jueves, 28 de julio de 2011

CORRUPCIÓN EN LA PRISIÓN KILO 8

CORRUPCIÓN EN LA PRISIÓN KILO 8
28-07-2011.
David Valle León
Hablemos Press

(www.miscelaneasdecuba.net).- Camagüey. Desde hace varios meses los
prisioneros de la cárcel régimen especial Kilo 8 en Camagüey hacían
comentarios que las pastillas que consumían como estimulantes de droga
eran suministradas por Junior Hernández Pimentel, capitán del
Departamento Técnico de Investigaciones (DTI) que se las entregaba al
recluso Eliener Ibáñez Ávila, con fines de lucro.
Según declaraciones de Eliener Ibáñez, sus estrechas relaciones con
el capitán del DTI vienen desde hace mucho tiempo atrás. Él trabajaba
como el agente secreto con el seudónimo de Junior y se conocen de otros
trabajos que ellos han realizado juntos.

El capitán del DTI "en su afán de lucrar los bienes de los presos, los
despojaba de los pocos recursos que poseían y, que recibían mediante
sus familiares que con sacrificio proveen a su ser querido en cautiverio".

Fármacos como Carbamacepinas, Dimenhidrato, Difenhidramina,
Fenobarbital, entre otras, todas clasificadas por la Organización
Mundial de la Salud como sustancias psicotrópicas eran las pastillas
que podían encontrar en el penal. Estas pastillas llegaban al alcance de
los presos mediante el agente secreto y eran abastecidas por el capitán
Junior Hernández Pimentel.

Eliener Ibáñez, le fue orientado por el capitán del DTI infiltrar al
preso Jorge Félix Otero Morales con el propósito de controlar sus
actividades a favor de los derechos humanos por ser considerado por los
órganos de la Seguridad del Estado como subversivas.

El agente Junior ante la orientación de penetrar a Otero lo puso al
corriente de lo que pretendían y de mutuo acuerdo comenzaron a trasmitir
informaciones colegiadas.

De este modo el DTI podría conocer con quién y por qué vía salían las
denuncias de la prisión. Además de alertar sobre posibles huelgas de
hambre, manifestaciones en contra del sistema político, actividades
subversivas, si recibía financiamiento económico y quienes lo enviaban,
obtener escritos de actividades o denuncias, etc.

Eliener Ibáñez a lo largo de 4 meses colaboró como doble agente con
Otero, poniéndolo al tanto de todo, incluso le reveló sobre el tráfico
de pastillas que el capitán del DTI conjuntamente con él realizaba.
Mostrándole los fármacos que le hacía entrega en cada contacto como
pruebas y el poder adquisitivo que recibía el capitán en dicha actividad.

Otero puso en conocimiento público a las autoridades de la prisión a
todos los niveles, descartando el trabajo del doble agente y las
actividades lucrativas del capitán del DTI. Ante ese desafío y la
posición acusadora contra el capitán, Otero fue llevado a las celdas
de castigo sin agua, luz eléctrica y en condiciones infrahumanas.

"Ahora nuestras vidas corren peligro, podemos ser asesinados en una de
las celdas tapiadas. Los militares vacían los espray de gases
lacrimógenos hacia dentro de nuestras celdas, nos obligan a meter el
rostro en la letrina para poder respirar y no morir asfixiado por la
sustancias tóxicas que desprende los gases lacrimógenos", afirmó Otero
el miércoles por teléfono.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=33090

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