domingo, 17 de julio de 2011

Estafafores al Medicare hayan refugio en Cuba

Publicado el domingo, 07.17.11

Estafafores al Medicare hayan refugio en Cuba
JAY WEAVER

Mientras los delitos contra el Medicare se extienden por todo el sur de
la Florida, los acusados se escapan a montones hacia Cuba y otros países
latinoamericanos para evitar ser procesados, con más de 150 fugitivos
actualmente buscados por robarle cientos de millones de dólares al
programa federal del cuidado de la salud, de acuerdo con el FBI y
registros de las cortes.

La cifra de fugitivos acusados de fraude médico se ha triplicado desde
el 2008, cuando The Miami Herald informó por primera vez sobre el
fenómeno de inmigrantes cubanos uniéndose a los fraudes al Medicare y
huyendo para evadir un juicio en Miami.

Pero durante los tres últimos años, el FBI ha capturado a sólo 16
fugitivos, lo que refleja la dificultad en apresar a sospechosos que
hablan español y que viajan hacia el sur para ocultarse. La mayoría de
los fugitivos nacieron en Cuba, emigraron al sur de la Florida después
de 1990 y pueden vivir fácilmente sin ser detectados en América Latina
con cientos de miles o millones de dólares robados al Medicare.

Debido a que muchos de los acusados del Medicare son cubanos, han
circulado por años rumores de que el gobierno de Castro los ha entrenado
a propósito y desplegado a los inmigrantes para hacerse cargo de
clínicas con licencia del Medicare en el sur de la Florida, y entonces
esconderlos después que regresan a casa. Pero los agentes y fiscales
federales, aunque especulan en privado sobre una conexión oficial de
Cuba, dicen que nunca han encontrado pruebas que relacionen al régimen
de Fidel y Raúl Castro con el fraude desenfrenado al cuidado de la salud
en este lado del Estrecho de la Florida.

Es más, los agentes federales no han hecho intentos oficiales de buscar
la extradición de fugitivos en Cuba, principalmente debido a que Estados
Unidos no tiene relaciones formales con el gobierno de la isla. Agentes
han capturado a algunos fugitivos cubanos que regresan de la isla cuando
pasaban por el Aeropuerto Internacional de Miami.

Repetidos correos electrónicos y llamadas en busca de comentarios de la
Sección de Intereses de Cuba en Washington D.C. no han sido contestados.

Un informe de la Universidad de Miami de este año citó a un ex agente
cubano de inteligencia que sugirió que había "fuertes indicaciones" de
que su gobierno o había facilitado el fraude al Medicare o suministrado
refugio seguro a los fugitivos a cambio de moneda dura estadounidense.
Pero el documento no brindó ejemplos.

Poco después, el senador federal Charles Grassley, republicano por Iowa,
durante años un guardián del Medicare, cuestionó a funcionarios de Salud
y Servicios Humanos en una audiencia del Congreso sobre el posible
vínculo con el gobierno cubano, después de que el inspector general del
departamento colocó una lista de "Los más buscados" de los fugitivos del
Medicare donde siete de los diez principales eran cubanos.

Observadores del tema cubano, expertos legales y otros que han sido
testigos del ascenso del sur de la Florida como la capital del fraude al
Medicare en EEUU dijo que la participación del gobierno cubano podría no
estar tan lejana, aunque no tienen pruebas para respaldarlo.

Conocedores del tema cubano, expertos legales y otros que han visto al
sur de la Florida convertirse en la capital del fraude al Medicare
consideran que la posibilidad de que el gobierno cubano esté mezclado en
el asunto no es algo que debe desecharse, aunque no tengan pruebas para
respaldar sus sospechas.

"No me sorprendería que algún día se pruebe que eso era un hecho",
comentó el abogado de Miami Sam Rabin. Uno de sus clientes, Eduardo
Moreno, huyó a Cuba luego de pagar una fianza de $450,000 en el 2007 por
cargos de fraude a los servicios de salud. Había recaudado $2 millones
de Medicare a base de reclamaciones falsas por equipos médicos y
servicios a pacientes de VIH.

"Creo que sería muy difícil para alguien con millones de dólares pasar
inadvertido en Cuba" sin protección del gobierno, añadió Rabin.

Andy Gómez, investigador del Instituto de Estudios Cubanos y
Cubanoamericanos de la Universidad de Miami, declaró que ha escuchado de
fuentes en Miami y afirmaciones en Cuba de que el gobierno de Castro
saca a la fuerza el botín obtenido del Medicare a delincuentes a los que
permiten viajar una y otra vez entre EEUU y la nación caribeña. Pero
dijo que no conoce evidencia alguna que implique directamente en el
fraude al régimen de Castro.

"El gobierno cubano está al tanto de lo que está pasando", dijo Gómez.
"El gobierno sabe quiénes son los fugitivos, y, mientras más han robado,
más espera que ellos le paguen… Es una manera de obtener divisas
fuertes, y una manera de desacreditar a la comunidad de exiliados
cubanoamericanos".

James Cason, quien sirvió como jefe de la Sección de Intereses de EEUU
entre el 2002 y el 2005, declaró que no estaba al tanto del fenómeno de
los fugitivos durante el tiempo que ocupó su cargo, pero señaló que la
relajación de las restricciones de los viajes en años recientes ha
permitido a los cubanos volar con más facilidad entre La Habana y Miami.
Amplió que era altamente probable que el gobierno cubano les saque
dinero a los fugitivos por fraude de Medicare, pero duda que esté
involucrado directamente en las estafas a los servicios de salud.

"No hay modo de que el gobierno cubano no sepa esto", dijo Cason, quien
fuera elegido recientemente alcalde de Coral Gables. "Ya sea que el
gobierno cubano esté involucrado o no [en el fraude al Medicare], el
gobierno cubano quiere la divisa fuerte de los fugitivos".

Cason llamó a los delincuentes de Medicare "estafadores, no
revolucionarios", diciendo que el FBI debería intentar hacer un trabajo
conjunto con los departamentos de Justicia y Estado para conseguir que
Cuba extradite a algunos de los fugitivos.

"El gobierno cubano decidirá si le conviene investigar", indicó. "Pero
apuesto a que el FBI no le ha preguntado".

Funcionarios del FBI y el Departamento de Justicia no quisieron comentar
sobre el asunto. Un portavoz del Departamento de Estado tampoco quiso
comentar sobre los fugitivos por fraude de Medicare, pero dijo que el
gobierno federal ha tratado de conseguir la extradición de fugitivos en
Cuba buscados por otros delitos serios.

Hace cuatro años, Eduardo Moreno, el hombre de Miami-Dade que había
cobrado $2 millones del programa gubernamental y huyó a Cuba, se
convirtió en el vivo ejemplo de los fugitivos por fraude al Medicare.
Los agentes federales lo hicieron el centro de una conferencia de prensa
con una foto de "Se busca" y otra de su Rolls-Royce Phantom de $200,000.

Moreno, de quien se cree que tiene ahora en La Habana un negocio de DJ
para clubes, bodas y otros eventos, está entre los 54 fugitivos
identificados por el FBI que presentaron colectivamente al menos $545
millones en facturas fraudulentas al programa de Medicare en los últimos
seis años, de acuerdo con archivos de los tribunales federales y otras
fuentes.

De estas facturas, Medicare pagó a los fugitivos un total de $218
millones, según los archivos.

Otros 102 acusados han recibido cargos de fraude de Medicare en
acusaciones selladas, pero el FBI se ha visto imposibilitado de
arrestarlos porque han huido del sur de la Florida o del país.

La fiscalía federal mantiene confidenciales los nombres de los
sospechosos para que ellos no sepan que han sido acusados, lo cual
conduce a veces a situaciones fortuitas en las que el acusado regresa a
Estados Unidos y resulta arrestado.

El FBI indicó que los 156 fugitivos por fraude al Medicare de Miami-Dade
y otros lugares del sur de la Florida componen la mayoría de los
fugitivos acusados de estafar al programa a nivel nacional.

No obstante, desde el 2008, el FBI ha pasado trabajo para atrapar a
fugitivos de fraude de Medicare, especialmente los que huyen al
extranjero. De los 54 fugitivos nombrados, se cree que 26 están en Cuba
y el resto en México, la República Dominicana y otros países de América
Latina.

El FBI, colaborando desde el 2008 al 2011 con gobiernos extranjeros
excepto el de Cuba, capturó y arrestó a 16 fugitivos acusados de
embolsillarse $83 millones del Medicare. De estos, se sabía que cuatro
habían huido a Cuba y fueron atrapados cuando regresaron por el
Aeropuerto Internacional de Miami.

Agentes del FBI y fiscales federal afirman que hay diversos factores que
han contribuido a la ola de fugitivos. Uno de ellos es el enorme volumen
de casos: desde el 2006, la fiscalía federal de Miami ha llevado a
juicio a unos 1,200 acusados de cargos de fraude al Medicare, que
representan un tercio del total de casos en el país.

Además, los jueces federales han impuesto sentencias mucho más severas,
con condenas de cárcel que promedian entre cinco y 15 años. El mes
pasado, un médico acusado de escribir recetas falsas para tratamientos
innecesarios de VIH fue condenado a 20 años.

Otro factor influyente: en el 2008, el juez principal de distrito
federal Federico Moreno de Miami, preocupado por la creciente ola de
fugitivos -incluyendo algunos en libertad bajo fianza que huyeron del
país después de ser hallados culpables- recomendó subir la fianza para
los acusados de fraude al Medicare.

"Ellos se dieron cuenta de que, aunque se trata de un crimen de cuello
blanco, hay de todos modos peligro de fuga", declaró el agente especial
del FBI Bryan Piper.

Otro factor en juego es la atracción del dinero rápido y fácil para los
recién llegados de Cuba. Algunos operadores establecidos de clínicas
reclutan a los inmigrantes cubanos para que se hagan pasar por "falsos
propietarios" de sus negocios de Medicare para proteger la identidad de
los verdaderos dueños. Luego, envían a los inmigrantes de regreso a la
isla con los bolsillos llenos de efectivo como parte del acuerdo.

El líder de un fraude de clínicas de VIH por $100 millones en Miami-Dade
y otras partes del sudeste admitió haber reclutado a tres cubanos "bajo
el acuerdo de que los falsos dueños huirían a Cuba para evitar su
detección o captura por parte de las autoridades", según archivos
judiciales.

Michel De Jesús Huarte se declaró culpable en el 2009 de cargos de
fraude y fue condenado a 22 años de cárcel. Se sospecha que los acusados
de haber sido reclutados por él -Orlín Tamayo Quiñónez, Juan Carralero y
Madelín Bárbara Machado- huyeron a Cuba, según el FBI.

Se supone que el también acusado socio de Huarte, Ramón Fonseca, está en
Venezuela.

El caso más difícil del FBI de Miami es el de los hermanos Benítez
-José, Luis y Carlos- quienes eran propietarios y operadores de una
docena de clínicas de terapia de VIH en Miami-Dade. Se alega que
presentaron $119 millones en reclamaciones falsas al Medicare,
recaudando la exorbitante suma de $84 millones.

Los hermanos, oriundos de Cuba, que huyeron a la República Dominicana
antes de ser llevados a los tribunales en mayo del 2008, están acusados
de lavar millones a través de falsas compañías para financiar la compra
de propiedades y artículos de lujo en ese país.

Sus adquisiciones incluyeron casas, moteles, apartamentos, terrenos,
barcos, caballos, un helicóptero, una planta de distribución arrendada a
la Coca-Cola y un hotel rodeado de parques de agua y temáticos, todo en
las áreas de Punta Cana, Bávaro, Higüey y la capital, Santo Domingo.

"Se convirtieron en empresarios con su dinero de Medicare", declaró la
agente especial del FBI Ellen Lapp, añadió que las autoridades
dominicanas han ayudado a Estados Unidos a confiscar las propiedades de
los Benítez para que puedan ser vendidas por los Alguaciles Federales
para devolver el dinero al programa del Medicare.

En un giro inesperado, los hermanos, que se habían hecho ciudadanos
estadounidenses, fueron encarcelados tras su llegada a Cuba en abril del
2008, según el FBI. El gobierno cubano los mantiene todavía en la cárcel
aunque no está clara la razón.

Para ayudar a capturar a los fugitivos, el FBI emite a veces "alertas
rojas" a través de la Interpol para informar a las autoridades
extranjeras que detengan a los sospechosos que se han dado a la fuga.
Las alertas rojas se distribuyen en los aeropuertos y otros puntos de viaje.

El fugitivo Fermín Rey, quien huyó de Miami tras pagar una fianza de
$100,000 en el 2007, fue acusado de embolsillarse $2.8 millones en
facturas falsas al Medicare por medicamentos en forma de aerosol y otros
equipos. En noviembre del 2009, Rey, haciéndose pasar por un hombre de
negocios, viajó de Ecuador a México. Las autoridades mexicanas, quienes
habían recibido una alerta roja en su nombre, lo enviaron de regreso a
Ecuador, donde trató de evitar su extradición, pero perdió.

Lapp y Piper, los agentes del FBI, volaron allí para recogerlo en un
viaje relámpago de ida y vuelta de 12 horas. Rey fue hallado culpable y
condenado a ocho años de cárcel por fraude al Medicare, además de dos
años por haberse dado a la fuga.

http://www.elnuevoherald.com/2011/07/16/v-fullstory/985110/estafafores-al-medicare-hayan.html

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