cosa más que en las necesidades que se
amontonan sin salida. Y entre ellas, el "pan nuestro de cada día", que
cada vez se hace más difícil de conseguir. No solo por la escasez.
También por los precios, inalcanzables para el ciudadano promedio.

En cuanto a los ómnibus, las calles por donde transitan, que se supone
sean las arterias principales en los diferentes municipios, están en un
estado deplorable, porque la palabra "mantenimiento" se borró del
diccionario del régimen, o fue sustituida por otras, como
internacionalismo proletario o cooperación con países hermanos, que
reciben toda la atención y los pocos recursos del sistema. Ello
contribuye a que se rompan más fácilmente las guaguas en los recorridos
que tienen planificados.

Como la tendencia es a cero, ya que trasladarse a cualquier lado de la
capital se hace más difícil cada día, habrá que buscar soluciones
temporales, que no pueden ser los "boteros", pues todos los pasajeros no
disponen de 10 pesos para transportarse en ellos. Quizás retomen lo que
ha sido un apoyo en el interior del país: los coches de caballo. Ya en
el casco histórico de la ciudad existen algunos de ellos, pero para el
servicio al turismo extranjero.

El uso de estos coches trae una serie de consecuencias, las cuales
recientemente fueron consideradas como negativas, durante la epidemia
del cólera en la provincia Granma. Por ejemplo, en Manzanillo, los
coches son conocidos localmente por "cativanas". Las calles en este
municipio se mantienen sucias, ya que los caballos van regando las heces
fecales y la orina. Y como no se les da mantenimiento y están llenas de
huecos, se acumula agua estancada y, con ella, se mezclan estas
deposiciones de los animales.

Se supone que en su trayectoria por la ciudad, los cocheros usen
estercoleros para recolectar el estiércol de los animales. Aquí, en la
capital, tendrían que habilitar una tienda en divisas para vender estos
culeros de caballos. Y como es natural, igual que hicieron en
Manzanillo, los que no cumplan con las medidas, estarán sujetos a multas
de 200 pesos, y si son reincidentes, les quitarán la licencia.

Entonces cabría modificar la canción que se hizo popular en la década de
los 70, del siglo pasado: "A Bayamo en Coche". Y su estribillo diría:
"En La Habana en Cativana".

Bromas aparte, sin dudas el regreso a la transportación de pasajeros
mediante vehículos de tracción animal, algo desaparecido con la
introducción del automóvil a principios del siglo XX, constituye otra
buena muestra del desarrollo social que ha alcanzado la "revolución" en
sus más de 53 años de dictadura. El resurgimiento de los coches de
caballos en pleno siglo XXI quedará como otro de los grandes "logros"
del socialismo castrista.

http://www.cubanet.org/articulos/en-la-habana-en-cativana/

No hay comentarios:

Publicar un comentario