sábado, 16 de julio de 2011

Cuando el dueño no es "el pueblo"

Cuando el dueño no es "el pueblo"
Jueves, 14 de Julio de 2011 11:43
Amarilis C. Rey

cuanManagua, La Habana, 14 de julio de 2011, (PD) Con los nuevos
permisos de trabajo por cuenta propia que autorizó el gobierno para
paliar el desempleo, muchos pequeños comercios han surgido en los
últimos meses, aunque no todos logran mantenerse por los altos impuestos
y los muchos inconvenientes.

Pero hay otros que se han logrado mantener. Uno de ellos es "El
Heladero", en el poblado de Managua, donde con una máquina de
construcción artesanal, uno de estos nuevos empresarios brinda a sus
clientes barquillos que contiene la crema helada bautizada como frozen.

La venta de esta golosina de disímiles sabores se mantiene, en este
caso, desde hace tres meses instalada en el portal de una casa, por lo
que paga un por ciento a su propietario, quien a su vez también paga un
por ciento al Estado por tener un negocio en su vivienda.

Pero la "industria" parece que prospera. En las tardes es común ver
filas de niños y adolescentes que van directo a tomarse un frozen por el
valor de dos pesos, un precio barato en relación con las pocas ofertas
estatales en la zona.
También muchos adultos pasan a refrescar en estos tiempos calurosos.
Algunos conductores detienen su vehículo para degustar el refrigerado
producto.

Además de la oferta, este negocio brinda alegría y actividad al lugar,
una característica de estos pequeños comercios particulares.

"A mí lo que me llama la atención es que el helado nunca se acaba.
Vienes a las 10 de la mañana y hay helado, y a las tres de la tarde hay
helado y si el heladero termina a las cinco, al instante del cierre hay
helado. Aquí la maquina no se rompe, ni se va el agua, ni se acaban los
ingredientes con que se elabora el helado. Ah, y cuando vienes a
comprar, te despachan enseguida y la dependienta no se demora hablando
con otra, y hasta te brinda una sonrisa. Y eso es lo que necesitamos,
que haya helado y que nos traten bien", disertó Alfredo, un jubilado de
60 años, que confesó gusta casi a diario saborear el barquillo con helado.

Los pequeños comercios particulares fueron erradicados en Cuba tras la
llamada Ofensiva Revolucionaria de 1968, que trató de sustituir esos
servicios con comercios estatales. Pero ese objetivo nunca se logró.

Ana milita en el Partido Comunista, pero dice no ser ciega. Comenta:"Se
han cometido muchos errores y querer acabar con los negocios
particulares fue uno de ellos. Quizás esta es una manera de rectificar y
al menos quien tenga la iniciativa y los recursos que los ponga en
práctica para su beneficio y el de todos."

La opinión de la mayoría de la población es que nada con el Estado
funciona, ni esos pequeños negocios.

"Si este hombre que vende el helado estuviera por ocho horas de trabajo
ganando un sueldo, le diera lo mismo vender que no vender. Entonces
veríamos el cartelito en el mostrador, como ha pasado tantísimas veces:
No hay helado. Además puede que uno de estos comercios estatales empiece
bien los primeros días, porque los trabajadores están vinculados y
demás. Pero cuando pasan las semanas, comienza a deteriorarse. Faltan
las cosas y los empleados no se ven motivados en su trabajo y el
negocio, aunque se mantenga abierto, da pérdida", dijo un joven que
trabaja en un comercio estatal, y que declinó dar su nombre.

El secreto de la calidad y la atención está en que verdaderamente el
dueño sea el pueblo. Al menos, eso es lo que hoy se demuestra una vez
más, a pesar de que la propaganda oficial haya tratado durante mucho
tiempo de convertir al Estado en pueblo.

amarilisrey@yahoo.com

http://www.primaveradigital.org/primavera/sociedad/sociedad/1823-cuando-el-dueno-no-es-el-pueblo

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