lunes, 21 de febrero de 2011

El abogado de Alan Gross

El abogado de Alan Gross
Monday, February 21, 2011 | Por Miguel Iturria Savón

LA HABANA, Cuba, febrero, www.cubanet.org -El acreditado penalista Ramón
de la Cruz Ochoa acaba de trascender en los medios jurídicos de Cuba
como el abogado que defenderá al contratista norteamericano Alan Gross,
detenido en La Habana hace un año mientras distribuía computadoras a
miembros de la comunidad hebrea en la isla.

El doctor de la Cruz Ochoa es Especialista en Derecho Penal por la
Universidad de La Habana, donde ejerce como Profesor Titular adjunto de
la Facultad de Derecho, y obtuvo el Máster en Derecho Público en la
Universidad de Valencia, España. Ejerció como Fiscal General de la
República de Cuba, labora actualmente como abogado del Bufete de
Servicios Especiales, es autor de artículos y monografías de su
especialidad y preside la Sociedad Cubana de Ciencias Penales.

Lo bueno de la designación radica en la autoridad y el respeto ganado
por de la Cruz Ochoa dentro del entramado jurídico cubano. Los expertos
narran anécdotas acerca de su etapa como fiscal y de su "salto al
vacío", pues este personaje ilustra al "jugador" que cambió de bando, al
pasar de máximo representante del ministerio público a defensor de
delincuentes internacionales.

Ramón de la Cruz Ochoa fue sustituido como Fiscal General de la
República por el general Juan Escalona Reguera, quien se inició en 1989
durante el juicio excepcional contra el célebre general Ochoa y otros
oficiales de las Fuerzas Armadas y el Ministerio del Interior, la
coincidencia de los apellidos desató suspicacias sobre posible
parentesco entre el penalista y el militar fusilado.

El ex fiscal que ahora defiende al supuesto espía norteamericano tiene a
su favor, además de vasta experiencia, conocimientos y prestigio, el
hecho de poseer libertad para expresarse más allá de lo permitido por el
régimen comunista a los operadores del derecho. Se dice que Cruz Ochoa
es una institución que camina y que la mayoría de los jueces, abogados y
fiscales han sido discípulos suyos.

A pesar de su avanzada edad es considerado todavía por su competencia
profesional. A la fama de fiscal, acrecentada por la ineficacia de su
sucesor, se suman los relatos sobre su agudeza, sapiencia y honestidad
al asumir la defensa de los clientes que representa en el Bufete de
Servicios Especiales, destinado a extranjeros.

Está por ver, sin embargo, los intereses políticos que se mueven detrás
del juicio de Alan Gross pues, al parecer, el contratista detenido y
sometido a investigaciones por la Seguridad del Estado, es una pieza del
ajedrez bilateral que juegan los gobiernos de Cuba y los Estados Unidos.

El defensor de Alan Gross tendrá que emplearse a fondo y hasta quemar
las naves. El caso exigirá al abogado divorciarse de la postura oficial
con respecto a la censura en torno a Internet y otros temas tabú en la
isla, donde las libertades cívicas son asignaturas pendientes. Dado el
largo historial de Cruz Ochoa y su compromiso con el régimen, es
difícil que se desmarque y sea imparcial. Veremos qué pasa.

http://www.cubanet.org/articulos/el-abogado-de-alan-gross-2/

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