LA LOCURA

LA LOCURA
08-07-2011.
Gerardo Lazcano Naranjo

Consejero político de JACU y presidente del partido Neocatólico.
(www.miscelaneasdecuba.net).- Triste tema para la sociedad cubana,
abandono, desprecio y hasta encarcelaciones. Han tenido la desgracia
estos hijos de Dios de sufrir en cualquier espacio. Es fácil encontrar
una persona desequilibrada mentalmente sobre todo en las prisiones donde
son incapaces de dañar la tranquilidad ciudadana, pero por desgracia
para estos infelices sólo es la madre la que defiende su carácter y su
personalidad trastornada ante el impío tribunal que los encasilla por la
igualdad de las supuestas leyes.

La selección y conducta desde el punto de vista terapéutico, es trabajo
imprescindible antes de ser sancionados, pero los magistrados en Cuba
paralizan el corazón cuando se ponen la toga. Muchos de estos sufridos
cuando cumplen la injusta condena agravan mucho más sus condiciones
dentro de la convivencia familiar y social.

La falta de profesionales con ética y vergüenza en esta sociedad sucumbe
hasta sus miembros más equilibrados, pedirle a Dios con toda su
misericordia y nosotros aportarles en la medida de nuestras
posibilidades. La sociedad naufraga porque la decrepitud capitanea y los
que pueden poner rumbo a la nave se entretienen con el botín de sus
conquistas. La recuperación de los necesitados está peor de lo que está
a la deriva y ni una perla a los que nada puede retribuirle.

La piedad la consideran como una amenaza para los que pretenden llegar
al castillo. Deambulan por las calles de un lugar a otro como si pasaran
desapercibidos ante los ojos de los despiadados. Estos han sido sus
jefes en empresas a las cuales ya no le han servido por sus condiciones
mentales, les han facilitado los trastos y las glorias ganadas a sus
recuerdos en los momentos de lucidez.

Muchos terminan su vida en portales públicos ignorados por su aspecto
ante una sociedad que los esquiva incluso hasta el sector de la salud.
Puede haber caballeros en modales que superan en ética moral, aquellos
que tienen apariencia de reyes y vocación de criminal. Tenemos la fe y
la esperanza que la caridad pública será más solidaria.

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