"Todavía no hemos visto ningún cambio fundamental en Cuba"
MIGUEL GONZÁLEZ - Madrid - 24/07/2010
En 1971, cuando era estudiante, Alan D. Solomont (Boston, 1957) viajó a
una España que pugnaba por salir del largo túnel de la dictadura. Visitó
el Museo del Prado, comió cochinillo en Cándido y celebró la Nochevieja
en la Puerta del Sol. Casi 40 años después, ha regresado convertido en
un empresario de éxito y en el embajador de Obama en Madrid. Sus
primeros seis meses los ha dedicado a comprobar que este país ha
experimentado una profunda transformación "de la que el pueblo español
puede sentirse muy orgulloso, pese a las dificultadas actuales".
Pregunta. Las dos llamadas de Obama al presidente José Luis Rodríguez
Zapatero, en vísperas de que este anunciara duras medidas de ajuste, se
interpretaron como una forma de indicarle lo que debía hacer...
Respuesta. No nos corresponde a nosotros hacer recomendaciones a nadie.
Esta crisis ha demostrado que lo que sucede en una parte del mundo
afecta al resto y por eso requiere una respuesta coordinada y global.
Nuestro Gobierno considera que España está empezando a tomar medidas
difíciles e incluso dolorosas, en terrenos como la reducción del déficit
o el mercado laboral, en los que se decía que debía actuar. Salir de la
crisis requiere liderazgo y firmeza y pensamos que el Gobierno español
está demostrando que los tiene.
P. Obama ha advertido del riesgo de una retirada precipitada de los
estímulos y, a la vez, ha aplaudido el ajuste de Zapatero....
R. No es una cuestión de blanco o negro. Si se analiza la política de
Zapatero, se ve que hay medidas para reducir el déficit y también para
alentar el crecimiento. Cada país debe encontrar su propio equilibrio.
P. EE UU no pudo imponer sus tesis en la cumbre del G-20 y tampoco
parece lograrlo respecto a Irán u Oriente Próximo. ¿Se acabó el mundo
unipolar?
R. Le responderé con palabras de Obama: los problemas del mundo son
demasiado grandes para que los pueda resolver solo EE UU, pero ningún
problema importante se puede resolver sin EE UU. El gran cambio de la
política exterior con este presidente es que enfoca los retos globales
de forma cooperativa. No podemos ni queremos imponer nuestros puntos de
vista. El presidente ha hecho una gran inversión en construir consensos
y creo que está teniendo éxito.
P. ¿Fue una buena idea recibir en Madrid al ministro iraní de Asuntos
Exteriores?
R. Es una decisión del Gobierno español que respetamos. Tenemos una
visión compartida sobre Irán. Estamos preocupados por su programa
nuclear y también por la represión interna. Podemos tener alguna
diferencia sobre la táctica, pero los objetivos y los valores son las
mismas.
P. También difieren en la táctica hacia Cuba. ¿Es una buena noticia la
liberación de presos?
R. La liberación de cualquier preso político es una buena noticia y el
hecho de que se haya hecho en colaboración con la Iglesia católica
también es bueno, pero aún quedan más de 100 presos políticos. Deben ser
excarcelados sin condiciones y tener libertad para viajar y vivir en su
país si lo desean. Cuba todavía tiene que demostrar, con hechos, que ha
cambiado.
P. ¿Son suficientes las excarcelaciones para cambiar la Posición Común
de la UE?
R. Eso depende de la Unión Europea. EE UU ha tomado sus propias
decisiones: ha flexibilizado las condiciones de viaje de los
cubano-americanos y las remesas de divisas, por razones humanitarias.
Pero no hemos visto ningún cambio fundamental en la actitud de Cuba
respecto a los derechos humanos y las reformas democráticas. Compartimos
con la UE y con España la misma opinión sobre el futuro de Cuba y
pensamos que la Posición Común ha sido una expresión de esta visión
compartida.
P. Obama le dijo a Zapatero, en la Casa Blanca, que si Cuba daba pasos
él estaba dispuesto a darlos. ¿A qué pasos se refería?
R. No puedo citarle ninguno en concreto pero es verdad que, tras el
terremoto de Haití, EE UU cooperó con los países que acudieron en su
ayuda, incluido Cuba. Nada le gustaría más a EE UU que practicar una
política distinta respecto a Cuba, pero para eso hace falta que no se
encarcele a la gente por sus ideas políticas. Lo que dijo el presidente
Obama al presidente Zapatero refleja exactamente cuál es nuestro enfoque.
P. Las cosas no van en Afganistán como se esperaba y la promesa de
iniciar la retirada en julio de 2011 parece poco realista.
R. El presidente Obama ha dicho que la misión es difícil, pero nuestra
política es muy clara: hay que impedir que Al Qaeda pueda utilizar
Afganistán para lanzar ataques terroristas. Está en juego nuestra
seguridad nacional y creo que también la de España. Estamos trabajando
para traspasar la responsabilidad sobre su seguridad a los propios
afganos, pero el presidente ha dicho que evaluará los progresos de esta
política y que tomará sus decisiones en base a las condiciones reales
sobre el terreno.
P. Al Qaeda no tiene prisa, mientras que los Gobiernos occidentales
actúan presionados por sus opiniones públicas para retirar cuanto antes
las tropas.
R. Es cierto, Y eso es lo que lo hace tan difícil. Yo creo que en España
el apoyo es mayor que en otros países europeos y que, quizá por su
experiencia con el terrorismo, el pueblo español tiene más capacidad
para entender esta misión. Nos causó gran satisfacción que, cuando el
vicepresidente Biden vino a Madrid, pudiera saludar a los paracaidistas
que han ido a Afganistán.
P. Biden agradeció el envío de guardias civiles a Irak...
R. El Gobierno español se ha comprometido a ayudar a la estabilidad de
Irak. El objetivo es poner fin a un conflicto y, por eso, será una
misión de paz. Ese compromiso existe y se cumplirá.
P. Obama no ha podido ablandar la intransigencia de Netanyahu y eso daña
la imagen de EE UU en el mundo islámico.
R. Si fuera fácil, ya estaría hecho. A la mesa del presidente sólo
llegan los problemas más complejos, pero él se ha empeñado en
resolverlo, aunque muchos antes que él ni siquiera lo intentaran. Es
cierto que tenemos una relación especial con Israel, pero también
tenemos lazos muy estrechos con otros países de la región. Y el
presidente entiende que este conflicto solo tiene una solución: la
creación de dos estados. No hay ninguna otra alternativa. Estamos
convencidos de que esta fórmula va en interés de todas las partes, salvo
de quienes se benefician de la prolongación del conflicto.
P. ¿Debería España reconocer a Kosovo tras el dictamen de la Corte
Internacional de La Haya?
R. Me remito a lo dicho por la secretaria de Estado, Hillary Clinton:
"Instamos a todos los Estados a mirar más allá de la situación de
Kosovo, y a contribuir a la paz y la estabilidad en los Balcanes.
Pedimos a aquellos que aún no lo han hecho, que reconozcan a Kosovo.
Tanto Serbia como Kosovo son amigos y socios de Estados Unidos".
No hay comentarios:
Publicar un comentario