jueves, 6 de agosto de 2009

LOS CHIVATOS SE REBELAN

LOS CHIVATOS SE REBELAN
2009-08-06.
Jaime Lygonier, Periodista Independiente

(www.miscelaneasdecuba.net).- Son la columna vertebral del terrorismo de Estado: delatores y mata-sietes "revolucionarios", deformes morales y físicos que satisfacen sus complejos espiando a todos y vejando y golpeando disidentes.

Hace décadas que la realidad les gasto un fanatismo que siguieron fingiendo por miedo, conveniencia y placer de hacer daño. Hoy hasta los de menos seso y más crueldad les hacen huelga a sus titiriteros de la policía política. El Régimen los glorificó en discursos pero los hambrea, oprime y engaña como a los demás cubanos.

En el resto de Cuba parecen conservar su poder brutal, pero en La Habana ya evitan atacar cuando sus amos los azuzan y a veces son insultados por vecinos (medicina que sedó al "combatiente" Nicolás Pérez, vecino de Gral. Lee N°10, Santos Suárez).

Vivir en La Habana a pocas cuadras del médico disidente Dr. Darsi Ferrer a quien la Seguridad del Estado agrede con turbas permite ver como merma esa fauna chivateril. En las primeras agresiones al médico y su familia hubo jóvenes, en las siguientes sólo cabezas blancas, gerontoturbas en que no podían ocultarse los muchachones de la Seguridad del Estado.

Los viejos- de plantón a sol y lluvia- pasaron hambre y sed mientras que a los agentes de la Seguridad del Estado les trajeron cajitas con almuerzos.

El 9 de junio la policía fracturó la puerta del hogar del doctor, le arranco las ventanas para confiscárselas-los únicos "manifestantes revolucionarios" fueron Recio, Perdomo y el carpintero y predicador evangélico pentecostal (¿?) vecino de San Bernardino 256.

La vida, la desnutrición y regaños de hijos y nietos privan a estos "revolucionarios" del gozo de gritar vivas y mueras ante el hogar ajeno. Sé de uno a quien dijeron:

"Papá, que den la cara los policías, tú no, que si te rompes la cadera ninguno de los que viene a citarte va a venir a darte ni un vaso de agua. Además, nosotros nos queremos ir del país y si "los de los derechos humanos" publican tu nombre nos fastidias."

Son muy revolucionarios, toda una caterva de delincuentes, banqueros de la bolita (juego de lotería prohibida), desfalcadores de comercios estatales, vendedores de la bolsa negra, estafadores y burócratas.

Lo bueno de tanto malo es que la misma inmensidad de la red de informantes y la bajeza de éstos hace imposible a la autoridad procesar tal volumen de chismes, mentiras y verdades. El párroco de la Milagrosa se quejaba:"No me molesta que manden un chivato a mis reuniones ¡pero es que me mandan un retrasado mental!"

Delatan, obedecen la orden de insultar y golpear opositores y a cambio la policía apaña sus delitos, pero se cansan o quieren emigrar: ¡desertan!

Se acabaron los ilusos, imposible seguir "fidelista" con Fidel Castro desaparecido "mejorando" desde hace tres años y el Estado hambreándonos con los precios.

Creí que el vigilante de un comité de cuadra, hombre no dañino y laborioso, era el último de los crédulos de "la Revolución". Dejó de saludarnos a mi padre y a mí, sin advertir que come gracias a los dólares que envían familiares emigrados en Miami.

Sus amistades se reúnen para trago y dominó en casa de otro chivato -de nómina, nada político y con ligero retraso mental que roba a la Empresa telefónica, alquila su lecho a parejas y gestiona emigrar a Costa Rica.

El que me niega el saludo terminó de listero de la bolita de una señora muy revolucionaria acusada de robar en la jabonería Suchel y ahora de banquera de ese juego ilegal, vecina del garaje hecho vivienda en Zapotes 219, Santos Suárez, asidua atacante con su familia del Dr. Darsi Ferrer. Muchos de estos personajes construyen o reparan su casa lo cual es un lujo ilegal.

A mi parroquia, Jesús del Monte, asiste, y comulga, el periodista Elías Gracia de quien me entristeció saberlo instrumento. Me hostigan anunciando mi dirección como que quiero "permutar" (mudarme) así me telefonea media Habana: bromitas de la policía política. Y descubrí que quien puso el falso anuncio en Radio Metropolitana fue Elías Gracia.

"Error de número"- me dijo -, pero al par de días temían incidentes por el homicidio de un escolar de 12 años muerto en el aula por su maestro y pusieron a Elías de guardia con la turba ante la casa del velorio.

Hay un señor "personal de confianza del Partido" que me honró con miradas provocativas. El tiempo lo suavizó y cuando hace poco coincidimos comprando huevos en bolsa negra…miró al piso.

Advertí a la vendedora: "Cuídese de ese que está en fama de chivato... Aunque no creo que quiera perjudicarla porque la cosa esta bien mala y él y su nietecita necesitan comer como los demás".

Ganan en modestia, "Si vienen a citarme di que no estoy". No quieren, y yo tampoco, que un día los arrastre una turba compuesta tal vez por los mismos.

Su peor castigo será que vean en Cuba la prosperidad cuya llegada combatieron. Arrancados sus colmillos, en una sociedad ordenada por leyes podrán ser útiles y felices… denunciando al 911.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=22129

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