lunes, 17 de abril de 2017

Hacia dónde mirarán ahora los cubanos?

¿Hacia dónde mirarán ahora los cubanos?
ALEJANDRO ARMENGOL

Desde hace décadas en Cuba persiste una situación esquizofrénica: el
Estado te vende pero no te paga lo suficiente para comprar. Con esa
actitud, parásita al extremo, el gobierno mantiene un control absoluto
–político y económico–, al tiempo que sustenta una retórica
nacionalista. Más que de contradicciones, tendría sentido hablar de una
incoherencia impuesta a la fuerza.

No hay esperanza alguna de que la discrepancia entre precios y salarios
vaya a disminuir, sino todo lo contrario. Limitarse a ver el asunto como
el resultado de la existencia de una dualidad monetaria es interpretar
una consecuencia del problema como la esencia del mismo.

La dualidad monetaria en Cuba es una "contrariedad" que se admite, pero
cuya solución se alarga, al punto que en la actualidad está
completamente relegada de la agenda gubernamental y no se menciona en la
prensa oficial.

Fernando Ravsberg cita al economista Juan Triana, quien asegura que la
unificación de la tasa monetaria podría provocar el cierre de más del 60
por ciento de las empresas estatales, las cuales se benefician de un
cambio artificial.

Cuando estas empresas necesitan importar, el Estado les reconoce la
paridad entre el peso cubano y el dólar, mientras el cambio real es de
24 a 1.

Si la moneda y las tasas de cambio se unificaran esas empresas serían
incapaces de comprar los insumos necesarios para seguir produciendo,
explica.

Según Ravsberg en un artículo reciente, Triana asegura que la
unificación de tasas cambiarias y la quiebra masiva de empresas
estatales terminarían destruyendo alrededor de 2 millones de puestos de
trabajo, de acuerdo al diario español Público.

Para evitar ese desempleo en gran escala, la economía cubana tendría que
diversificarse a un grado tal que la jerarquía política del país no
admite. Ese fue el camino interrumpido desde sus comienzos, al que al
parecer se oponía Fidel Castro –y todo indica que su fantasma también– y
cuyos temores se multiplicaron tras la visita de Obama.

Al colocar barreras y trabas excesivas al sector privado, que han
imposibilitado su desarrollo más amplio, y fracasados los objetivos de
desarrollo agrícola para sustituir la importaciones, con la baja en los
mercados mundiales de las materias primas y la crisis creciente en
Venezuela, con fuerza creciente el gobierno cubano se ha aferrado al
inmovilismo.

El problema de la doble moneda ejemplifica ese empeño, al parecer
perpetuo, de la elite gobernante cubana, de dilatar un asunto y
trasladarlo a una especie de limbo, que intenta ocultar la falta de
capacidad o de disposición para hallar una solución.

Una estrategia destinada al fracaso económico que –al mismo tiempo y
durante décadas– ha servido como táctica política, la cual hasta ahora
ha logrado su meta: considerar transitorio un callejón sin salida.

De esta forma se ha repetido la paradoja del modelo cubano, donde la
falta de eficiencia productiva ha actuado muchas veces como carta de
triunfo político.

Ante la brecha creciente entre salarios y precios, el gobierno se limita
a mirar hacia el exterior para los ingresos imprescindible para su
subsistencia –remesas, turismo, servicios médicos y de profesionales en
el exterior y exportaciones muy específicas, como la industria
farmacéutica y algunos minerales– mientras se desentiende de la
subsistencia de sus ciudadanos.

Sin embargo, y debido a una serie de factores que no necesariamente
estaban destinados a coincidir, pero que se han agrupado en una especie
de tormenta perfecta del desconsuelo, en la actualidad los cubanos se
ven atravesando una sequía espantosa en la isla; cada vez con menos
gasolina, y la importancia de ello trasciende el automóvil; con la
incertidumbre de si volverán las restricciones de la época de George W.
Bush y con las puertas de entrada a Estados Unidos cada vez más
cerradas. ¿Y hacia dónde mirarán ahora?

Escritor cubano radicado en Estados Unidos. Director editorial de
Cubaencuentro.com.

Source: ¿Hacia dónde mirarán ahora los cubanos? | El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/alejandro-armengol/article144912714.html

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