lunes, 11 de julio de 2011

EL ORADOR

EL ORADOR
11-07-2011.
Yosvani Anzardo Hernández
Periodista Independiente

(www.miscelaneasdecuba.net).- Juan Smith no deseó nunca ser orador, su
deseo más profundos era satisfacer el placer de entender todo lo que
sucedía a su alrededor, pero debía hacerlo sin preguntar, en verdad no
se atrevía hablar.
Su introversión viene desde la niñez, en esa etapa temía dar su opinión
y equivocarse, pues el padre deseaba que su comportamiento fuera como el
de un adulto, por eso a menudo lo llamaba inútil y estúpido. En fin,
Smith dejó de hablar, pero soñaba con un día poder decir todo lo que
pensaba sin miedo. Con los años aprendió a observar y vio que mucha
gente se equivocaba cuando hablaba en público y nadie los llamaba
estúpidos a pesar de que en ocasiones decían auténticas estupideces.

Se percató que la gente hablaba mucho y también que solo aparentaban
escuchar de vez en vez a los demás, e incluso había gente que nunca
dejaba de hablar y aunque en sus palabras hubiese poco de valor siempre
eran tenidos en cuenta, en cambio él era invisible.

Pasado el tiempo y siendo un adolescente se dio ánimo para intervenir en
discusiones públicas y se sorprendió de lo sencillo que resultaba, al
parecer toda su vida sin hacerlo le había enseñado a sintetizar y su
eterna acompañante, la lectura, le daba armas cuya posesión él
desconocía. Ser una figura pública y popular en una escuela de más de
mil estudiantes puede resultar ser el sueño de cualquier adolescente, y
justo cuando comenzaba a disfrutar de las atenciones, también comenzó
a sentir que algo estaba perdiendo, sin tener claro qué.

Fue en ese tiempo que descubrió que la gente revela sus temores y
secretos hablando, y que a menudo al bromear dicen la verdad, y que
cuando hablas tiendes a perder detalles valiosos de lo que está
sucediendo a tú alrededor, y que cuando todos están de acuerdo contigo
debes revisar lo que dijiste porque puedes estar equivocado, pues la
unanimidad no suele ser un buen síntoma. Y que la gente te ve de la
misma forma en que te ves a ti mismo.

Sólo cuando comprendió este tipo de cosas pudo también comprender el
valor del silencio, así supo que la bella Yanet reprimía deseos sexuales
y que el profesor de Educación física era tan inmaduro como un niño de
secundaria, que el de Marxismo buscaba conquistas entre las estudiantes
pero su esposa lo traicionaba, también con estudiantes. Y que una de las
profesoras de biología tenía mucha inclinación por las mujeres, pero sin
embargo era una de las mejores personas de la escuela. Podía además
pronosticar cuales eran las preguntas de la prueba de Física pues el
profesor en las clases de consolidación antes de la prueba solía hacer
un gesto característico y casi imperceptible cuando se refería a algún
contenido clave.

La verdad es que de esa forma sabía muchas cosas, y lo más importante es
que nunca hablaba de sus descubrimientos, le gustaba pronosticar y
sentía gran placer cuando estos se cumplían, pero lo disfrutaba solo,
jamás decía nada, tampoco hablaba mal de nadie a pesar de conocer
personas detestables; y es que siempre pensó que expresar opiniones
negativas te hacia ver mal, y que las palabras tenían en si un gran
poder porque siempre influyen de alguna manera en quienes te escuchan.

Se convirtió en un joven silencioso pero amable, siempre correctamente
vestido y al parecer ecuánime, muchos creían que la seguridad con que
caminaba se debía a su afición por las artes marciales, pero en verdad
no era capaz de golpear a nadie fuera del tatami o del cuadrilátero
clandestino al que iba mucha gente cada tarde de domingo y en el que
degustó el sabor de la adrenalina, placer indescriptible, gracias a la
cual haces cosas inimaginables y que otros piensan que no hay dinero en
el mundo que pueda pagarlas.

En fin, descubrió, que la mejor retorica es el ejemplo sano, no
perfecto, no exento de pecado, humano, donde se conquista el mundo
renunciando a el,

El verdadero ars bene dicendi se expresa siendo sincero contigo mismo
para que los demás te entiendan y siendo así. Quién necesita un orador.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=32895

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