sábado, 22 de agosto de 2009

Bienvenido el concierto

Publicado el sábado, 08.22.09
Bienvenido el concierto
By MIRIAM LEIVA

La Habana -- Juanes se ha propuesto congregar a los cubanos en la Plaza
de José Martí, construida antes de 1959, el próximo 20 de septiembre.
Sería un concierto ``paz sin fronteras'' como el efectuado en marzo del
2008 con Miguel Bosé y otros artistas con corazón e inteligencia en la
frontera entre Colombia y Venezuela.

Afortunadamente quienes se oponen al concierto fuera de Cuba no poseen
el poder de fuego de las fuerzas armadas colombiana y venezolana, aunque
amenazan con un boicot a los artistas. El gobierno cubano goza con este
jaleo, pues de no efectuarse lo liberaría de la incómoda aceptación que
debió hacer por su supuesto aperturismo cultural, diseñado hacia el
exterior para procurar una cara más amable, maniobrar con los artistas
del patio y entretener con admirados foráneos a un pueblo que afrontará
mayores carencias y sacrificios hasta no se sabe cuándo.

Conmociona que en otras riberas del Caribe y el Atlántico se objete el
lugar para el concierto porque desde 1959 ha acogido reuniones
emblemáticas del gobierno y fue rebautizada Plaza de la Revolución. No
se puede contribuir con el totalitarismo para hacer olvidar al pueblo
que la Plaza Cívica José Martí fue construida por el patriotismo y los
aportes económicos de sus mayores, y por tanto le pertenece. El papa
Juan Pablo II ofició su última misa en Cuba allí, Fidel Castro incluido,
el 25 de enero de 1998 y su mensaje caló hasta hoy. Cientos de miles de
personas colmaron la plaza, la mayoría por decisión propia, no por
convocatoria del Partido Comunista ni porque podrían perder trabajo y
estudios, no conseguir un permiso de salida del país o ser reprimidos.
Desde muchos países llegaron cubanos para participar en su misa; no
fueron llevados a las piras inquisitoriales por otros cubanos a su regreso.

Jimmy Carter, ex presidente de Estados Unidos, siguió esos pasos el 14
de mayo del 2002 en el Aula Magna de la Universidad de La Habana ante
una audiencia seleccionada, Fidel Castro incluido; con transmisión de
televisión en directo habló del Proyecto Varela que reclama un referendo
según la Constitución. Inmediatamente quienes no lo conocían, buscaron
el documento. Su visita había causado cierto revuelo negativo allende
los mares, pero el aporte fue histórico.

Juanes ha dicho: ``Yo no voy hacia el pasado, es parte de la historia y
se debe conocer. Voy hacia el futuro, el de Cuba y el de toda la región.
No le tengamos miedo a la libertad, a cambiar las cosas, el miedo es el
peor sentimiento. La música, el arte, deben estar por encima de toda
ideología o condición''.

Silvio Rodríguez hace muchos años que no es el cantautor desembozado,
salvado de la represión por la visión abierta de Haydeé Santamaría.
Descubrió que sus valiosas poesías musicalizadas lo convertirían en
millonario permitido, si comulgaba con el régimen que persigue a los
trabajadores por cuenta propia, llamados capitalistas por ganar unos
pesos y confiscados si tienen buenas ganancias. El puede ser un gran
empresario, mientras las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) son una
herejía en Cuba.

Amaury Pérez es el colmo del adulador y no se le tilda de tartufo para
no ofender la memoria de Molie`re.

¿Son esos fariseos razón suficiente para privar al pueblo de Cuba del
disfrute de artistas tan relevantes? Una actuación en vivo no se
olvidará nunca. ¿Acaso se desprecia la capacidad de los cubanos para
pensar y cuestionarse si ciertamente ``este es el mejor de los mundos
posibles''?

Willy Chirino propuso colocar una pantalla gigante en La Piragua para
transmitir un concierto suyo en julio pasado. La pregunta popular ahora
sería por qué él no. ¿Por qué Celia Cruz, Bebo Valdés, Albita, Willy,
Gloria Stefan, Paquito D'Rivera, Sandoval y tantos otros están
prohibidos en Cuba? ¿Acaso no se sabe que en las calles de cualquier
pueblo se escuchan y el gobierno tiene que hacer el oído sordo?

uchos artistas extranjeros son solidarios con la sociedad civil cubana.
Luego de la gran represión de marzo del 2003 enviaron cartas
contundentes a los gobernantes. Ana Belén y Víctor Manuel con razón
aseguran que cantar en Cuba no supone compromiso con las autoridades.
Ellos contribuirán a que las glorias cubanas prohibidas vengan en un
futuro no lejano. Estimularán a un pueblo agobiado, cultivarán su
intelecto, promoverán la reconciliación y demostrarán los derechos. Será
el comienzo de la normalidad. Nadie tiene derecho a privar a los cubanos
de adentro de lo que el mismo disfruta naturalmente en el extranjero.
Con el totalitarismo isleño ya tenemos más que suficiente.

Periodista independiente cubana.

MIRIAM LEIVA: Bienvenido el concierto - Opinión - El Nuevo Herald (22
August 2009)
http://www.elnuevoherald.com/opinion/v-fullstory/story/524471.html

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