Quitarán la libreta de racionamiento?

¿Quitarán la libreta de racionamiento?
Francisco Chaviano González.

LA HABANA, Cuba, agosto (www.cubanet.org) - EL profesor universitario A.
Rondón Velázquez tiene una propuesta, publicada el pasado 31 de julio
en la sección Cartas a la dirección, del periódico Granma: quitar la
libreta de racionamiento para aquellas personas que tienen un salario
holgado u otro tipo de sustentación similar.

Empieza por hacerse él mismo el harakiri; el hombre gana mil pesos
mensuales, y afirma: "Por otra parte están igualmente los miembros de
las FAR jubilados y contratados en un nuevo puesto de trabajo, los altos
funcionarios, los administradores, ahora denominados gerentes en algunos
casos; los empleados y funcionarios del turismo, los pequeños
agricultores, los investigadores, intelectuales, artistas, los
desempleados que ganan más que un profesor universitario".

Según su criterio, la libreta de racionamiento debiera quitársele a la
generalidad de la población, con excepción de aquellas personas que son
pobres entre los pobres. Es probable que Rondón esté cumpliendo una
encomienda gubernamental, como suele ocurrir con mucha frecuencia. En su
trabajo vuelve a la cantaleta de los productos subsidiados distribuidos
de forma racionada por la libreta, que evalúa de casi gratuitos, lo que
es insostenible en medio de una crisis económica.

El profesor Rondón, en lugar de ser luz de la sociedad civil y guía del
pueblo, se trastoca en verdugo cuando falta a la verdad con tal
aseveración. Pues esos productos a los que se refiere son, precisamente,
los únicos que guardan relación con los salarios que se pagan en Cuba.
El trabajador promedio realiza su labor a cambio del mendrugo de 17
dólares mensuales, la mitad de lo que Naciones Unidas da como límite de
extrema pobreza.

Luego el casi "gratis del producto normado" guarda relación con el "casi
gratis trabajo", y terminamos siendo "casi esclavos". El profesor no se
ha dado cuenta que él y sus colegas son los profesores universitarios
peor remunerados en toda América, ganan menos que un limpiabotas de
Puerto Príncipe.

Si se ajustara a su propuesta, los mil pesos que gana, equivalentes a 40
dólares, no le alcanzaría para cubrir los gastos del desayuno de una
pequeña familia compuesta por tres personas. Veamos: una libra de pan
cuesta 12 dólares en un mes; más 4 de mantequilla. Dos bolsas de leche
cuestan 12 dólares, y una coladita de café de una onza suma dos libras,
es decir, 13 dólares 50, todo lo que hace un total de 41 dólares con 50
centavos.

¿De dónde piensa Rondón sacar dinero para almuerzo, comida, transporte,
vivienda, electricidad? Ni aunque fueran profesores los tres miembros de
la familia, alcanzaría.

No obstante, ante lo errado de su propuesta hace dos preguntas que
merecen respuesta: "¿Debemos dejarle a nuestro descendientes un país
endeudado? ¿Es aconsejable mantener mecanismos que la vida ha hecho
caducar?" ¡Claro que no! ¡Por eso necesitamos el cambio, porque el
régimen anacrónico en que vivimos nos ha convertido en uno de los
deudores per cápita más grande del mundo!

¿Quiere solución? Pues una vuelta a las leyes naturales de la
existencia, que en los tiempos modernos equivalen a democracia, economía
de mercado y liberalismo.

Cuando la marea del mercado invada nuestro espacio con sus leyes
naturales, para ponerla en sintonía con el área, otro gallo cantará.
Habrá entonces que liberar los salarios deprimidos y los precios tan
abultados.

Cuba: ¿Quitarán la libreta de racionamiento? (20 August 2009)
http://www.cubanet.org/CNews/y09/agosto09/20_C_3.html