jueves, 9 de diciembre de 2010

Un paso adelante y dos para atrás

Un paso adelante y dos para atrás
Reinaldo Cosano Alén, Sindical Press

LA HABANA, Cuba, diciembre (www.cubanet.org) - ¿Quién, en su sano
juicio, entiende la medida de lanzar a la calle a un millón 200 mil
trabajadores, un tercio aproximadamente de la fuerza laboral, a un año
apenas del incremento en cinco años de la edad de jubilación, en vigor
desde enero de 2009? A la calle y sin subsidio, porque ya no hay de
dónde sacar.

Más llamativo, y también contradictorio, es que desde 1977 las mujeres
no garantizan el remplazo poblacional, y por lo mismo, laboral. Está a
la vuelta de la esquina una sociedad envejecida sin relevo
suficiente de fuerza de trabajo. Se anticipa que Cuba será la nación
más envejecida de América Latina en los próximos veinte o treinta años.

Las expectativas de emplear a los cesanteados están puestas en la
agricultura, la construcción, las fuerzas armadas y el trabajo
individual por cuentacpropia.

La agricultura tiene la desventaja de que alrededor del 75 por ciento (o
más) del total de las tierras productivas están plagadas de marabú,
imposible de eliminar sin el empleo de potentes y costosos equipos
mecánicos, que no existen.

Se intenta producir alimentos esencialmente sin emplear el trabajo
mecanizado. Las granjas estatales son ineficientes. Las tierras
entregadas en usufructo, hasta el momento presentan modestísimos
resultados, y no parecen ser la solución, debido a los métodos
primitivos con que se trabajan y las limitantes de todo tipo que impone
el gobierno, particularmente en precios y comercialización.

Hasta el momento, ninguna opción parece capaz de satisfacer las
necesidades alimentarias de una población de 11 millones, 200 mil
habitantes. Sólo el fomento de grandes y modernas empresas agrícolas,
rentables y eficientes, podría permitir algún despegue, aunque con medio
siglo de atraso.

El Gobierno, con mentalidad cerrada al libre mercado, difícilmente podrá
enfrentar el enorme reto que tiene ante sí. Continúan esperando que se
produzca algún acto de magia o que aparezca otro Chávez, más
cooperativo, que lo saque de apuros.

Según lo previsto, el sector de la construcción empleará 30 mil
desplazados, pero con tantas necesidades, acumuladas por décadas, de
reparar, reconstruir y construir nuevas edificaciones, no será
suficiente para resolver la crisis habitacional.

También el país está urgido de una industria de materiales de
construcción, pero, ¿de dónde sacar recursos financieros para crearla?

La opción de trabajo por cuenta propia, poco podrá alcanzar con tanta
trabazón burocrática, reglamentación y los impuestos leoninos, que ya
comienzan a provocar protestas, como la huelga de cocheros en Bayamo.

Como siempre ocurre, desde hace medio siglo, daremos un paso adelante y
dos hacia atrás.

cosanoalen@yahoo.com

http://www.cubanet.org/CNews/year2010/Dic2010/09_C_5.html

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