martes, 24 de julio de 2012

Guardabolsos

Guardabolsos
Martes, Julio 24, 2012 | Por Augusto Cesar San Martin

LA HABANA, Cuba, julio, www.cubanet.org -Cuenta mi tía que cuando llegó
a los Estados Unidos, la primera invitación que le hicieron fue ir de
compras. En la entrada del centro comercial, la fuerza de la costumbre
la impulsó a preguntar dónde se encontraba el Guardabolsos, para dejar
la cartera antes de entrar a la tienda.

Es que en Cuba no se concibe un centro comercial si no tiene un
guardabolsos, con empleados siempre molestos y desatentos. Este puesto
de trabajo irrita a quienes lo cubren, porque no permite que el empleado
lucre, como en los demás departamentos de la tienda. Es el rincón
dispuesto para los dependientes sancionados.

Los guardabolsos se distinguen por las demoradas colas de sus usuarios.
Estas colas pueden dilatar la compra de una simple botella de aceite.
Quince minutos para entregar el bolso, cinco para comprar, y otros
quince para la recogida del bolso.

Durante el tiempo de custodia de las pertenencias, el cliente transita
sin el carné de identidad, pues debe dejarlo en calidad de depósito
hasta recoger sus propiedades. Como la entrega en recaudo del documento
de identidad es una contravención, algunas tiendas entregan chapillas
por las que, en caso de pérdida, el cliente debe pagar 12.00 pesos,
eqivalentes a poco más de 50 centavos de dolar.

Sobre la garantía y posibilidades de custodia de las pertenencias del
cliente, están bien aclaradas en todos los guardabolsos. Las
administraciones de las tiendas no se responsabilizan por la pérdida de
objetos de valor o dinero. No se aceptan productos agrícolas,
comestibles y otros muchos, lógicos de un día de compra, como los de
limpieza.

Salir de compra sin bolso o cartera fue por corto tiempo la solución
para evitar demoras o encuentros con empleados enfurecidos. Parecía que
una vez más el pueblo había sorteado los absurdos del gobierno, pero la
desconfianza de las autoridades superó el talento de los cubanos para
resolver los problemas. Se prohibió la entrada a las tiendas con las
compras efectuadas en otro centro comercial, aún cuando se muestre el
recibo de pago.

Los guardabolsos son el resultado de la idea que los dirigentes del país
tienen del pueblo: todos somos rateros. Para complementar esta opinión,
todas las tiendas abren solamente una puerta estrecha, para la
entrada, y otra similar para la salida, con el objetivo de que solo
transite una persona a la vez.

En la entrada, uno o dos dependientes vigilan que nadie entre con
carteras o bolsos. En la salida, dos o tres empleados registran las
compras de los clientes y verifican los recibos. La idea ha calado tanto
en los cubanos que muchos abren sus bolsas antes de llegar a la puerta
para demostrar inocencia. Otros, sin bolsas de compras, suben las manos
para ser registrados.

A pesar del sistema de cámaras de vigilancia en los centros comerciales,
y de los guardias de seguridad, el estilo represivo y desconfiado del
gobierno está latente. Privar a una persona de sus pertenencias para
entrar a una tienda, o registrarla a la salida del mercado es un
humillante acto acusatorio. Aunque debo admitir que la presunción del
gobierno tiene su lógica. Quien ha pasado más de medio siglo robando al
pueblo, es natural que vea ladrones hasta en sus propias víctimas.

acesar2004@gnail.com

http://www.cubanet.org/articulos/guardabolsos/

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