miércoles, 12 de agosto de 2009

LA SEGURIDAD DEL ESTADO Y EL ESTADO DE INSEGURIDAD: CONVERSANDO CON UN EX SEGUROSO (2da Parte)

LA SEGURIDAD DEL ESTADO Y EL ESTADO DE INSEGURIDAD: CONVERSANDO CON UN
EX SEGUROSO (2da Parte)
2009-08-12.
Alexis Gainza Solenzal, Director de Misceláneas de Cuba, Revsita de
Asignaturas Cubanas

(www.miscelaneasdecuba.net).- Luego es el papá el que lo mete en el
Ministerio del Interior. Primero está varios meses haciendo postas, de
guardia. Es como el primer nivel en el rito del pasaje de los órganos de
inteligencia.

Más tarde, no tengo preciso el año, pasa para KJ14, como me parece me
dijo se llamaba esa sección de la Seguridad del Estado; en fin la que se
dedicaba a "Chequeo".

La faena era muy simple: "chequear", esto es, no perderle pie ni pisada
a los enemigos. ¿Quienes eran los enemigos? Pues, los funcionarios de la
Embajada de E.U.A. y la oposición. Para que no haya duda de que conoce
el tema y su artimaña, me menciona los nombre de Ricardo Bofíl, Gustavo
Arcos Bergnes, y otros activistas pro derechos humanos de finales de los
70ª y principio de los 80ª. No tengo porqué dudar.

"Dime, ¿y alguna vez, en todos esos chequeos que tú hiciste, notaste
algo extraño en la conducta de los funcionarios estadounidenses o de los
opositores cubanos?" (Ya saben que soy preguntón, vicio antropológico).
"¿Cómo que algo extraño?", me pide matiz. "Algo digamos subversivo", le
matizo por lo claro. "No", admite, "ellos hacían sus reuniones, tenían
sus encuentros, y cosas así. Nosotros al final del día, cuando
terminábamos de seguirlos, hacíamos un informe donde recogíamos incluso
hasta dónde habían meado. Eso era todo."

Le hago la pregunta de rigor: "¿y ahora pasado tantos años?"... Reconoce
la sinrazón de aquella actividad pero como quien quiere salvar su
pasado, reitera: "En aquellos tiempos yo estaba convencido de que estaba
luchando contra el enemigo, de que estaba haciendo algo importante para
mi país." Lo dejo ahí; nadie quiere ver echar por tierra su ayer, y esa
no es tampoco mi finalidad.

Sigo pues inquiriendo. A mi interlocutor lo mandan así a estudiar en una
Academia Militar de la Unión Soviética. De él se pretenderá hacer un
profesional de su rama y ramo. Pero logra permanecer solamente tres años
en el país de la hoz y el martillo. El desmoronamiento paulatino e
irreversible del bloque comunista a partir del 89, hace que las
autoridades cubanas reculen y retornen a la Mayor de las Antillas a gran
parte de su estudiantado. En ese bulto echan al héroe (literario) de
este drama.

Aprovecho para fisgonear más, con una pregunta tonta: "Dime, tú
estudiaste en aquella academia espionaje, contraespionaje y todas esas
cosas, ¿qué porción de esa educación –luego me corregí- de esa
preparación estaba dedicada a la lucha contra la contrarrevolución?"

Luego de confirmarme que había estudiado toda esa sarta de
"asignaturas", me dice sin pensar: "Bastante", y en un santiamén me
aclara: "Pero los rusos no lo llamaban contrarrevolución, sino
oposición. Es cuando llego a Cuba, cuando continúo mis dos años de
estudio que me quedaban, que empecé a oír la palabra contrarrevolución
en lugar de oposición."

Yo tengo una imagen opaca, muy pero muy opaca de mi encuentro con mi
interlocutor allá por el 89. Sé que cuando eso yo y familia vivíamos en
el albergue estudiantil de Beringa No. 10, una pocilga asquerosa y
ruinosa. Él era tan taciturno y seguramente creído que entre nosotros no
funcionó ninguna química. Ni siquiera tengo un recuerdo de lo que
pudimos haber hablado. En fin, lo único que nos unía, aparte de la
inevitable cubanidad, era la amistad entre nuestras mitad naranjas. Eso
era todo.

Vuelvo sobre la carga. "¿Entonces, llegaste a trabajar luego de terminar
tus estudios?" Es justamente en este periodo de su vida cuando se
empieza a torcer todo en lo que había creído. Cuando termina la carrera,
lo ubican en la sede de la Seguridad del Estado del Municipio Boyeros
(mentira, fue en otro municipio pero para despistar un poco escribo el
de Boyeros, lo que en realidad, como verán en un santiamén, no cambia en
nada el relato). "En cada municipio hay una sede de la Seguridad del
Estado", me ilustra. Ok.

Lo que pasa es que luego de tantos años de sacrificio y abnegación, de
jugarse el pellejo en tierras lejanas y ajenas, y haberse quemado las
pestañas tres años en el bolo* y dos en el hueco**, lo ponen a vigilar
que si el panadero se roba el pan, que si el carnicero se roba la carne,
que si el..

Eso lo frustra; se siente vejado: ¿y qué quedó de aquella historia de
espías descubiertos y agentes encubiertos, de revelaciones
estrambóticas? No obstante a ello, la labor de palo y estatequieto la
continúa ejerciendo. Me comenta, como el que no quiere las cosas, que
cuando el Maleconazo, los enviaron para allá para "calmar al pueblo"
(fue la frase que usó).

* En el argot cubano, Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, URRS.

** En el argot cubano, Cuba.

(Continuará...).

ARTÍCULO RELACIONADO:

LA SEGURIDAD DEL ESTADO Y EL ESTADO DE INSEGURIDAD: CONVERSANDO CON UN
EX SEGUROSO (1ra Parte)

LA SEGURIDAD DEL ESTADO Y EL ESTADO DE INSEGURIDAD: CONVERSANDO CON UN
EX SEGUROSO (2da Parte) - Misceláneas de Cuba (12 August 2009)
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=22224

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