martes, 28 de agosto de 2012

En coma y sin opción de eutanasia

En coma y sin opción de eutanasia
Martes, Agosto 28, 2012 | Por Polina Martínez Shvietsova

LA HABANA, Cuba, agosto, www.cubanet.org -Salir a divertirse en La
Habana constituye un reto. Todo depende de lo que lleves en los
bolsillos, si es el "dinero de palo" (moneda nacional), o los "duros"
(pesos convertibles).

Podemos empezar por el reggaetón, que llegó hace cerca de una década y
ya es un virus devenido endémico. En las plazas dedicadas a esta música,
el ambiente se puede resumir así: "descerebrados, sexo sin seso, droga y
con los bolsillos llenos". Sin embargo, esta subclase social está
imponiendo una especie de "ideología", o estilo de vida, según el cual,
no hay nada de qué preocuparse que no sea el propio cuerpo.

También existen los llamados clubes y cabarets para diversas
preferencias. Allí se reúne el sector de la población que gusta de
boleros, espectáculos variados, shows humorísticos. Es un segmento
poblacional cuyas edades oscilan en torno a los 50 años, así que
prefieren recrearse a tono con épocas pasadas, menos viciadas pero
también más aburridas.

Se encuentra en ascenso un sector juvenil que se mueve hacia las fiestas
llamadas House. Entre ellas, sobresale "Fiesta Única", que se ha
diferenciado, en sus dos años de existencia, por su gran ductilidad y su
capacidad para moverse por toda la ciudad. "Pluss Fusionando Artes", es
otro proyecto que atrae a los adolescentes adinerados. Su oferta es cada
vez más apreciada por el sector de la juventud que vive y práctica el
consumo como forma de vida. En ninguno de estos espacios se promueve el
reggaetón, sino los eventos de música electrónica, mediante la cual se
intenta "elevar el nivel". Es el mismo entorno en que se mueven los Djs
y la "farándula electrónica", como opciones posibles, otros modos de
sobrevivir a la monotonía de un país en crisis.

Está igualmente el mundillo de la juventud más "extrema o radical", los
denominados frikis o metaleros. Para ellos, se acondicionó el cine
teatro Maxim Rock. Allí tienen lugar conciertos y se realizan diferentes
tipos de festivales, como el "Brutal Fest", que arrancó a partir del 16
de agosto, y terminó el 26. En el Maxim Rock confluyen varias
generaciones de cubanos, desde antiguos seguidores de este género hasta
los denominados "emos".

Cuando llega la madrugada en la capital, ya has agotado todas las
posibilidades de distracción, y andas sin medio centavo en el bolsillo,
el mejor lugar para recalar y hacer estancia hasta el amanecer es la
Calle G, sitio donde, al final, siempre confluyen las tribus urbanas:
los "dinosaurios frikis", ubicados en 25 y G; la zona "Emo", de 23 hacia
abajo… En fin, toda una mezcla de "repas", y otros elementos que emigran
desde sus diferentes aburrimientos.

La calle G, en el Vedado, es una cascada de "bichos raros",
pertenecientes a una generación a la que no le importa nada, ni siquiera
su destino individual, mucho menos el del país.

Si caminas 23 hacia abajo, te encontrarás con la "zona roja", en la
esquina de la heladería BimBom (23 y calle Infanta), y terminarás
llegando al muro del Malecón, donde confluyen el sector de los
denominados "grupos LGBT" con los jineteros en su amplio espectro. Esta
zona muestra en muchas ocasiones el rostro de la vibración más baja del
nivel humano. También el más desesperado e incomprendido.

La noche y buena parte de la madrugada capitalinas muestran que la gran
mayoría de los jóvenes con menos de 30 años, no tiene desarrollada la
capacidad de preguntar, indagar, reflexionar, investigar… Viven en un
vacío existencial. Y esto se ve reflejado, sobre todo, en sus carencias
espirituales y en su marcada predilección por lo netamente material.

Intentar sobrevivir al día de hoy. No pensar en el día de mañana. Tal
pudiera ser uno de los mandamientos que rigen el alfa y omega de un
sector juvenil cada vez mayor en La Habana.

Muchos dirán que esto no ocurre solo en Cuba, que esta situación es un
síndrome generalizado, a nivel global. Pero durante décadas, la
propaganda de los gobernantes cubanos, con la ayuda de la izquierda
internacional , le ha vendido al mundo la imagen paradisiaca de una isla
inclusiva que materializa sueños de redención a favor de los más pobres,
una isla poblada por los "hombres nuevos" de que hablara el Che, jóvenes
revolucionarios enfrascados en la construcción del comunismo. Sin
embargo, desde hace ya mucho tiempo, esa entelequia está en franco
estado de coma, a la espera de la emergente mano generacional que le
practique la eutanasia.

http://www.cubanet.org/articulos/en-coma-y-sin-opcion-de-eutanasia/

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